Irán descarta “toda posibilidad de diálogo con Estados Unidos”
LLUÍS MIQUEL HURTADO / FRANCISCO CARRIÓN 16 mayo 2019 |
Reino Unido eleva el nivel de alerta de sus tropas en Irak ante la escalada entre EEUU e Irán.
Teherán manda señales contradictorias sobre su posición en este momento crucial de su confrontación con Estados Unidos. “No, no hay posibilidad de negociación”, ha dicho desde Japón el ministro de Exteriores iraní, Mohamed Yavad Zarif, cuando se le ha preguntado si estaría abierto a negociaciones bilaterales para rebajar la tensión, con un intercambio de prisioneros en su agenda. Una respuesta que es vista como una reducción del espacio para lograr una solución diplomática al actual estado de tensión.
Las palabras del jefe de la diplomacia iraní llegan pocos días después de que un alto funcionario iraní admitiera, en palabras a la agencia Reuters, que estamos “tan abiertos a la confrontación como a la diplomacia”. En las últimas horas, incluso, el periodista estadounidense Jake Sherman aseguró haber cazado a la senadora demócrata Dianne Feinstein “caminando por el capitolio con su iPhone en la mano y la página del contacto de Yavad Zarif abierta”.
Pero el teléfono de Donald Trump sigue, según él mismo, esperando la llamada de Irán. “Estoy seguro de que Irán querrá hablar pronto”, reza uno de los últimos tuits del Presidente, en línea con sus versos de los últimos días, durante los cuales llegó a admitir que “sólo queremos que Irán no tenga armas nucleares”. Una posibilidad que, paradójicamente, certificaba el pacto atómico del que EEUU se retiró hace un año, reimponiendo unas sanciones que han golpeado a los iraníes y enervado a los más recalcitrantes.
Precisamente, uno de los comentarios recurrentes de Irán, ante la posibilidad de dialogar con EEUU, es que Washington regresara al acuerdo y levantara todas las sanciones. A fin de meter presión, Irán anunció la semana pasada la renuncia escalonada a algunos de sus compromisos. Fue su forma de forzar a la UE a una negociación sobre cómo lograr que Bruselas, firmante del acuerdo, tome medias para confrontar unas sanciones que están imposibilitando que la Unión Europea cumpla con su parte del pacto.
Tal escenario da a entender que Irán, que tradicionalmente ha dialogado con Estados Unidos a través de países mediadores – los primeros pasos del acuerdo atómico de 2015 se realizaron mediante Omán, lo que desembocó en un contacto directo inaudito entre John Kerry y Mohamed Yavad Zarif – quizás podría plantearse otras formas de alcanzar la Casa Blanca, no bilaterales. Lo contrario es una escalada de tensión jaleada por los halcones de la Casa Blanca y algunos espadas en la nomenklatura iraní.
“Este es el momento más decisivo para la Revolución Islámica, porque el enemigo ha venido al campo de batalla con todas sus capacidades a su disposición”, dijo el miércoles el general de Division Husein Salami, recién colocado al frente de la poderosa y rigorista Guardia Revolucionaria. Salami añadió, según la agencia Tasnim, que “los enemigos de Irán llegaron al final del camino” y que, “a pesar de su apariencia ostentosa, padecen osteoporosis”.
Sin embargo, el Líder Supremo iraní, Ali Jamenei, desdeñó la retórica de Washington. “No habrá ninguna guerra. La nación iraní ha elegido el camino de la resistencia”, afirmó, frente a un grupo de políticos, funcionarios y acólitos, según la agencia semioficial IRNA. “No buscamos una guerra, ni ellos tampoco. Saben que no es de su interés”. Pero las líneas de teléfono entre Teherán y Washington siguen aparentemente rotas y, la desconfianza mutua, al alza.
REINO UNIDO ELEVA EL NIVEL DE ALERTA
Hasta ahora los socios europeos de Washington habían recibido con reservas las advertencias de EEUU sobre la amenaza de un ataque iraní en Irak. Un día después de la retirada del personal no esencial de las representaciones diplomáticas de EEUU en el país árabe, Reino Unido mueve ficha. Londres ha elevado el nivel de alerta de su tropas y diplomáticos en Irak, ha avanzado este jueves la televisión Sky News.
Reino Unido también ha decidido extender la alerta a su personal y familiares en Arabia Saudí, Kuwait y Qatarante lo que consideran un incremento del riesgo de seguridad procedente de Irán. La cadena cita a una fuente de Exteriores británico que considera que existe “una mayor probabilidad de que Irán o sus agentes próximos emprendan alguna acción contra intereses británicos, estadounidenses o de otros países aliados en la región de un modo que pueda ser negado para evitar desencadenar una guerra total”.
Los objetivos, sostienen fuentes británicas mencionadas por Sky News, sería alguna instalación petrolera u otra infraestructura civil. La misión, agregan, sería causar una interrupción pero sin que el ataque pudiera vincularse con la República Islámica y provocar una respuesta estadounidense. El propósito último, a su juicio, sería lanzar un mensaje de protesta por las nuevas sanciones impuestas por Washington contra Teherán y presionar para que sean mitigadas.
La decisión de Londres se produce apenas dos días después de que el mayor británico Christopher Ghika, vicecomandante de la coalición internacional contra el IS, asegurara que no se había producido “un aumento en las amenazas de fuerzas respaldadas por Irán en Irak o Siria”. La declaración negando la supuesta amenaza, esgrimida por Washington para justificar el aumento de su presencia militar en la zona, fue respondida poco después por el comando central de EEUU en un comunicado.
Fuentes del ministerio de Defensa señalan ahora en declaraciones a Sky News que la decisión se tomó antes incluso de la intervención de Ghika. El militar estaba al tanto del riesgo y de los últimos informes de inteligencia pero no estaba autorizado para desvelar la información por lo que adoptó un tono más cauto en lo que algunos entendieron como un rifirrafe entre Londres y Washington a propósito de la escalada de tensión con Irán.
Reino Unido tiene ya planes de contingencia ante el posible escenario de una retirada de personal de alguno de los países del golfo Pérsico afectados por el aumento del nivel de alerta aunque las fuentes consultadas por la televisión británicas insisten en que se hallan en una etapa muy inicial y que, de momento, son medidas de precaución. Este miércoles, horas después del movimiento estadounidense, Holanda y Alemania suspendieron sus misiones de adiestramiento de fuerzas locales en Irak.
La diplomacia británica está tratando de aplacar la escalada. El secretario de Exteriores de Reino Unido, Jeremy Hunt, mantuvo este miércoles una conversación telefónica con su homólogo del sultanato de Omán, una ex colonia británica emplazada en la península Arábiga que mantiene buenas relaciones con Teherán – con la que comparte control del estratégico estrecho de Ormuz- y desempeñó un papel clave en el acuerdo nuclear rubricado en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (EEUU, Rusia, Reino Unido, Francia, China y Alemania). “Todos queremos evitar una escalada”, coincidieron ambos interlocutores.