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El Estado Islámico resiste en Mosul: “Ahora llega lo peor”

13 Febrero 2017

Tras expulsar a Daesh del este de Mosul, los iraquíes preparan el asalto sobre el oeste. Casi 2.000 han muerto a manos de los yihadistas. España entrena a la “punta de lanza” de la operación



“Ahora hemos entrado en una pausa. Tras expulsar a Daesh del este de Mosul, las fuerzas de seguridad iraquíes están planificando el asalto sobre el oeste de la ciudad”, comenta por teléfono a El Confidencial el portavoz de la Coalición Internacional, el coronel estadounidense John L. Dorrian. “Estos días las tropas hacen REFIT (reentrenamiento), así como la preparación para la siguiente fase”, en la que las diferentes brigadas de las CTS (Servicio Contra Terroristas, conocidos como Golden Division) y el ejército regular van a coordinar sus movimientos para cercar a los yihadistas en el oeste. De la misma manera que en noviembre, “se dieron cuenta de que entrar por distintos ejes resultó ser una táctica muy efectiva. Por lo que es muy probable que la vuelvan a repetir”.
El portavoz Dorrian reconoce que la liberación se ha prolongado más de lo esperado. La colocación de IEDs en el territorio que Daesh abandona ha frenado la entrada rápida de las tropas que han tardado cuatro meses en tomar la mitad más despoblada de la ciudad. “Tened en cuenta que hay 200.000 edificios en Mosul”, justifica el coronel, “los soldados tienen que entrar en cada casa y eliminar los artefactos explosivos de cada habitación, cada armario, desde el tejado, hasta los túneles subterráneos”. Los soldados iraquíes en Mosul, que reúnen a las CTS, a unidades del ejército, de la policía federal (FEDPOL) y divisiones de reacción de emergencia (ERD) se enfrentan a diario al rudimentario pero efectivo sistema defensivo de los yihadistas. Antes de que Bagdad prohibiera la difusión de bajas militares, Naciones Unidas publicó que en noviembre 1.959 soldados murieron en la ofensiva.
Pero las nuevas posiciones en los barrios del este tampoco están aseguradas. “Sabemos que hay células durmientes de Daesh de manera que (los yihadistas) pueden aparecer en cualquier momento y lanzar un nuevo ataque. Es algo que esperamos que ocurra también en el oeste”, revela Dorrian. Según explica, se trata de comandos de pocos combatientes que permanecen escondidos en los túneles subterráneos, así como de militantes que se infiltran abiertamente entre la población. Por ello, las unidades iraquíes en Mosul se dedican a labores de inteligencia, a realizar interrogatorios y recoger información sobre la localización de posibles túneles o de individuos que simpatizaron con Daesh en el pasado. Casi a diario, puestos de las CTS sufren ataques repentinos.