“Sus vidas corren peligro y deben ser liberados”. Así resumen ONG y activistas de derechos humanos la situación de decenas de presos políticos saharauis hacinados en cárceles marroquíes que corren un grave riesgo de contagio con el covid-19. Desde hace muchos años, los presos y sus familiares han denunciado condiciones “inhumanas” en estas prisiones; ahora la escasez de ventilación y de atención médica se suman al hacinamiento como factores de riesgo de infección.

En una carta dirigida a Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados; Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a los 15 miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, colectivos como Por Un Sáhara Libre y El Movimiento por los presos políticos saharauis (MPPS) exigen acciones inmediatas para garantizar la protección a los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes ante la pandemia.

Los colectivos denuncian que “los presos políticos saharauis en las cárceles marroquíes, la mayoría de los cuales se encuentran en Marruecos y no en el Sáhara Occidental, son víctimas de malos tratos, tortura y negligencia médica intencional”. También advierten que “en el contexto de esta pandemia, son objetivos fáciles para el régimen marroquí y existe una necesidad urgente de intervenir para su protección”.

Las cárceles marroquíes son los lugares más propicios para la propagación del coronavirus, donde miles de presos viven hacinados en unas situaciones deplorables. La salud de los presos no importa a la administración de las cárceles. Y esto es algo coherente porque, de no ser así, no les torturarían ni les tendrían sin higiene y les llevarían al médico cuando se ponen malos.

Mientras tanto, el nuevo coronavirus continúa su expansión mundial. En Marruecos aumentan los casos, afectando a unas 642 personas de las que 37 han perdido la vida. En el Sáhara Occidental ya se han confirmado que hay 2 casos de personas infectadas por covid-19. Los saharauis están en cuarentena.