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La Amazonía boliviana vive una transformación profunda

Por Carmen Esquivel Sarría, 06 Junio 2016.

La Amazonía boliviana aspira a hoy a
transformarse de una de las regiones más atrasadas del país, en la de
mayor desarrollo del siglo XXI, en virtud de un plan del Estado que ya
comienza a hacerse realidad.

Un recorrido por la ciudad de Riberalta permite constatar las obras que
aquí se ejecutan en materia de salud, educación, proyectos productivos,
vías de comunicación y otras infraestructuras.

La región
amazónica boliviana abarca a los departamentos de Beni y Pando en su
totalidad, así como a varias provincias de La Paz, Cochabamba y Santa
Cruz.

Sólo aquí en el Beni, el Gobierno invertirá más de tres
mil millones de dólares hasta 2020 en diversos sectores, informó el
ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana durante una visita a esta
región.

Aseguró Quintana que “nunca antes se había hecho tanto
para que un departamento sea integrado al Estado Plurinacional en el
menor tiempo posible”.

El titular participó en Riberalta en la
firma de un convenio entre la alcaldía y la Agencia para el Desarrollo
de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) para la ejecución de
obras viales en ese municipio.

En virtud del acuerdo se pondrá
en funcionamiento una planta con capacidad para producir 320 toneladas
diarias de asfalto, adquirida en Alemania a un costo de siete millones
de dólares.

Esto permitirá arreglar numerosas calles y avenidas
de Riberalta y además ofrecer servicios de materiales pétreos, no sólo
para obras viales, sino también civiles, explicó a Prensa Latina el
arquitecto José Lambertin, director social para las zonas amazónicas.

Afirmó Lambertin que estos proyectos de desarrollo urbano permitirán
mejorar la calidad de vida de los habitantes del departamento.

“La región amazónica tiene unas potencialidades inmensas, pero las
infraestructuras no están acordes con los requerimientos de nuestra
gente”, dijo.

Para el ministro de la Presidencia, “lo que necesita el país son ciudades del siglo XXI con carreteras del siglo XXI”.

En materia de infraestructuras, una de las mayores obras que se
ejecutan en la región es la carretera que unirá a Riberalta con
Rurrenabaque, la cual tendrá una extensión de 508 kilómetros y una
inversión de 600 millones de dólares.

Anteriormente, se había
construido la vía entre esta urbe y la ciudad de Guayaramerín, que tiene
84 kilómetros de longitud y su costo fue de 56 millones de dólares.

La región ha cambiado tremendamente durante los 10 años del gobierno
del presidente Evo Morales, afirmó a esta agencia el alcalde de
Riberalta, Omar Núñez Vela.

Recordó que antes para ir a
Guayaramerín en tiempos de lluvia se necesitaban a veces entre tres y
cuatro días por la crecida de los ríos, sin embargo, ahora hay una
carretera totalmente asfaltada que en sólo una hora permite el viaje.
Obras de vital importancia emprende en estos momentos el Gobierno en la
ciudad conocida como la capital Amazónica.

Baste señalar que
aquí se construye un hospital de segundo nivel con moderno equipamiento
que brindará servicios en todas las especialidades a la población no
sólo al Beni, sino también de Pando y La Paz.

Próximamente se
colocará la primera piedra de lo que será el mayor tecnológico de
Riberalta, el cual albergará a dos mil estudiantes en ocho
especialidades.

“Este centro va a tener mucho impacto,
especialmente para las mujeres porque en esta región nosotras somos
mayoría y las jóvenes van a poder estudiar y especializarse”, declaró
Adela Álvarez, de la organización Mujeres Amazónicas de Riberalta.

Los indígenas y campesinos, otrora postergados y excluidos, son los más
beneficiados por el proceso de cambio que vive Bolivia en la última
década.

“Ahora los miembros de las comunidades pueden acceder a
la educación mediante internet, hay escuelas, mejora la vida de nuestros
pueblos y pronto vamos a abrir un mercado para vender nuestros
productos en Riberalta”, expresó Erwin Cartagena, vicepresidente de la
Central Indígena de la Región Amazónica.

En toda la zona el
Gobierno lleva a cabo también programas de apoyo al desarrollo agrícola,
ganadero y acuícola que poco a poco mejoran la calidad de vida de los
33 pueblos indígenas de las llamadas tierras bajas y cambian
paulatinamente la imagen de la Amazonía.

Prensa latina