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México: “dichosos los muertos que ya no tienen que estar aquí”

por Desinformémonos, 1-11-2016

“No han parado los muertos ni la guerra absurda de Calderón, sacaron al ejército a las calles para corromperlos, porque salvo eventos como el 2 de octubre del 68, el ejército no era una institución de la cual tuviéramos que cuidarnos y ahora resulta que incluso la Marina Armada de México, que era impecable, está también acusada ante organismos internacionales por cometer delitos de lesa humanidad”, dijo a Desinformémonos el padre Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue Hermanos en el camino en Ixtepec, Oaxaca.

“Yo tengo muy poca fe en las autoridades, son irresponsables, no nos han cuidado. Es un gobierno que descuidó a la ciudadanía y se ha convertido en un peligro, buena parte del crimen organizado está conformado por servidores públicos y corporaciones. Vivimos un narco estado al que no podemos pedirle que nos cuide o nos vigile, sino más bien como ciudadanos tenemos que despertar. Ya ni siquiera merecen el beneficio de la duda, más bien como sociedad civil tenemos que organizarnos para cuidarnos y para irnos protegiendo no veo otro camino”, asegura el defensor de los derechos humanos.

De acuerdo a información de la propia Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) durante el sexenio de Felipe Calderón la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recibió 7, 441 quejas de violaciones a los derechos humanos cometidas por integrantes de las fuerzas armadas. “Tenemos que regresar al ejército a los cuarteles, tener una mejor policía, más capacitada, con mejor equipo, con mejores prestaciones para que de verdad sean servidores públicos, las policías son indispensables pero desgraciadamente quien les paga mejor es el crimen organizado”, afirma Solalinde Guerra.

“Hay denuncias en contra de integrantes de las fuerzas armadas por tortura sistemática, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, por más que quieran ocultarlo, el Estado comete esos delitos y él mismo se absuelve, porque están implicados generales de altos mandos, pese a ello la militarización de la seguridad pública continúa en el sexenio priista y los muertos no paran”, aseguró el también coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano.

La llamada “guerra contra el narcotráfico” lanzada por Felipe Calderón en diciembre de 2012 con el objetivo de “combatir al crimen organizado” derivó en el incremento de la violencia y la inseguridad, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2013, al finalizar el sexenio de Calderón 57.5% de la población encuestada manifestó como su principal preocupación la inseguridad. Las cifras oficiales indican registraron el asesinato de 47 mil 500 personas, mientras que familiares de víctimas y organizaciones no gubernamentales documentaron más 60 mil muertos.

“Este gobierno ha hecho incluso de la inseguridad uno de sus negocios más productivos, cuántos policías privados tiene. Eso es negocio de los políticos, nosotros tenemos tan solo 50 mil policías federales para cuidar a 110 millones, es absurdo. La inseguridad va a seguir porque un factor que está abonando a la violencia es la impunidad. En este país los delitos no se persiguen, se solapan, por eso dichosos los muertos que ya no tienen que estar aquí”, concluye Solalinde.