Provocación en Jerusalén: reprimen a palestinos y habilitan marcha de la derecha israelí
La Izquierda Diario, 5/10/2021. La policía de Israel dio luz verde a una movilización por Jerusalén que los israelíes realizan cada año para reivindicar su soberanía sobre toda la ciudad. Se trata de una provocación absoluta y tras varias jornadas de represión a los palestinos en la ciudad.
La movilización de israelíes conocida como “Día de Jerusalén” pasará por la Ciudad Vieja, la antigua ciudadela amurallada que se ubicada en Jerusalén este y alberga el sitio más sagrado del judaísmo y algunos de los lugares más santos del islam y el cristianismo.
La habilitación de la marcha, es una verdadera provocación de parte del Estado sionista y el Ejército israelí tras varias jornadas de represión a los palestinos durante las últimas semanas y de ataques directos de los colonos y la extrema derecha que hasta llega a atropellar a grupos de palestinos.
Durante el mes de Ramadán, escalaron los enfrentamientos entre la policía de Israel y los palestinos. Desde el viernes, ha habido enfrentamientos todos los días en Jerusalén Este, a las afueras de la Ciudad Vieja. Las confrontaciones ocurrieron incluso el sábado 8 de mayo, cuando los palestinos musulmanes realizaban evento más importante de todo el Ramadán: la noche santa de Laylat al-Qadr. Miles de personas se habían congregado el último viernes de Ramadán y muchos se quedaron para protestar contra los desalojos de palestinos que se vienen produciendo en el barrio de Sheikh Jarrah.
El Estado de Israel ocupó el territorio de Jerusalén este junto a otras áreas con aldeas de Cisjordania tras la guerra en 1967 y luego se la anexionó. Lo hizo como parte de su plan de declarar a Jerusalén como capital del Estado de Israel. Para ello le dio a los residentes árabes el estatus de “residentes permanentes” de Israel, como si todos ellos no vivieran allí desde antes de la anexión israelí. Desde ese entonces el lugar se convirtió en centro de conflictos, ya que allí se encuentran los lugares sagrados del islam (y otras religiones).
Los palestinos aspiran a hacer de Jerusalén este la capital del Estado independiente que quieren fundar en el resto de Cisjordania, también ocupada por Israel, y en la Franja de Gaza, territorio separado de Cisjordania por el del Estado judío.
La jornada de este lunes será doblemente volátil. En primer lugar porque se va a celebrar una audiencia con el fin de definir el desalojo de familias palestinas que viven en el lugar y además porque esta prevista la celebración del desfile anual del llamado Día de Jerusalén, en el que los israelíes caminan por la Ciudad Vieja y por lugares sagrados tanto para el islam como para el judaísmo con un único propósito: celebrar la guerra del Medio Oriente de 1967 desde la cual se anexaron esa zona. Una provocación absoluta.
La policía israelí autorizó la marcha de mañana pese a varios días de tensiones y enfrentamientos entre israelíes y palestinos en la Ciudad Vieja, que se agravaron este fin de semana.
Más de 250 personas resultaron heridas la noche del viernes y anoche dentro de la Ciudad Vieja y sus alrededores cuando la policía trató de desalojar a decenas de miles de palestinos que habían ingresado al recinto para orar cerca de una de sus mezquitas.
La represión des sábado terminó además con 29 palestinos detenidos, informó el diario israelí Haaretz, que citó a fuentes policiales.
Además, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció hoy que hasta 29 niños, entre los que se encontraba uno de un año, resultaron heridos en los disturbios y que al menos ocho menores habrían sido detenidos, además del bloqueo para el ingreso de la ambulancia a la zona de la protesta.
El desfile de este lunes marca la ocupación de Jerusalén este por parte de Israel y suele contar con la asistencia de nacionalistas de extrema derecha y colonos que atraviesan el sector musulmán de la Ciudad Vieja hasta el Muro de los Lamentos, el sitio más sagrado para los judíos.
El evento anual es ampliamente percibido como provocador, y el desfile de este año llega en un momento particularmente volátil.
Para echar más leña al fuego y coronar la provocación, el primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró este domingo que Israel “no permitirá que ningún extremista desestabilice la calma en Jerusalén. Haremos cumplir la ley y el orden”.