“Podemos seguir engañándonos sobre el “apartheid”, pero Israel ha cruzado la línea”
Gideon Levy, Tlaxcala, 5/8/2021Human Rights Watch (HRW), una de las organizaciones de derechos humanos más respetadas, ha dicho que Israel había cruzado la línea roja y era culpable de crímenes contra la humanidad y el establecimiento de un régimen de apartheid.
Por supuesto, es posible debatir sin cesar sobre Benjamin Netanyahu, advertir emocionadamente sobre el terrible daño hecho a la famosa democracia israelí y su Estado de derecho. Podemos seguir engañándonos, disfrutar de la vida y mentir como queramos. Pero cuando los informes se acumulan, (en enero era un informe de la organización israelí B’Tselem, y ahora el de la organización estadounidense HRW), no podemos seguir fingiendo que el escupitajo que nos arrojan a la cara es lluvia. Un escupitajo es un escupitajo. Obliga a las y los israelíes conscientes a pensar en el país en el que viven y obliga a los diferentes gobiernos a preguntarse si seguirán aceptando a un país dotado de un régimen así.
El Ministerio de Relaciones Exteriores puede denunciar el informe publicado el martes 27 de abril tanto como quiera: acusar a HRW de ser antiisraelí y antisemita y calificar sus afirmaciones de “grotescas y falsas”. Puede seguir haciendo preguntas sobre Siria, olvidando que nadie apoya a Siria de la forma en que Israel es apoyado. Los medios israelíes pueden seguir minimizando el valor del informe o ignorando su existencia para satisfacer a sus clientelas.
Pero a fin de cuentas, algo sucede delante de nuestros ojos cerrados. La ilusión del carácter efímero de la ocupación [desde 1967] se está desvaneciendo, y el falso encanto de Israel como democracia va a acabar hecho añicos.
Ya no hay forma de discutir el diagnóstico de apartheid. Solo las y los propagandistas mentirosos pueden afirmar que Israel es una democracia cuando millones de personas están viviendo aquí desde hace décadas bajo uno de los regímenes militares más tiránicos del mundo. Tampoco hay forma de evitar el hecho de que los tres elementos del apartheid según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional [véase el artículo 7, párr. 2h, que incluye la definición de crímenes de lesa humanidad] que se describen en el informe de HRW, existen en Israel: dominio continuo de un grupo racial sobre otro, opresión sistemática del grupo marginado y actos inhumanos.