Los escándalos de Marta Lucía Ramírez, vicepresidenta de Colombia, no paran. 

Primero se supo que contrató especialmente al sicario José Miguel Narváez para que formara parte del primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2006) en labores de seguridad y defensa. Ahora, se descubrió que su principal socio comercial es un narcoparamilitar, considerado de un nivel parecido a Pablo Escobar Gaviria y Carlos Castaño.

Pareciera que la vicepresidenta de Iván Duque no sólo se limita a cumplir órdenes del uribismo y contratar a sicarios para que sean parte del Gobierno, como lo hizo con el asesino del activista, humorista y periodista Jaime Garzón.

Estos días, Ramírez protagoniza un nuevo capítulo de la violenta novela colombiana que tiene como su mayor villano a Uribe. De acuerdo con una denuncia del senador y ex candidato presidencial Gustavo Petro, líder de Colombia Humana, la vicepresidenta es socia comercial de un narcoparamilitar.

Al respecto, Petro advirtió que el narcoparamilitar «es una fusión de Pablo Escobar y Carlos Castaño: uno de los mayores narcos y genocidas de la historia del país».

Petro hizo está declaración en una intervención digital vía Zoom, donde varios senadores abordaron los nexos de la vicepresidenta con el narcotráfico, el sicariato y crímenes vinculados al régimen narcoparamilitar de Uribe, creador de los falsos positivos.

El paramilitar al que hace referencia Petro es el narcotraficante Guillermo León Acevedo Giraldo, alias ‘Memo Fantasma’, con quién Ramírez y su esposo, Álvaro Rincón, mantuvieron estrechos nexos comerciales.

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