Un español logra la primera custodia compartida en un país árabe
RAFA J. ÁLVAREZ 3 MAR. 2019 |
La sentencia de la Corte de Dubai empieza así: “En el nombre de Alá, el más Misericordioso”. Pero eso es común en los autos del mundo islámico.
Lo insólito es cómo acaba: “El tribunal decide que la custodia de los hijos debe hacerse de forma conjunta entre los padres. Así, los niños vivirán con su padre una semana y con su madre la siguiente”. Es un párrafo histórico, una cita que puede crear jurisprudencia en los países gobernados por la sharia: estamos ante la primera custodia compartida del mundo árabe. Y la ha logrado un español.
Se llama Borja Brañanova, un ingeniero de Minas asturiano que vive desde hace 15 años en Emiratos Árabes Unidos (EAU) y que ha ganado la primera parte de su batalla. “Espero que esta sentencia aliente a todos los legisladores del mundo a actualizarse y que sirva para que los niños, no sólo los míos, tengan un futuro mejor. Aquí en Emiratos, estamos en el Año de la Tolerancia. Pues bien, ésta es una sentencia por la tolerancia en EAU”, sostiene Brañanova al teléfono desde Dubai.
Su segunda lucha es desbloquear la prohibición de un juez de Emiratos para que sus hijos viajen con él a nuestro país. Y son españoles.
Brañanova se casó en 2013 en EAU con una ciudadana de Sudáfrica. La pareja concibió a Sebastián y a Olalla, que al nacer fueron inscritos como españoles. Pero a los tres años el matrimonio se separó. Un juzgado dio la custodia a la mujer e impide que los niños viajen de vacaciones a España con el padre pero permite que lo hagan a Sudáfrica con la madre.
Durante estos tres años de litigio, este experto en Administración de Empresas ha pugnado por modificar la custodia de sus hijos y por corregir la “vulneración de derechos fundamentales” de los menores. Y aun logrando ahora lo primero, sigue pendiente lo segundo.
EL MUNDO contó esa segunda pata de su historia el 25 de agosto de 2018 al denunciar el bloqueo de las autoridades emiratíes y la inacción de las españolas, que se habían inhibido “por respeto a la independencia judicial” de Dubai. En aquella información se contaba que la Asociación pro Derechos Humanos de España (APDHE) había intervenido en defensa de los niños ante la Embajada y varias instituciones de Emiratos.
Constató las denegaciones de los permisos de viaje “sin justificación alguna” y enumeró la lesión de derechos de los menores protegidos por tratados internacionales: a la familia, a preservar su identidad y nacionalidad sin interferencias, a no ser separados de su padre y a volver al país de su nacionalidad.
Tras la publicación, la Embajada recibió en persona a Brañanova, contactó con la APDHE y se reunió con autoridades emiratíes. En paralelo, en el Parlamento de Asturias, Ciudadanos hizo tres preguntas al Gobierno socialista de Javier Fernández, que el 25 de octubre aseguró estar en “contacto directo” con Brañanova y haberse dirigido al Ministerio de Asuntos Exteriores. En una coincidencia política insospechada, Podemos y Foro hablaron de “vulneración de derechos humanos” y, en otra, PP e IU compartieron que el Gobierno central debía intervenir porque la competencia era del ministerio.
Mientras Brañanova nutría de información a televisiones, radios y periódicos, los contactos subieron de nivel. Los servicios jurídicos de la APDH se reunieron con altos cargos del Gobierno, que mostraron conocimiento del caso sin obviar la imposibilidad de interferir en la soberanía de EAU.
“Sabemos que España se ha movido, pero no sabemos si será suficiente. No pedimos una invasión de las competencias judiciales de un país extranjero, sino la obligación de España de dar protección a sus nacionales. Sea como fuere, los niños siguen sin poder venir. Y eso lo vamos a luchar”, resume la abogada Pilar Bueno, vicesecretaria de la APDHE.
La idea es contactar con las autoridades españolas cuando pasen las elecciones y se forme Gobierno “porque hace tiempo que no contestan”. Y pedir a las emiratíes un nuevo permiso para el viaje de los niños a España. La APDHE también valora acudir a instancias internacionales.
En medio de ese camino se ha cruzado una noticia mayúscula. La Corte de Apelación de Dubai ha modificado la custodia exclusiva de la madre y la ha repartido con el padre aplicando la legislación española, pese a que la competencia la tienen los tribunales emiratíes.
Tanto la APDHE en su lucha contra la vulneración de derechos de los menores, como Winkels Abogados en su asesoramiento del divorcio, razonan que la nacionalidad de los niños y el padre permite el uso del ordenamiento español: Constitución, Código Civil, Ley del Menor…
El juez que dio la custodia a la madre siguió la sharia, que no concibe que un hombre pueda criar a un niño hasta los 11 años y a una niña hasta los 13 o se case. Por eso obliga al varón a pagar las cargas familiares y a la mujer a cuidar a los hijos.
Brañanova apeló. Y, entre otras cosas, aportó un informe de dos magistrados del Tribunal Supremo español y una profesora de Derecho Internacional de la Rey Juan Carlos que veía un “conflicto internacional por agresión a los principios esenciales del ordenamiento europeo y, en concreto, español”. El texto decía que “los defectos” del fallo “impedirán de forma radical su reconocimiento en España” y señalaba que en un “asunto no musulmán”, la ley de EAU insta a aplicar la normativa del país de la persona incursa en el proceso. En este caso, la española. “El juez ha entremezclado normas de derecho islámico que atacan frontalmente el orden público español”. Por ejemplo, ni siquiera fijaba régimen de visitas.
Y ahora, la Corte de Dubai (una instancia similar a una Audiencia Provincial) ha aceptado algunas tesis de los juristas españoles en una sentencia pionera: “Los informes de expertos demuestran que el padre no ha escatimado esfuerzos o recursos en el propósito de hacer felices a sus hijos y por ello su sugerencia de que el juez determine la custodia compartida es muy correcta”.
Sin embargo, queda un peldaño: la apelación a este fallo. Y eso se dirime el próximo 12 de marzo en el Tribunal de Casación (similar al Supremo).
Si rectifica la sentencia, la custodia volverá sólo a la madre y Brañanova sólo podría ver a Sebastián y a Olalla en un centro de visitas tres horas a la semana. Los viernes. Y, posiblemente, los niños no podrían viajar a España hasta su mayoría de edad, o antes siempre que se modifiquen las condiciones de la custodia.
Si ratifica el fallo, el asturiano tendrá a sus hijos una semana sí y otra no y se convertirá, en firme, en la primera persona en conseguir una custodia compartida en el mundo árabe.