Exiliado argentino se suicida en Italia
“Les pido a todos, sinceramente, disculpas por los problemas reales y burocráticos que creo (policía, bomberos, amigos destinatarios de este mensaje, etc). Tendrán que entrar desde la calle y utilizar algo para cortar la cadenilla de seguridad de la puerta de entrada….”, escribió Eduardo “Pacho” Dellagiovanna en un correo electrónico enviado el sábado 7 poco antes de suicidarse.
“La desesperación en público: el suicidio de un exiliado argentino”, tituló el Corriere della Sera en su edición de Brescia -la ciudad donde residía Dellagiovanna-. El diario italiano dice que la muerte del ex militante del ERP habría pasado inadvertida “si no fuera que él mismo decidió hacer pública su desesperación enviando un mail a Radio Onda d’Urto”.
“Políticas y sistema de gobierno deciden cómo debo morir, si de hambre o de deudas; me han quitado la ilusión de que la vida aunque difícil es bella”, escribe Dellagiovanna en su último mensaje, en el que, además de hacer un relato de los padecimientos de los últimos tiempos, pide ser cremado en “una ceremonia laica” y ruega que no se sacrifique a sus gatos -la última compañía que le quedaba, tras el fallecimiento de su mujer- y que en lo posible no se los separe.
La nota, escrita en castellano, fue traducida por los medios italianos, lo que muestra el impacto que produjo.
Dellagiovanna llegó a Italia a fines de los años 70, como tantos otros argentinos que por tener ascendencia italiana, eligieron ese país como destino escapando de la represión.
Había militado en el PRT-ERP, una organización guerrillera de impronta guevarista. En Brescia siguió participando en actividades de solidaridad y denuncia.
Antes de pegarse un tiro, envió la carta que se reproduce más abajo a una radio y a algunos amigos. Se trata de una verdadera requisitoria contra un sistema que le ha quitado -a él y a tantos otros- la posibilidad de vivir dignamente del propio trabajo. También interpela a funcionarios italianos que sostienen que se puede vivir con 350 euros por mes y que modificaron las leyes previsionales corriendo la edad mínima de jubilación, lo que dejó a Dellagiovanna con la perspectiva de tener que sobrevivir dos años más sin ingresos. A eso se suman la soledad y una complicada salud, pero lo esencial es la insoportable indignidad de no poder autosostenerse.
La carta, escrita en etapas, tiene varias posdatas. Una dice: “Hoy llamó el Banco” (que le reclama una deuda). Y la última: “Por favor, quien reciba este comunicado que informe a la/las autoridades pertinentes, no es una broma”.
La carta completa de Eduardo “Pacho” Dellagiovanna
Yo, Eduardo Dellagiovanna (más conocido con el apodo “Pacho” para los amigos) que estoy por cumplir 66 años (el 30/01 del 2017); desde Enero del 2015 entre vacaciones, permisos retribuidos, “cassa Integrazione” etc. no trabajo más. Imposible seguir con las colaboraciones externas (personalmente “colaborador de la Provincia de Brescia en el sector Transporte Publico” tramite Cooperativa Social), por la legislación y cortes de presupuesto políticos, por lo tanto desocupado “oficial” desde Junio 2015 y cobro un subsidio de desocupación (INPS – Naspi) que terminará en Abril o Junio del 2017, no lo sé exactamente (hoy no me interesa más); por lo tanto, luego de más de 34 años de contribuciones jubilatorias al Estado italiano, con las nuevas disposiciones legales en materia (¡gracias sra. Fornero!) [N.de la R: en referencia a la ministra de Trabajo de Italia, Elsa Fornero], estaría yo 18 meses sin la posibilidad económica de sobrevivir, pues no tendría ingresos hasta el momento en el cual la ley me permitiría percibir una jubilación.
Mi posibilidad real de poder encontrar una ocupación retribuida en Italia hoy, como para “llegar a la edad de la jubilación” es tan poco probable como ganar una lotería sin tener el número vencedor.
El último subsidio que he recibido (el 14/12/2016) ha sido de euros 599,00; como podrán imaginar, es completamente insuficiente. Cuando comencé a recibirlo era de 880 euros (aunque mi sueldo lindaba por los 1.300 mensuales y ya me costaba llegar a fin de mes, pero pagaba todas las facturas).
Leí en su Facebook (no sé si es verdad) declaraciones de un ministro Italiano que con 350 euros se puede vivir dignamente; el mismo que declaró que era mejor que los jóvenes se fueran al extranjero (esto sí es verdad pues se retractó públicamente), sin comentarios…., en tal caso, que pruebe él, que resulta cobra algo así como 10.000 euros mensuales, a explicarme como hago yo para pagar 380 euros de alquiler más luz, gas, agua, teléfono, préstamo bancario -180,00 mensual – y comer para sobrevivir?, gran sorete (sic)… me gustaría publicar mis reflexiones -condiciones de vida (por lo menos éstas que desgraciadamente comparto con millones de personas en este país y en el mundo) pero creo que me censurarían en Facebook; solamente para ver cuantos “likes” recibiría… y, naturalmente, que me conteste aunque sí yo no podré leer (su respuesta) porque para mi será “time over”…
Si a esta situación agrego mi estado fisico (la cardiopatía y el tumor en la cuerda vocal),mi estado psicológico; mi separación y posterior divorcio allá por 1997 (¿?), mi lenta pero segura adicción al alcohol (vino para ser claro y al tabaco 25/30 cigarrillos diarios), la enfermedad de mi compañera en el 2006 que terminó con su muerte cuando había cumplido dos días antes 44 años de vida (2009), el infarto resuelto con 3 by-pass en el 2010; el suicidio de mi segunda ex-esposa en ese mismo año, el tumor y operación de carcinoma en mi cuerda vocal en el 2013, la desocupación… creo que la conclusión (me refiero a mi acción) era y será evidente, la única posible. Quizá la he buscado por otros medios pero es un camino muy lento para mis necesidades actuales.
Después de todo, ¿qué me queda?, ¿qué pierdo, además de amigos entrañables y sinceros? He perdido mi autoestima y esto ha provocado que mi instinto de sobrevivencia (eros, caiga ante mi thanatos), de conservación escasee; cuando me despierto, lo que me empuja a levantarme es mi vejiga llena… y el apetito de mis gatos.
Psicológicamente, la falta de soluciones posibles y/o reales me agobia y deprime. Ha llamado mi banco (o la financiera) pues debo dos cuotas de préstamo (serán 3 el 27/01/17), las boletas que me llegan y, confieso, no son cifras exuberantes (quizá para un político o un ocupado sea diferente, pero para mí 1.000 ó 1.000.000 da lo mismo: cualquier cifra NO PUEDO PAGARLA). Simplemente porque no la tengo.
Perdonen el análisis superficial y repetitivo del sistema y causas… pero en este último momento, razono con los codos.
No tengo más ganas de vivir y tampoco incentivo para hacerlo; la cuestión empeora ya no de día a día, sino de hora a hora.
Tendría que hacerme una visita médica oculistica (hace 10 años que no lo hago, ¡veo malisimo!) pero no tengo dinero.
Tendría que consultar un dentista (tengo varios elementos en auto-expulsión por no hablar de una higiene dental); no tengo dinero.
Tendría que renovar mi permiso de tenencia de arma, pasaporte, vestuario, etc.; no tengo dinero.
Las facturas ya llegadas que tendría que cancelar en Enero 2017 (por no hablar de las ya vencidas): no tengo dinero para saldarlas.
Esto es mi vida hoy en un país “democrático” (con una constitución hermosa y desaplicada), donde un parlamentario (¿derecha- centro-izquierda?) –en 1 mes gana más de lo que yo gano en 1 año (¡NASPI no contempla ni siquiera un aguinaldo! ) y la soportación de esta realidad, situación (no solo en Italia) se me hace demasiado pesada. Políticas y sistema de gobierno deciden cómo debo morir, si de hambre o de deudas; me han quitado la ilusión de que la vida aunque difícil es bella; no sobrevivo con la sonrisa de un niño o la belleza de un atardecer/amanecer; este sistema me impone que si no pago y/o produzco, no sirvo, por lo tanto desaparezco.
Confieso, no me vencieron los militares argentinos, pero ya no puedo más. He subestimado al enemigo (sistema), no lo creí, no lo imaginaba tan inhumano y feroz (como diría [Eduardo] Galeano). De todas maneras no reniego absolutamente a toda mi historia militante en Sudamérica. En Italia, he militado por años en solidaridad y cooperación internacional, he conocido la generosidad humana de tantos italianos y no solo, pero generosidad real.
¿Debo pedir “ayuda” al municipio?, no creo que sea correcto, mi experiencia de vida por decirlo de alguna manera (entiéndanme, no es un momento en el cual pienso serenamente para expresar ideas y sentimientos): creo que lo correcto sea que lo que como y consumo, ¡tengo que ganármelo!
Posibilidades actuales en Italia en mi situación de ganármelo: ¡¡¡ninguna!!!
Lo lamento por esos amigos sinceros que me circundan; no los nombro por temor a no mencionarlos a todos y también a la propietaria de esta casa, la doctora A. V. a la cual dejo 7 meses de alquiler no saldado; realmente no lo merece pero no estoy en condiciones de pagar, simplemente no tengo el dinero ni posibilidad de haberlo.
Pido, (tampoco se bien a quién hacerlo) imagino a los Servicios Sociales del Municipio de la Ciudad de Brescia donde vivo y resido, dado que soy indigente y no tengo familiares en Italia, de ser cremado de manera más laica, simple y rápida posible, asimismo repito, me gustaría que mis gatos no sean sacrificados.
Nadie me ha sugerido esta solución; es el sistema vigente y mi impotencia que me produce lo que me lleva a tomar esta mi decisión, única posible. Esto es todo, seguramente mis amigos se encargaran de dar comunicación a los parientes que aún tengo en Argentina.
Les pido a todos, sinceramente disculpas por los problemas reales y burocráticos que creo (policía, bomberos, amigos destinatarios de este mensaje, etc).
Tendrán que entrar desde la calle y utilizar algo para cortar la cadenilla de seguridad de la puerta de entrada ( 1° piso, puerta de la derecha –vidrios y rejas, única), la segunda posibilidad es desde la calle, la ventana grande a la altura del balcón de mi vecino que dejaré abierta. No quiero dejar un arma a merced de la primera persona que ingrese en mi domicilio. En la caja-fuerte (abierta, encontrarán municiones).
(Recordaos de mi pedido por mis maravillosos gatos aunque será difícil y sobre todo que no los separen luego de 10 años de vida en común entre ellos).
Eduardo (Pacho) Dellagiovanna. – Vicolo del Moro, 15 – primer piso – Ciudad de Brescia (Centro Histórico). Para abrir el portón de entrada desde la calle, tendrán que molestar a algún vecino.
P.S. 1.: Ayer me han llamado del banco; para el 27/12 debería pagar 360,00 euros y llegó la factura de la energía eléctrica y el gas: 108 y algo de euros… no los tengo.
Me quedan ( hoy 06/01/2017) en mi C/C menos de 1,85 cents euros y en el bolsillo nada, he podido fumar gracias a la generosidad de Elizabetta ayer, a la comida de Beppe y 50,00 euros que me dejó Gigio la semana pasada… más los almuerzos pagados de Livio.
Como se podrá apreciar, no he escrito esto en un solo día, es casi como un diario.
Termino con un haikus del maravilloso escritor uruguayo Mario Benedetti:
“Después de todo
la muerte es solo un síntoma,
de que hubo vida…”
P.S. 2: Pido disculpas por el estado de la casa (limpieza, orden, etc.), como imaginarán, hace ya bastante tiempo que es lo que menos me preocupa.
Condividan [N. de la R: “compartan”] este último mensaje (si quieren) con quien consideren que le pueda interesar o cancélenlo.
Otra vez gracias y chau a todos.
Por favor, quien reciba este comunicado que informe a la/las autoridades pertinentes, no es una broma.
Pacho