Menor de ocho años trabajaba cuidando al bebé de una pareja que prometió brindarle educación. Su muerte pone en evidencia la atroz explotación infantil en Pakistán.

Horror e indignación por el crimen de una menor en Pakistán. Zohra Shah, una niña de ocho años, sucumbió a las heridas después de ser brutalmente torturada por la familia para la que trabajaba, tras liberar por error a dos loros.

De acuerdo a ARY News, el incidente ocurrió en Rawalpindi, al norte del país. La pequeña, originaria de otra ciudad, trabajaba desde hacía cuatro meses como “cuidadora del bebé” de la pareja.

Al emplearla, ellos habían prometido brindarle educación. El domingo 31 de mayo, Zohra Shah abrió la jaula de las aves exóticas de sus empleadores y los pájaros escaparon.

Ese mismo día fue torturada por Hassaan Siddiqui y su esposa; y posteriormente llevada a un hospital, donde los médicos no pudieron salvarla. Tras ser capturados, ambos permanecen en custodia.

Zohra Shah pudo ser ultrajada

Según un informe policial citado por Pakistán Today, la niña tenía heridas en la cara, las manos, debajo de sus costillas y piernas; además de los muslos, lo que sugiere que pudo ser agredida sexualmente.

La Policía ha enviado muestras para un examen forense para confirmar, pero aún no ha recibido información. El cuerpo de Zahra fue entregado a su familia tras la autopsia, cuyo resultado reveló que había muerto por la gravedad de las heridas.

Bajo la etiqueta #JusticeForZohraShah, el incidente ha reavivado una discusión sobre la explotación de menores y las leyes de trabajo infantil en Pakistán.

“Hablaremos de eso. Eso debe acabar”, comentó la senadora Sherry Rehman, del Partido Popular Pakistaní.

Por su parte, la ministra federal de Derechos Humanos de Pakistán, Shireen Mazari, detalló que un abogado estaba investigando el caso y que la pareja acusada estaba en prisión preventiva por cuatro días.

El desamparo de los niños en Pakistán

Mazari añadió que la cartera recomendó enmendar la Ley de Empleo de Niños para incluir una ley que declare que “los trabajos domésticos de menores son peligrosos”.

La ONG Humanium señala que Pakistán tiene más de 80 millones de niños y sufre para satisfacer sus necesidades. Los menores son vulnerables a varios desafíos de desarrollo que afectan su salvaguarda, incluidos calidad de la educación, prevención de la explotación sexual, trata de niños, matrimonio y trabajo.