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Más de 75 muertos en los bombardeos del régimen sirio contra el enclave rebelde de Guta Oriental

AGENCIAS 20 FEB 2018

Este lunes al menos 77 civiles, entre ellos 20 niños, han perdido la vida bajo las bombas que la ofensiva de Bachar el Asad lanza sobre esta zona, donde la llegada de nuevas tropas augura una ofensiva terrestre inminente, según ha informado el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). “El régimen bombardea intensamente Guta Oriental en vistas a una ofensiva terrestre”, ha afirmado el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos también ha dado cuenta de unos 300 heridos durante los ataques realizados por la fuerza aérea siria y por la artillería desplegada en torno del enclave. Según esta ONG, 20 civiles han muerto en los ataques del lunes en Hamuria y otros nueve en Saqba. El resto han fallecido en otras zonas bombardeadas.
El ejército sirio intenta desde 2012 retomar el control de esta región del este de Damasco, último bastión rebelde alrededor de la capital. “El destino de Guta es desconocido, solo tenemos la misericordia de Dios y nuestros sótanos donde nos escondemos”, ha dicho a la agencia de noticias AFP Ala Al Dine, un habitante de Hamuria. “No nos queda otra alternativa”, ha asegurado mientras temía una ofensiva inminente del régimen.
El pasado 5 de febrero, el régimen lanzó una ofensiva aérea de una intensidad sin precedentes en la zona que en cinco días dejó unos 250 muertos entre los civiles y centenares de heridos. El jueves 8 de febrero, por ejemplo, fue una jornada trágica para Guta Oriental, con más de 75 fallecidos, entre ellos una veintena de menores. El bombardeo de un mercado en la localidad de Arbin se saldó con la muerte de más de 20 civiles.


Las sucesivas oleadas de la aviación del régimen de Bachar el Asad dificultaron los trabajos de rescate de personas atrapadas entre las ruinas y la distribución de ayuda humanitaria. Los grupos de socorristas de la defensa civil llamados Cascos Blancos denunciaron haber sufrido ataques mientras acudían en auxilio de víctimas.

Según el OSDH, este fin de semana hubo negociaciones para evacuar de la zona al grupo yihadista Hayat Tahrir Al Sham, pero fracasaron. “El fracaso de las negociaciones marca el principio de una ofensiva”, ha dicho Abdel Rahman. El territorio sitiado, controlado por el grupo rebelde Ejército del Islam y el antiguo Frente al Nusra (filial de Al Qaeda), ha sufrido las más graves consecuencias del conflicto.


En agosto de 2013, cuando el régimen se encontraba acorralado por una ofensiva de la oposición contra Damasco, un ataque con gas nervioso sarín causó al menos un millar de muertos en Guta Oriental. Fue la intervención más grave con armas prohibidas registrada en toda guerra. La comunidad internacional impuso a El Asad la entrega su arsenal químico para que fuera destruido.

El interminable asedio ha agravado en particular la situación humanitaria en Guta Oriental. El pasado mes de diciembre, tres decenas de enfermos en estado crítico pudieron ser evacuados desde el enclave a hospitales de la capital con la mediación de la ONU, que registraba entonces 720 casos que precisaban una evacuación urgente.
Los 400.000 habitantes del mayor cerco de civiles sirios en los alrededores de Damasco han sido excluidos de los llamados “acuerdos de reconciliación local”,que el régimen ha ofrecido en los dos últimos años a los rebeldes que se desarmen y abandonen sus feudos.


La oposición ha denunciado que estos pactos han sido alcanzados con insurgentes ya vencidos por el hambre, y que solo han contribuido a expulsar de los enclaves suníes en zonas alauíes (rama del islamismo chií) en poder del Gobierno.