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Las razones de la UE para aumentar la ayuda financiera a Palestina

12 Octubre 2017

Excúsennos por asumir que la única involucrada en las conversaciones de reconciliación es la Autoridad Palestina

Agricultores y ganaderos de Gaza se manifiestan por una reconciliación palestina efectiva en Gaza, el 24 de septiembre de 2017 [Mohammed Asad/Middle East Monitor]

Excúsennos por asumir que la única involucrada en las conversaciones de reconciliación es la Autoridad Palestina. Desde que Hamás anunció su voluntad de comprometerse a la unión política, el primer ministro de la AP, Rami Hamdallah y el presidente Mahmoud Abbas han sido aclamados por las instituciones internacionales como guías del progreso y del cambio. No se ha mencionado que, desde la masacre israelí contra los civiles de Gaza en 2014, el estado de la situación era una prioridad para Estados Unidos. Que Gaza debería unirse a la AP no es una propuesta novedosa; aunque se ha extendido en los últimos años, la lucha por Gaza ha sido uno de los objetivos principales delos adversarios externos e internos de Hamás desde las elecciones de 2006.

Las primeras señales indican que es necesario involucrar a Hamás en la reconciliación. Una vez que se establezca el proceso de reconciliación, las posibilidades para los palestinos seguirán limitadas. Una opción es otra ruptura política entre Hamás y Fatah. Otra posibilidad – de la que ya hemos visto vestigios, aunque en otras circunstancias – es la marginación de Hamás. Esta vez, esta opción sería la más sencilla para la comunidad internacional, ya que sólo reconoce la legitimidad del liderazgo de la AP, a pesar de las irregularidades que la mantienen en el poder.

La agencia de noticias Wafa ha informado de que el embajador palestino en la Unión Europea, Abdel Rahim Al-Farra, habló sobre un aumento en la ayuda financiera de la UE a la AP tras el acuerdo de reconciliación. El informe afirma que Johannes Hahn, Comisionado de Política Europea de Vecindad y Negociaciones de Ampliación, aseguró al embajador palestino que “es hora de implementar proyectos de desarrollo en la Franja de Gaza”.

Los comentarios reflejan una declaración publicada por el Servicio Europeo de Acción Externa, en el que los Jefes de la Misión de la EU en Jerusalén y Ramallah aclamaron la visita de Hamdallah a Gaza y “la señal importante y positiva de que la Autoridad Palestina está dispuesta a asumir su responsabilidad en Gaza”. El breve comunicado también pide que la AP controle Gaza, un acceso humanitario sin obstáculos, un cambio en la crisis humanitaria y política de Gaza y la apertura de los cruces fronterizos, “a su vez teniendo en cuenta los problemas de seguridad legítimos de Israel.”Cabe mencionar que el comunicado de la UE no reconoce ni una sola vez Hamás, y que Israel entra en la cuestión no por su presencia colonial en Palestina, sino más bien para reafirmar el acuerdo de la UE – de acuerdo a los Principios del Cuarteto de Oriente Medio – con la subyugación palestina a las demandas externas. Durante años, Hamás ha representado un impedimento, debido a sus principios de resistencia -armada-, que chocaban con la imagen de pacificación de la UE y sus proyectos de diplomacia, a pesar de pasar por alto la continua violación de los derechos humanos de los palestinos por parte de Israel.

Por lo tanto, lo que le importa a la UE no es la participación de Hamás ni el bienestar político, social y económico de los palestinos. Para la comunidad internacional, UE incluida, la reconciliación es un medio para justificar décadas de una acción pasiva en Palestina, incluyendo el desprecio casi total por los palestinos de Gaza. Bajo el eufemismo de unidad, que margina a Hamás, los palestinos se hacen visibles, pero sólo en relación con el propósito de conceder a Abbas y Hamdallah una aparente legitimidad, presencia y justificación por la burocracia.

Quizá sea pertinente recordarle a la UE, el Cuarteto y la comunidad internacional que la reconciliación no cambia por sí misma las privaciones que sufren los palestinos, y que la referencia al momento oportuno constituye, en sí misma, una violación de los derechos humanos, ya que ni una institución internacional ha priorizado los derechos de los palestinos sobre la violencia colonialista del Estado de Israel. En este caso, la única diferencia es un panorama político alterado que aún puede perjudicar eventualmente a los palestinos, si esto fura lo que le conviene a la nueva alianza entre la AP y la comunidad internacional.