El informe semestral de la DIA (Dirección de investigaciones antimafia) presentado al Parlamento italiano. “Las organizaciones delictivas tienen la liquidez necesaria para financiar la ayuda social y las empresas, y luego fagocitarlas”. La industria agroalimentaria y los juegos son los sectores de mayor riesgo de infiltración.

Tradotto da María Piedad Ossaba

La pandemia representa para las mafias una oportunidad de enriquecimiento y expansión comparable “a las tasas (de crecimiento que un contexto de posguerra sólo puede ofrecer”: este es el escenario que se desprende del informe semestral de la Dirección de Investigaciones Antimafia presentado ayer al Parlamento. El Ministerio del Interior firmó, en las mismas horas, el decreto de 3.500 millones de euros destinado a las autoridades locales, asegurando que “se prestará la mayor atención a la posible infiltración criminal” en las administraciones públicas. El riesgo es que los fondos terminen en los bolsillos de los clanes, dejando a partes de la población sin ninguna cobertura. Una situación que podría “poner en peligro la acción de contención social que el Estado, a través de sus puestos de asistencia, prevención y represión, ha garantizado hasta ahora, aunque sea con dificultades”, lo que ha generado problemas de orden público. Las mafias, en cambio, son capaces de proporcionar un “bienestar (welfare) alternativo” a aquel, reducido al mínimo, del Estado y pueden, al mismo tiempo, trabajar para “exacerbar los espíritus” en aquellos sectores de la población que sienten “el estado de pobreza al que se enfrentarán”.

El impacto causado por el virus, señala la DIA, tuvo un impacto directo en una economía ya en crisis y redujo aún más la liquidez disponible. El informe plantea un doble escenario: en un primer momento, a corto plazo, las organizaciones mafiosas tenderán a consolidar, sobre todo en el Sur, “su consenso social”, formas de asistencia que se capitalizarán en las futuras competiciones electorales. Un apoyo que también incluirá préstamos de dinero a los propietarios de pequeñas y medianas empresas, con la perspectiva de fagocitar a los más débiles”.

En el segundo escenario, a mediano y largo plazo, “las mafias, especialmente la ‘ndrangheta’, querrán seguir destacando su papel de actores, fiables y eficaces también a escala mundial. La economía internacional necesitará liquidez y las pandillas irán al encuentro de los mercados, que necesitarán inyecciones financieras”. También es posible que “las empresas medianas y grandes se vean obligadas a explotar la difícil situación para eliminar a otros antagonistas aprovechando las estructuras mafiosas”. Y tal vez otras empresas en dificultades recurrirán a la financiación de las pandillas”. Por último, la simplificación de los procedimientos de licitación “podría favorecer la infiltración de los grupos mafiosos en el aparato administrativo”.

En 2019 fueron disueltas por mafia 51 entidades locales (más dos agencias provinciales de salud): 25 en Calabria, 12 en Sicilia, 8 en Apulia, 5 en Campania y una en Basilicata, el número más alto desde 1991. En 2020 se añadieron otros seis, entre ellos Saint-Pierre en el Valle de Aosta, el primer caso en esta región. Los sectores de riesgo son numerosos, desde la salud hasta las obras públicas, y los juegos de azar, un sector que, después del tráfico de drogas, “garantiza el mejor rendimiento de la inversión con una menor exposición a los riesgos”. El sector agroalimentario es una de las áreas preferidas de las mafias: con el sector de la restauración que corre el riesgo de un desplome de 34.000 millones de euros en 2020 y con el hampa que ha llegado a controlar al menos 5.000 locales, una de las áreas prioritarias de inversión para la delincuencia, que está fagocitando bares, restaurantes y pizzerías.

Sobre la liberación de los jefes mafiosos, la Dia es clara: “Cualquier medida de ejecución de pena alternativa a la prisión representa un punto vulnerable en el sistema antimafia”. En el Lacio, el informe se refiere a un “escenario complejo”. Roma y su provincia “constituyen un caso único en el panorama nacional, una especie de laboratorio criminal, en el que las mafias tradicionales proyectadas interactúan con asociaciones criminales autóctonas, muchas de las cuales se caracterizan por el método mafioso”.

La ‘ndragheta calabresa con vocación empresarial sigue siendo el líder del tráfico de drogas, “con una fuerza cada vez mayor a nivel internacional. Una organización que sigue creciendo células criminales fuera de su lugar de origen, hasta llegar al Valle de Aosta”. En cuanto a las organizaciones extranjeras, en el Sur “actúan de manera subordinada”, en el Centro-Norte “se han independizado, llegando a ser dominantes en algunas áreas”.

Las transacciones financieras sospechosas en el segundo semestre de 2019 se refieren principalmente a las transferencias de fondos (remesas) (37%) y, por consiguiente, a las transferencias (15%). El mayor número se registró en las regiones del norte (28.152), seguidas de las regiones del sur (18.384). La región del Véneto fue elegida por las mafias “para el desarrollo del tráfico delictivo transnacional y para el blanqueo de dinero, realizado mediante la infiltración en las licitaciones, utilizando técnicas de evasión fiscal, favorecidas por la zona gris de los empresarios y profesionales”. Finalmente, es el director de la DIA, Giuseppe Governale, quien explica: “Debemos eliminar la asfixia burocrática, debemos controlar pero también asumir una estrategia de prevención antimafia que sea adaptativa”.