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Entrevista realizada por Abby García a Cibeles Herrera

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Entrevista realizada por Abby García a Cibeles Herrera, autora del libro ‘‘Nación Negra: La identidad nacional de las comunidades negras estadounidenses (1950-1970)’’, recientemente publicado por ProMosaik y disponible para la venta en las plataformas digitales de Epubli y Amazon. 

Cibeles A. Herrea V. es una historiadora venezolana egresada de la Universidad Central de Venezuela, nacida el 11 de enero de 1993. Durante sus años de formación se desempeñó como dirigente estudiantil y presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela de Historia. Aparte de ser autora de la tesis acá publicada, la cual fue requisito obligatorio para optar a la licenciatura de Historia, recientemente ha escrito artículos relacionados con la Historia de Estados Unidos, los cuales serán publicados próximamente por la revista académica venezolana “Tierra Firme”. A la par de su carrera, Herrera se ha desempeñado como locutora en programas radiales de corte político e informativo, desempeñandose también como docente. 
A.G.: ¿Qué te motivó a realizar esta investigación? 
C.H.: Fueron varios los factores que me motivaron: En principio, la historia de Estados Unidos es una cátedra impartida en el pensum de mi carrera y me resultó sumamente impresionante esta dicotomía de procesos históricos entre culturas raciales, no es que en el resto de América esto no se haya dado, solo que el mestizaje logró desvanecer las diferencias y por lo tanto las heridas culturales contemporáneas no se perciben a tales niveles. Ya tenía la inquitud y mientras buscaba bibliografía, y trataba de entender a fondo el porqué de esta división tan rígida, noté que, aún y cuando la comunidad negra tenía y tiene entre otras cosas, zonas de concretación específica, muy poco se hablaba de una formación nacional, de una identidad nacional, fue entonces cuando tomé la decisión de emprender la búsqueda de los argumentos que me permitieran obtener la respuesta. 
Por otra parte, vivo en un país en donde el tema “Estados Unidos” está constantemente presente en el discurso político: se habla del racismo estadounidense, del imperialismo, del supremacismo… Pero, verdaderamente se le da muy poca definición, se pronuncian muy a la ligera, y eso también me motivó a buscar el origen de ese “racismo” tantas veces mitificado y del “imperialismo estadounidense”. 
Así que debo decir que mis motivos responden sí, no lo voy a negar, a un atractivo histórico, pero más a una realidad inmediata de la sociedad en la que vivo. 
A.G.: ¿Cuál es la problemática que planteas en tu libro y qué buscas demostrar? 
C.H.: Como lo indica el título, trato de demostrar la existencia de una nación negra, pero, una nación que durante la época de su manifestación máxima no conseguía reconocimiento del Estado. Y digo una nación no por el simple hecho de la diferencia racial, sino por la brecha histórica que ha separado a negros y a blancos, brecha que se materializó con las leyes de segregación, sistema jurídico que impactó a todos los niveles de la vida afroamericana y que su impacto dejó huellas tan palpables cómo el Ghetto. 
A.G.: ¿Por qué específicamente tomas como periodo de estudio los años que van desde 1950 a 1970 para abordar el tema de la identidad nacional de las comunidades negras estadounidenses? 
C.H.: Precisamente en esa época había un ambiente de profundos cambios a nivel global pero más específicamente en Estados Unidos, quien como contendiente de la Guerra Fría se vió obligado a generar transformaciones internas para poder hacerle frente a la Unión Soviética. Fue también en esta época en que los movimientos afroamericanos tuvieron distintas expresiones, tomaron diversas formas ideológicas y filosóficas y se organizaron hasta el punto de que lograron impactar a la mediática internacional que, por primera vez, estaba siento testigo de algo que internamente era cotidiano: la violencia racial. 
A.G.: ¿Consideras que es un tema actual el racismo y la segregación en los Estados Unidos? 
Absolutamente. Barack Obama fue el primer presidente negro en Estados Unidos pero aún así su ascenso no generó mayor transformación en la vida afroamericana, por el contrario, fuimos testigos del incremeto de la violencia policial por criterios raciales, y el mismo Obama reconoció que aún no se podía hablar de “un Estados Unidos post-racial”. Más recientemente, el ascenso de Donald Trump al poder así lo demuestra: sus posturas hacia los inmigrantes y su necesidad de un muro que los contenga, recuerda mucho las primeras décadas del siglo pasado. 
Otro factor que demuestra la vigencia de la temática racial es que en el lenguaje político, social e incluso en el artístico estadounidense, se siguen usando los calíficativos “blancos”, “negros” o “afroamericanos” para demostrar la procedencia de algo, esto indica que la barreras siguen presentes. 
Debo decir además que, el libro en general tiene un alto componente de actualidad, sobre todo porque la época de la Guerra Fría, que motorizó grandes transformaciones internas en Estados Unidos y que en la obra se estudian a profundidad, ahora se reviven pero tienen otro epicentro, Venezuela. 
A.G.: Algún comentario adicional por la reciente publicación del libro. 
C.H.: Espero que esta obra cumpla con la expectativas de sus lectores, les permita adentrarse a la época, reconocer las huellas presentes de ese proceso y establecer nuevos criterios históricos al respecto, sin embargo, espero aún más, que despierte nuevas inquietudes y abra las puertas a nuevas investigaciones que permitan enriquecer la bibliografía de este tema y relacionarlos si es posible con sus realidades inmediatas. En cuanto a la comunidad científica, espero que no se hagan esperar sus aportes críticos a la obra porque la idea es básicamente despertar el debate en torno a ella.