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Mujeres de Somalia desafían tradición y religión en cancha de fútbol

ElUniverso, 25 de Marzo, 2018

En la
capital somalí Mogadiscio, poco después del amanecer, cuando el calor es aún
soportable, un grupo de mujeres llega a una cancha de fútbol y se quita los
hiyabs para vestirse con camisetas verdes o azules.
Para las
mujeres, llevar pantalones, shorts o camisetas en público sigue siendo
un tabú
en Somalia, donde las autoridades islámicas estiman que la ropa deportiva
no es
apropiada. AFP
Las
Golden Girls piensan más allá de la ropa que visten y dan muestras de optimismo
y ambición cuando toman un balón. AFP 
 
Las
chicas saltan al campo a realizar ejercicios con gruesas medias bajo los
pantalones cortos para ocultar sus piernas y gorritos para esconder su cabello,
pero aún así no se libran de la mirada reprobadora de un puñado de hombres
jóvenes, impactados por una vestimenta demasiado ceñida para la sociedad
somalí.
Siempre
con una sonrisa, conscientes de su papel de pioneras, zigzaguean entre conos de
colores, realizan series de abdominales y se pasan un balón desgastado en un
terreno de césped sintético. Todo a menos de 200 metros de un puesto de
seguridad vigilado por hombres fuertemente armados.
Con su
actividad futbolística, estas muchachas no solo desafían a una sociedad
musulmana muy conservadores, sino que también hacen frente al miedo,
omnipresente en Mogadiscio, de los islamistas shebab.
Afiliados
a Al Qaeda, estos últimos realizan con regularidad atentados mortíferos y
condenan toda actividad lúdica como el fútbol… todavía más si es practicada
por mujeres.
“Es
evidente que tenemos miedo pese a llevar ropa gruesa encima de los pantalones
cortos y de las camisetas de camino al terreno de juego”, dice Hibaq Abdukadir,
de 20 años, una de las 60 futbolistas que se entrenan para el Golden Girls
Center de Mogadiscio, el primer club de fútbol femenino del país.
“Cuando
las chicas vienen a entrenarse, tenemos que organizar el transporte para
traerlas aquí y después llevarlas a sus casas, porque son chicas y pensamos en
su seguridad”, añade Mohamed Abukar Ali, de 28 años, que fundó el club al darse
cuenta de que no existía un equipo femenino en el país.
“Creemos
que ha llegado la hora y que tenemos que tener el coraje de pensar libremente”,
insiste Abukar Ali, que aspira a conseguir que su club tenga a las “primeras
jugadoras somalíes profesionales”.
Sohad
Mohamed, de 19 años, explica su experiencia: Hace siete meses que juego al
fútbol, pero mi familia lo sabe desde hace solo dos meses. Lo oculté a mi madre
porque no me hubiese dejado jugar al fútbol. Ahora lo acepta y algo es algo,
pero el resto de mi familia no está contenta.
Un
curioso, Mohamed Yahye, dice que “no hay nada malo en que las mujeres jueguen
al fútbol, aunque lo único que deberían cambiar es la ropa, ya que deberían
llevar algo menos ceñido”. (I)

Hay
tantos desafíos… ya sea la seguridad o la falta de recursos… Pero esto no
va a desanimarnos en nuestra ambición de crear clubes de fútbol femenino en
este país”.
Mohamed
Abukar Ali, Fundó el club