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El Bazar de Teherán afronta los efectos del fin del acuerdo nuclear

Ángeles
Espinosa, El Pais, 14 MAY 2018

Los
comerciantes temen que si no se alcanza una solución con la UE, empezarán a
escasear algunas mercancías
El bazar
principal de Teherán, tras conocerse la ruptura del acuerdo nuclear por parte
de Estados Unidos Vahid Salemi AP
“Estamos
sentados sobre una bomba que explotará en los próximos tres o cuatro meses”,
resume Siamak en su tienda de telas del Gran Bazar de Teherán. Se refiere a los
efectos de la salida de
EE UU del acuerdo nuclear
. “Entonces se acabarán los remanentes que
tenemos almacenados y dejaremos de disponer de las telas de buena calidad que
importamos de China o Turquía”, explica ante el asentimiento de varios
vendedores que se han sumado a la conversación. El Bazar ya no es el
poder económico
que fue en Irán, pero en sus ajetreadas callejuelas
es posible tantear el estado de ánimo de un país con gran tradición mercantil.

“La
decisión [de EE UU] no nos afecta. Es un juego. Con ellos o sin ellos, lo que
tenga que pasar va a pasar”, discrepa otro comerciante. ¿Y la escasez de
divisas para importar mercancía? “Ya hemos tenido ese problema y hemos
sobrevivido”, asegura desafiante tras recordar que “antes de la revolución [de
1979], un dólar se cambiaba por 70 ríales, ahora ronda los 70.000”. Por si
acaso, ni él ni el resto aceptan ya pagos con cheque. Sólo efectivo.
Las
opiniones varían también según el tipo de negocio. Como hacerse con dólares o
euros es cada vez más difícil, la gente se ha volcado en el oro. “Eso está
aumentado el precio y no todo el mundo puede permitírselo; lo que la mayoría
busca son monedas, no joyas”, explica uno de los encargados de Mudhafarian, una
pequeña joyería de gran renombre. Es lo que ha hecho la señora que acaba de
abandonar la tienda. Traía un par de anillos y una cadena, y se ha llevado unas
monedas tras pagar la diferencia.
“Ya nadie
va a casarse”, comenta otra mujer alarmada por los precios. En Irán es
costumbre que el novio y su familia regalen joyas de oro a la novia con motivo
de la pedida, de la fiesta de compromiso y de varias celebraciones locales
durante el primer año de relación.
Más
adentro, en el bazar de las alfombras, verdadero corazón del Gran Bazar, llueve
sobre mojado. Su particular crisis viene de lejos y es un signo de los tiempos.
Pocos aprecian ya el valor de una pieza tejida a mano. Para horror de los
viejos bazaríes, muchos de los negocios que cerraron en los últimos años han
sido sustituidos por vendedores de alfombras made in China. La exportación era
vital para la segunda
industria nacional después del petróleo
.
“Espero
que Trump se muera antes de que [sus medidas] lleguen a afectar a Irán”, espeta
Hoseini Soleimani, sin ocultar su enfado porque el presidente de EE UU “intente
imponer su voluntad sobre el resto del planeta”. A sus cerca de 80 años,
Soleimani no da crédito a que alguien pueda violar impunemente un acuerdo
internacional. “Y si los europeos se dejan llevar por él, la situación será aún
peor”, sentencia.
De su
larga experiencia en el negocio de las alfombras, este anciano ha llegado a la
conclusión vivimos “en un mundo interconectado en el que todos dependemos unos
de otros y es imposible funcionar de forma aislada”. Por eso apoyó el acuerdo
nuclear (“Irán no necesita para nada la bomba atómica”), y por eso apoya ahora
la decisión de su Gobierno de no ceder ante Trump (“si nos rendimos, nos
pedirán más”) y de colaborar con la UE (“tenemos que trabajar juntos”).
Pero no
todos están de acuerdo. De vuelta en la tienda de telas, Siamak se declara
admirador de Trump. “Cumple lo que dice, un buen comerciante que a diferencia
de los políticos no miente. Si tuviéramos un Trump en Irán, seríamos el segundo
país del mundo después de EE UU”, asegura. Los contertulios celebran que esté
presionando a su Gobierno. “A ver si Rohani reacciona y cumple sus promesas
porque ha mentido mucho. Nos dijo que íbamos a tener dólares a 42.000 ríales y
nada”, explica uno de ellos en referencia al presidente iraní. “Al Gobierno no
le importa la gente”, apunta otro repitiendo una idea muy generalizada.
Tampoco
Europa les merece mayor confianza. “Seamos realistas. Los europeos también se
van a salir del acuerdo muy pronto. No nos espera un final feliz. Trump es más
fuerte que Zarif [el ministro iraní de Exteriores] y las [actuales]
negociaciones no sirven para nada”, concluye Siamak en medio de la aprobación
generalizada.