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Una moneda propia para una Escocia independiente

El Español,
26 mayo, 2018

La
premier Nicola Sturgeon está barajando la posibilidad de acuñar su propia
moneda si consigue con eso dar un impulso a un nuevo referéndum.
Nicola
Sturgeon, primera ministra de Escocia. Efe

La
propuesta de crear una moneda propia para una Escocia independiente, recogida
en el nuevo programa económico del Partido Nacionalista Escocés (SNP), ha
reabierto el debate sobre la viabilidad que tendría un estado escocés en la
escena internacional de romper con el Reino Unido. Desde que el brexit triunfó
en el referéndum de 2016, el movimiento independentista ha apostado por la
posibilidad de volver a las urnas al argumentar que la salida de la Unión
Europea (UE) cambia el escenario político, y sobre todo económico, y avala la
convocatoria de una nueva consulta, tras la celebrada en 2014.

Entonces,
el 45% apoyó la independencia frente al 55% que optó por permanecer en el Reino
Unido, una cifra que, según apuntan los sondeos recientes, no ha variado de
forma significativa.
La
propuesta económica que defendió el SNP fue la de conservar una alianza
económica con el Reino Unido, de modo que se siguiese utilizando como moneda la
libra esterlina, lo que implicaba continuar bajo el paraguas del Banco de
Inglaterra, que fija los tipos de interés y dicta la política monetaria de todo
el país.
Los
analistas coinciden en que la economía fue un asunto clave en 2014 e hizo que
la balanza se inclinase en contra de la separación. El SNP tomó nota de ello,
explicó a Efe el analista del Centro Escocés de Relaciones Europeas, Anthony
Salamone, y desde que en 2016 el brexit sembrase la idea de un nuevo
plebiscito, la comisión de crecimiento empezó a diseñar este plan,
publicado  bajo el título Escocia, un nuevo argumentario para el optimismo.
Su
objetivo, según Salamone, es “persuadir a los indecisos” para que
tengan la certeza de que “sus finanzas estarán seguras” y lograr
ensanchar así el apoyo a la independencia. “El SNP es consciente de que no
puede convencer a una mayoría sin tener un buen argumentario económico.
Aparentemente no hay una mayoría de gente en Escocia dispuesta a apoyar la
independencia solo en base a unos ideales, sino que necesita estar convencida
de que habrá estabilidad económica”, sostuvo.
En esta
línea, opinó el experto, se enmarca la propuesta de crear una nueva moneda que
se instauraría tras un periodo, de al menos una década, en que se continuaría
usando la libra esterlina. Durante la transición, que serviría para
proporcionar certeza y estabilidad, Escocia, que ya sería un país
independiente, seguiría ligado económicamente al Banco de Inglaterra.
Para el
profesor Graeme Roy, experto en Economía del Fraser of Allander Institute,
contar con una divisa propia “es bueno a largo plazo porque permite crear
una política monetaria aunque, tener una moneda diferente a la del Reino Unido,
que es un mercado muy grande, jugaría un papel destacado por el valor de cambio
entre ambas”.
Una
moneda propia, contó este experto, “implicaría ciertas oportunidades, pero
también algunos riesgos”. A la citada conveniencia de marcar una política
monetaria acorde a las necesidades de la economía local, se contrapone, según
explicó, el hecho de que las empresas escocesas tendrían que cambiar de moneda
(y enfrentar costes de transacción y riesgos en el tipo de cambio) cuando
vendan al Reino Unido y a nivel internacional. Un riesgo similar enfrentarían
también los ciudadanos en sus operaciones financieras domésticas.
La nueva
divisa escocesa estaría también expuesta a la credibilidad que le otorgasen los
inversores internacionales -prosiguió Roy- por lo que Escocia debería contar
con elevadas reservas de dólares como lo hacen otros países, algo que no es
fácil si la región continúa registrando déficit en su balanza comercial.
En el
terreno político, Salamone consideró “interesante” que la ministra
principal escocesa, Nicola Sturgeon, haya querido relanzar ahora el debate
sobre un nuevo referéndum de independencia teniendo en cuenta que ya ha dicho
que se pronunciará sobre esta cuestión antes de finales de año.
A su
parecer, esto responde “a las presiones que recibe por parte de los
miembros y militantes de su formación”, muchos de los cuales querrían una
pronta convocatoria, mientras espera a que las negociaciones sobre el brexit
arrojen resultados que puedan ser utilizados “para avivar el discurso
independentista”.
“Sturgeon
está preparando el terreno ante un posible anuncio, aunque todavía es muy
incierto si lo hará, porque no solo depende de la autorización del Parlamento
escocés, sino que el Gobierno británico debe estar de acuerdo y Theresa May no
parece muy dispuesta a facilitarlo en breve”, opinó.