Enero saharaui: traiciones socialistas españolas
Alfonso Lafarga 07/02/2019 |
El PSOE ya no se acuerda del documento de defensa del pueblo saharaui que firmó con el Polisario.
Aseguró que la responsabilidad de España permanecerá mientras el pueblo saharaui no obtenga la liberación total de su territorio.
Pedro Sánchez sigue el camino de González y Zapatero.
La larga lista de traiciones del Partido Socialista Obrero Español al pueblo saharaui, con el que los socialistas se comprometieron en su día y al que abandonaron una vez en el Gobierno, se vio aumentada el pasado mes de enero con dos hechos que muestran el alineamiento de Pedro Sánchez con Marruecos: el apoyo a los acuerdos comerciales de la Unión Europea con el país magrebí y la deportación de un líder estudiantil saharaui que huía de la represión marroquí.
En su apoyo a los acuerdos de la UE con Marruecos, que contradicen las sentencias del propio Tribunal de Justicia Europeo que establecen que Marruecos y el Sáhara Occidental son territorios diferenciados, los eurodiputados socialistas, encabezados en esta línea pro marroquí por Elena Valenciano, coincidieron con los del Partido Popular, postura a la que se sumó Ciudadanos.
A la hora de apostar por Marruecos en contra de los intereses saharauis se produce una conjunción entre el PSOE y el PP que no se da en otros temas, por trascendentales que sean. Así ocurrió en noviembre del pasado año: socialistas y populares impidieron con sus votos la celebración de un acto por el Sáhara en el Congreso de los Diputados, decisión de la Mesa del Congreso que se encuentra recurrida por Unidos Podemos ante el Tribunal Constitucional.
Esta “alianza” se repitió con ocasión de la entrega a Marruecos desde Lanzarote del estudiante saharaui Husein Bachir Brahim, que buscó refugio en España huyendo de la persecución política de la policía marroquí. PSOE y PP, también con la colaboración de Ciudadanos, se opusieron a que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, explicase en el Congreso de los Diputados la deportación del estudiante saharaui, que acabó en una cárcel marroquí por “actividades políticas”.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, forma parte de un partido que traicionó al pueblo que prometió defender, tal y como plasmó en el documento que suscribió con el Frente Polisario en noviembre de 1976, en el que se especificó que la responsabilidad del Gobierno español “permanecerá mientras el pueblo saharaui sufra las consecuencias de la traición que supuso la entrega del Sáhara Occidental y no obtenga la liberación total de su territorio nacional”.
Además de calificar de “nulos e ilegales” los acuerdos de Madrid por los que se entregó el Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania, el Partido Socialista reconoció en este acuerdo al Frente Polisario como único y legítimo representante del pueblo saharaui y apoyó la creación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
En ese mismo viaje Felipe González, entonces secretario general de los socialistas, se comprometió “con la historia” hasta la victoria final del pueblo saharaui y lo hizo ante los refugiados saharauis en Tinduf (Argelia). Esta promesa traicionada -ahora es un acérrimo defensor de las las tesis marroquíes igual que José Luis Rodríguez Zapatero- le perseguirá toda la vida.
Fueron los años del compromiso y la solidaridad de los dirigentes socialistas con la lucha del pueblo saharaui, tanto en sus años de oposición como en los primeros tiempos de gobierno. Alfonso Guerra declaró al diario argelino El Mudjahid que habían contribuido a que Europa y la Internacional Socialista tomasen en consideración la legitimidad y representatividad del movimiento saharaui y que el PSOE “ahora que está en el poder, continuará siendo partidario de la autodeterminación del pueblo saharaui y el amigo del Polisario”. Fue llegar al Gobierno y todo empezó a cambiar.
Después de ocho meses en los que el Ejecutivo socialista ha seguido con el Sáhara Occidental el camino del gobierno de Mariano Rajoy con el argumento de que es “un tema de Estado”, con las votaciones en la Unión Europea a favor de Marruecos y la entrega del líder estudiantil, Pedro Sánchez se ha alineado definitivamente en la vía pro marroquí de sus antecesores González y Rodríguez Zapatero, la misma que defendieron Miguel Ángel Moratinos y Trinidad Jiménez, entre otros, y ahora secundan Josep Borrell, Elena Valenciano…
El PSOE de Sánchez sigue sin denunciar lo que ocurre en los territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos, en ciudades del sur marroquí con población saharaui y en las cárceles marroquíes con presos saharauis, donde en enero de 2019 se han seguido vulnerando los Derechos Humanos, como ha sido la expulsión de cinco observadores internacionales, según recoge la siguiente relación elaborada con datos de organizaciones sociales y medios de información saharauis: