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La ruta migratoria a España se convierte en la más letal del mundo

Naiara
Galarraga Gortázar, El Pais, 3 May 2018

En lo que
va de año han fallecido 217 personas, una de cada 29 que lo ha intentado. En el
Mediterráneo Central es una de cada 36, según la Organización Internacional
para las Migraciones
Un grupo
de migrantes rescatados el día 26 al llegar a Málaga. Carlos Diaz EFE

Los
cadáveres de 15 migrantes que intentaban llegar a España fueron rescatados el
domingo pasado en una patera a la deriva en aguas de Argelia. El mes acababa
como había empezado. El 1 de abril 11
africanos
perdieron la vida en aguas del Estrecho. El Mediterráneo
Occidental es escenario de un goteo de naufragios, fallecidos y desaparecidos
que lo han convertido en lo que va de 2018 en la ruta migratoria
proporcionalmente más letal del mundo, más letal que la que une Libia e Italia
y que la frontera entre México y Estados Unidos. Uno de cada 29 migrantes que
ha intentado alcanzar España desde el 1 de enero de 2018 ha muerto o
desaparecido, frente a uno de cada 36 de los que se dirigían a Italia, según
los datos recopilados hasta el 2 de mayo por Missing
Migrants Project
 de la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM).

Eso la
convierte en la ruta más peligrosa del planeta, no en cifras brutas. Seis de
cada diez migrantes muertos este
año
durante la travesía se ahogaron en el Mediterráneo, la mayoría
tras zarpar de Libia. Menos de uno de cada diez perdió la vida en la frontera
México-EE UU.
La OIM
“está alarmada por el aumento de muertos” entre quienes parten de África rumbo
a España porque “en cuestión de cuatro meses han fallecido casi las mismas
personas que en todo el año pasado”, explica Joel Millman, portavoz de la OIM.
Entre enero y el 2 de mayo se han
ahogado 217 personas
(y han llegado a las costas 4.400), cuando en
todo 2017 perdieron la vida 224 migrantes (cuando los arribados sumaron cinco
veces más: 22.108), según los datos de Missing Migrants Project.

Los
responsables de esta organización, creada por la OIM a partir de un proyecto
periodístico para contabilizar los migrantes que mueren en ruta, insisten en
que estas cifras son estimaciones calculadas en base a los datos oficiales de
llegadas, rescatados, interceptados por guardacostas de países ribereños y
testimonios de los supervivientes de las pateras hundidas. El año pasado,
cruzar hacia España irregularmente fue mucho menos peligroso. Mientras que
camino de Italia murió uno de cada 50 migrantes, camino a España fue uno de
cada 128 y de Grecia uno de cada 833.
Este
espectacular aumento de la peligrosidad en el Mediterráneo Occidental no ha
llamado la atención o no ha sido destacado por las autoridades españolas y
europeas, que sí han recalcado en los últimos meses el fortísimo aumento de
llegadas por esa vía. Un incremento que se empezó a notar tras el acuerdo de
la UE y Turquía,
que cercenó en 2015 la muy concurrida ruta de los
Balcanes por Grecia desde Turquía, y los más recientes esfuerzos de Italia (con
acuerdos diversos y apoyo a los guardacostas libios) por frenar
las salidas desde Libia
.
Miguel
Zea Gandolfo conoce muy bien las aguas por las que los africanos intentan
llegar a España. Jefe del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de
Almería, apunta a las precarias pateras como una de las causas del aumento de
la peligrosidad. “Las embarcaciones son cada vez más precarias”, explica por
teléfono. Cuenta que “no están ni termoselladas”, compran los componentes por
separado, los pegan con cola, y “a veces las lanchas se deshacen tras una o dos
horas navegando”. Los motores son de segunda, tercera mano, y “ni siquiera
llevan medios para pedir auxilio”. Un cóctel letal. El portavoz de la OIM
coincide en señalar a las embarcaciones.
Zea
recalca también el fuerte
aumento de llegadas a España
y “el mal tiempo continuado de este
invierno, que les lleva [a los migrantes] a zarpar en cuanto ven la más mínima
oportunidad” de mejora.
Salvamento
Marítimo maneja unas cifras de muertos y arribados distintas a las de la OIM
porque, según su jefe de Almería, solo contabiliza las operaciones en las que
participa; pero sus datos también reflejan que el viaje en patera por el
Mediterráneo Occidental es cada vez más peligroso. Salvamento cifra en 83 los
muertos (solo en abril fueron 36) y en 4.013 los migrantes que consiguieron alcanzar
la costa desde el 1 de enero. El año pasado contabilizaron 153 muertos y casi
19.000 rescatados. Es decir, los ahogados hasta abril suponen la mitad de
fallecidos que en 2017 mientras los localizados son una quinta parte.

Los
naufragios de 2018 en la zona del Estrecho quizá llaman menos la atención
porque afectan a embarcaciones con decenas de pasajeros, no como el hundimiento
de barcos que habían zarpado de Libia o Egipto con centenares de pasajeros que
han conmovido a Europa en los últimos años al causar entre 300 y 400 muertos en
un solo
suceso como el de Lampedusa en 2013
. La letalidad de una ruta puede
variar enormemente si se produce un gran naufragio o aumenta el tráfico de
manera notable.
Millman,
de la OIM, también menciona, como otro posible factor para explicar que la ruta
a Italia sea menos insegura que a España, las operaciones desplegadas por la UE
y las ONG en el Mediterráneo Central para rescatar pateras. Añade que “nunca
había visto tanta actividad [migratoria] de Argelia a España”.
El
representante de Salvamento Marítimo ofrece algunos detalles de lo que le
ocurrió a la patera hundida en Argelia el domingo. Sus hombres y mujeres la
estuvieron buscando pero transcurrían las horas y no daban con ella. “Aquí es
muy difícil que salga una patera y no lleguen noticias de ella porque los
familiares suelen alertar a las ONG”.
El
misterio se resolvió cuando les avisaron de que en realidad la embarcación no
había zarpado del punto que originalmente les dijeron sino desde otro lugar.
Eso les llevó a concluir que la embarcación debía estar en aguas de Argelia.
Avisaron a sus colegas del país árabe, que la encontraron. Junto a los 15
cadáveres, rescataron a 19 supervivientes.