General

Donald Trump, una incógnita para el destino del conflicto palestino-israelí

18 Enero 2017


Donald Trump, que el viernes jurará su cargo como presidente de Estados Unidos, puede ser un hombre clave para el conflicto palestino-israelí, pero está por ver si, como sus predecesores, tratará de solucionarlo acercando a las partes o si, por el contrario, lo complicará con controvertidas decisiones.

El sector más nacionalista de Israel se frota las manos con su elección porque la ven como una luz verde a sus aspiraciones más políticamente incorrectas que habían sido censuradas, o incluso vetadas, por el presidente saliente estadounidense, Barack Obama.

“Estamos abriendo una nueva página en nuestras relaciones con los estadounidenses”, manifiesta en ese sentido Beny Kashriel, alcalde del asentamiento de Maalé Adumim, uno los cuatro dirigentes colonos que han sido invitados a la investidura.

La derecha israelí cree que con Trump será mucho más sencillo construir en los territorios palestinos ocupados (en contra de resoluciones de la ONU como la 2334, aprobada en diciembre), promover su anexión y hasta lograr uno de los grandes sueños israelíes: el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, el primer país que lo haría desde 2006.

En la que podría ser una primera prueba sobre su presunta afinidad con el bloque nacionalista israelí, dos diputados llevarán al Gobierno el domingo próximo la propuesta de anexión de la colonia de Maalé Adumim.

Sin embargo, se trata de una afinidad en la que no todos los analistas están de acuerdo.