El mensaje del padre de Ekai, el joven transexual vasco que se quitó la vida
HÉCTOR LLANOS MARTÍNEZ 19 FEB 2018 |
Ekai Lersundi, un joven transexual de 16 años, luchaba junto a sus padres para que se reconociera su identidad.
Se suicidó la semana pasada en Ondarroa (Bizkaia). Llevaba un año esperando sin éxito a recibir un tratamiento hormonal. La Asociación de Familias de Menores Transexuales Chrysallis Euskal Herria ha compartido en sus redes sociales una carta firmada por su padre, Elaxar Lersundi. “Sé que tu ida no será en vano. Espero que tú seas el último”, dice en el texto.
La carta se ha compartido más de 4.000 veces en sus primeras 24 horas de publicación desde la cuenta de la asociación. Este es el contenido íntegro.
Pensaba que era más fuerte y duro de lo que soy pero, aun así, respeto tu decisión de irte cuando tú has elegido.
No lo comparto y me gustaría maldecirte por lo que has hecho y nos has hecho, pero tan solo puedo seguir queriéndote, no más que antes, ya que no se puede querer más de lo que te queríamos.
Era un genio en todo, escribiendo historias, dibujando, halando en idiomas, en fotografía, etc., etc., etc.. Incluso, a nuestro pesar, también has sido un genio al lograr tu meta y tu paz.
Sé que tu ida no será en vano y, como tú lo decías mil y una veces, en muchas cosas, que al menos sirva para allanar el camino a los que vengan por detrás.
Espero que tú, mi genio, EKAI, seas el último.
GERO ARTE, EKAI!
Ama, Iradi eta neu, muxuk (Mamá, Iradi y yo, besos)!
“Desde hace un año, los padres de Ekai comenzaron a informarse sobre la transexualidad. Se han volcado mucho en apoyar a su hijo y a la asociación en este tiempo. Nos pedían permiso hasta para asistir a formaciones pensadas para profesionales”, comenta a Verne por teléfono Bea Sever, portavoz de Chrysallis Euskal Herria.
Una de cada 1.000 personas es transexual en España, según datos de la Asociación de Familias de Menores Transexuales. El número de suicidios entre las personas transexuales durante su adolescencia es alrededor de un 30% más alto con respecto a otros jóvenes de su edad.
“El protocolo para obtener el tratamiento hormonal es muy estricto y está condicionado por el dictamen de médicos y psiquiatras. Normalmente, se autoriza a partir de los 16 años, pero para Ekai ya llega tarde”, ha comentado Sever al diario El Correo.
Hace un año, la iniciativa de Chrysallis que mostraba a “niñas con pene y niños con vulva” generó polémica entre el sector conservador de la sociedad española. Inspirado en esta campaña informativa, Hazte Oír fletó el autobús naranja tránsfobo que recorrió ciudades españolas y extranjeras.