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Marruecos: Hajar Raissouni y las leyes medievales

Sanaa El Aji 17/09/2019
El resumen de la historia es que solo un Estado atrasado puede meter en la cárcel a personas adultas bajo acusaciones de amor o sexo.

Tradotto da Ilya U. Topper
El resumen de la historia es que no importa si Hajar Raissouni ha abortado o no… Lo que importa es que hoy día está en el banquillo por una acusación de la que deberíamos avergonzarnos que existe en nuestro arsenal jurídico.
El resumen de la historia es que no podemos vivir en un Estado que interviene jurídicamente en los cuerpos de los ciudadanos adultos y en su vida íntima. Mientras no se trate de una agresión contra los derechos de los demás (explotación sexual, abuso sexual de menores o adultos etcétera), es absurdo que se castigue a los individuos por el cargo de una relación de amor ni tampoco de una simple relación sexual pasajera.
El Código Penal marroquí prohíbe el aborto. Sí, cierto. Y por ese supuesto aborto, Hajar y el médico y sus asistentes podrán haber infringido la ley. Sí, cierto. Pero lo que importa de todo eso es que esta misma ley no deja de formar parte de un orden que se arrastra de la Edad Media. No se puede concebir que se nos juzgue hoy día con este arsenal jurídico primitivo.
Muy sencillo: el aborto es un derecho que debería asistir a todas las mujeres. Toda mujer tiene derecho a decidir cuándo puede ser madre. El legislador no puede prescribir a miles de mujeres cuándo es el momento adecuado para la maternidad.
Las cifras del aborto clandestino hoy día demuestran una vez más que nuestras leyes están a años luz de la realidad y del desarrollo de la sociedad: en Marruecos tienen lugar hoy entre 600 y 800 abortos clandestinos al día. Son cifras de la Asociación marroquí contra el aborto clandestino.