Aunque el Gobierno de EE.UU. prohibió la creación de algún tipo de registro oficial de muertes por arma de fuego, estudios independientes señalan el 2018 como el año con más tiroteos en escuelas. 

Los constates tiroteos en las escuelas estadounidenses alcanzaron este 2018 un récord sin precedentes, tanto en el número de incidentes como en el grado de perjuicios.

La cifra de este tipo de incidentes es difícil de contabilizar con exactitud ya que el “Congreso de EE.UU. prohibió la creación de algún tipo de registro nacional de muertes por arma de fuego”, sin embargo, este jueves el Washington Post publicó un reporte que da cuenta de los incidentes violentos con armas en centros educativos desde 1999.

El medio destaca que en 2018, “se han registrado 25 casos de tiroteos en escuelas en el país, un total de 25.332 estudiantes estuvieron expuestos a este tipo de masacres, 94 alumnos recibieron disparos, entre ellos 33 muertos y 61 heridos”. Estas cifras representan un registro récord de este tipo de incidentes en dos décadas.

Estas acciones violentas obligan al cierre de los centros educativos ysuspensión de las clases. Solo en el pasado año escolar más de un millón de niños de la escuela elemental fueron testigos de un incidente, de los cuales 220.000 acudían al jardín de infantil y tenían menos de siete años. 

De acuerdo con algunos estudios, los atacantes tienen “problemas psicológicos” y muestran “un comportamiento inestable”, pero cada vez son más los tiroteos registrados sin que las autoridades tomen acciones que los eviten.

Estos tiroteos han causado indignación en la población estudiantil de Estados Unidos, y en reiteradas ocasiones han realizado masivas movilizaciones para exigir un mayor control en la venta de armas de fuego.

El pasado mes de febrero maestros, estudiantes y profesores se reunieron con Donald Trump en la Casa Blanca luego de un tiroteo en una escuela en Florida, donde murieron 17 estudiantes.

Tras la solicitud de regular el uso de armas, el mandatario sugirió que “los maestros porten armas”, sin dar respuesta a la exigencia de control de armas de fuego, que dejan en el país al menos 30.000 muertes cada año.

Se calcula que en EE.UU. por cada diez habitantes hay nueve armas de fuego, siendo la proporción más alta del mundo y los tiroteos, aparte de escuelas, también se registran en iglesias, cines, conciertos, templos, discotecas, universidades y otros espacios públicos.