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Marruecos y la utilización torticera de los DD.HH.: sobre un “informe” infame

Johana Quesada 25/09/2020

Las redes son como una caja de sorpresas, cuando más navegas más descubres historias, documentos, informes, entidades y personajes para todos los gustos y algunos realmente te dejan pasmado.


El otro día navegando me encuentro una entidad llamada Derechos Humanos Sin Fronteras, que dice aglutinar a 14 organizaciones latinoamericanas y que se presenta como la alternativa a las prestigiosas organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, que según manifiesta en su presentación, se dejan llevar por intereses ajenos y han abandonado el objetivo por el que han sido creadas.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad, estas históricas entidades denunciadas por DHSF, seguramente cometerán errores, pero su defensa de los DDHH está más que constatada, ningún mago vendrá a sacar de la chistera un conejo mágico que las sustituya. Esta “organización” presenta un informe empalagoso, no, lo siguiente, sobre los DDHH en el Reino de Marruecos.
Según los baremos internacionales en los que coinciden todas las asociaciones y especialistas en los DDHH, los países Escandinavos encabezan el ranking del respeto a los derechos de las personas.
Pues ni los países escandinavos, son merecedores de este tipo de informes tan complacientes, que escribe esta “organización” sobre una de las pocas autocracias feudales que quedan en el planeta. La duda es, ¿que motiva a alguien que se presenta como la novedad en la defensa de DDHH, a presentar un informe tan indigesto y zalamero con un país que vive en el medievo? Si fuese un informe sobre un País que cumple con los mínimos estándares democráticos, se podría matizar, objetar, añadir o quitar, pero no es el caso.
Marruecos es un país que no cumple los más elementales y básicos estándares de democracia. Es un país que ha expulsado en los últimos 20 años a más de 8 millones de sus súbditos a una emigración forzada, su nivel del analfabetismo supera el 30%, el índice de desarrollo humano lo ubica en el puesto 133 del ranking mundial y en definitiva los marroquíes por no tener, no son ni siquiera ciudadanos, son súbditos del Rey, cada año tienen que rendir baya (pleitesía), una especie de esclavitud. Aunque desconozco la respuesta, a la pregunta anterior, muy posiblemente, sean las críticas vertidas a las organizaciones clásicas de defensa de los DDHH, de responder a intereses ajenos, la causa de este meloso y almibarado informe.
El informe es un panfleto desordenado y repleto de inexactitudes, medias verdades, falsedades, ocultación es, desconocimiento flagrante de la situación real, justificaciones de los comportamientos gubernamentales y que parece que el objetivo del informe no es otro que agradar al aludido y acusar a las organizaciones que si defienden los DDHH en Marruecos y que son las que ponen en evidencia día tras día los abusos y los atropellos que comete la estructura feudal llamada majzén.
El informe empieza con una arenga casi de agradecimiento al régimen Marroquí por dejarles escribir el informe, adulando, ensalzando y exagerando un historial positivo en su mayor parte inventado o sin transcendencia en el asunto del respeto de los DDHH. Que más da que Marruecos sea miembro de tal o cual organización o que haya firmado tal o cual tratado. Por esa regla, Arabia Saudi, uno de los países donde menos se respetan los DDHH, llegó a presidir el Consejo de derechos humanos de Naciones unidas.
Según este documento poco serio y menos objetivo aún, más de mil organizaciones entregaron una carta a Michelle Bachelet denunciando la situación de la violación de los DDHH en los Campamentos de Refugiados Saharauis en Argelia.
Para empezar hay que informarle a los autores de este infame panfleto que en el Sahara existen más de 200 organizaciones con implantación de defensa de DDHH en sus diferentes vertientes y ninguna de estas organizaciones firmo la citada carta, es más, todas son organizaciones ilegales para el régimen que ocupa el 70% del territorio del Sahara Occidental. Los mil firmantes son “organizaciones” ficticias de pantalla sin ningún tipo de implantación en el territorio y que el majzén las usa para confundir y entretener con acciones de este estilo.
Por otro lado, en cuanto a las violaciones que se cometen en los campamentos de Refugiados Saharauis, no hay constatada ni denunciada ninguna violación de carácter grave en los últimos 30 años en los campamentos. Quedáis retados a aportar con datos precisos y exactos, una sola violación grave de los DDHH, los últimos 30 años, en los campamentos. En cuanto a esto, si de verdad tenéis interés en la defensa de los DDHH, podéis desplazaros a los campamentos de refugiados y comprobarlo in situ, los campamentos están abiertos para todo tipo de organizaciones de defensa de los DDHH, eso si, las autoridades saharauis no sufragan billetes ni estancia.
En cuanto al mantra obsesivo del Majzén referente al desvío de la ayuda humanitaria, para refutar vuestras falsas afirmaciones les remitiremos a las declaraciones del Comisario europeo de Gestión de Crisis Janez Lenarčič, que en el pasado mes de julio le propino una sonora bofetada al Majzen, negando cualquier desvío de la ayuda humanitaria a los campamentos de Refugiados Saharauis, tema recurrente y reiterado en el falaz y adulterado ideario del Majzén. Aunque esto la Comisión. ya lo ha desmentido en reiteradas ocasiones, el Majzen y sus acólitos de ultraderecha francesa en el Europarlamento, y ahora organizaciones con objetivos oscuros como Derechos Humanos sin fronteras han seguido exprimiendo el asunto y una vez más han recibido del Comisario Lenarčič esta contundente respuesta: “Puedo garantizar que nuestras garantías son lo suficientemente sólidas como para evitar cualquier desviación de la ayuda de la UE”.
Si esta respuesta no es suficiente les remito a la nota emitida hace 10 días por el Programa Mundial de Alimentos (PAM) en el que niega no solo el desvío de la ayuda humanitaria, sino que niega las obscenas acusaciones vertidas contra el Gobierno de Argelia de presuntos cobros de tasas y certifica la nota la colaboración, disponibilidad y ayuda del Gobierno de Argelia para que lleguen las ayudas a los Refugiados Saharauis.
Así mismo, el PAM anuncio que se hacen frecuentes auditorias a la distribución de las ayudas, la última este mismo año y que los resultados son satisfactorios (estos son hechos no divagaciones ).
El inicuo informe habla también de plena libertad de asociación, y las trabas las limita a cuestiones administrativas, es francamente inaudito y desconcertante hablar de libertad garantizada, en un lugar donde el derecho de asociación no existen como es el caso de la parte del Sahara Occidental que ocupa Marruecos, donde más de 200 asociaciones Saharauis son ilegales, a pesar de la petición expresa del presidente Barak Obama para su legalización, aún hoy 24/8/2020 esas asociaciones siguen siendo ilegales. En Marruecos la historia no es muy diferente, el derecho de asociación es respetado siempre que defienda los intereses del majzén, de lo contrario las trabas administrativas se transforman en políticas.
Este pérfido informe roza el esperpento al describir el derecho a la manifestación en Marruecos, como un derecho constitucional. Cuando la realidad es que las manifestaciones en Marruecos si no son gubernamentales, son nulas e inexistentes, básicamente por la brutalidad de las respuestas policiales y las gravísimas consecuencias para los manifestantes. Todo aquel que conozca Marruecos, sabe que en ese país no se mueve ningún alfiler sin el beneplácito del MAJZEN.
La ignorancia garrafal o intencionada de los autores de este informe es de tal calibre, que ni siquiera procuraron camuflarlo con un mínimo de credibilidad, han ido a saco a contentar a alguien que se le ofrece un servicio. Decir que en Marruecos no se persigue a nadie por el origen, ideas y condición es prácticamente cometer un sacrilegio. Precisamente, Marruecos es de los pocos países que quedan en el mundo donde te persiguen por tu origen, tus ideas y tu condición, les recomendaría a los autores del nefasto informe que se molesten en preguntar en el Sahara Occidental o en el Rif o a cualquier opositor.
El deplorable informe pasa de puntillas sobre las paupérrimas condiciones carcelarias en Marruecos y da crédito a un ente gubernamental creado precisamente para ocultar esas vergüenzas. Solo bastaría con que visitaran la mejor cárcel de Marruecos para que sientan bochorno y vergüenza ajena de lo que han escrito en este ignominioso panfleto. El problema es que seguramente no podréis visitar ninguna cárcel en Marruecos. Pues para que se informen les diré que en las cárceles de Marruecos la vida es lo más parecida a un estercolero: los presos viven hacinados (hay imágenes de ello), son insalubres, los mismos presos tienen que procurar su alimentación y las condiciones en general son lamentables por la falta de medios y por los abusos que se cometen dentro de las cárceles. A esto hay que sumarle el apartheid que se práctica con los presos de conciencia saharauis, como el aislamiento y el alejamiento de sus hogares, están en cárceles a más de mil km de sus casas.
El informe es tan arbitrario que entrecomilla “presos civiles saharauis”, intentando negar la existencia y la situación del casi centenar de presos políticos saharauis.
El informe, si es que se le puede llamar así, porque es falso desde la primera palabra hasta la ultima, es tan complaciente con el MAJZEN que por momentos, leyéndolo uno tiene la sensación de que lo ha encargado y pagado, el mismo Majzén. A la hora de tratar la tortura que es el pan de cada día tanto en las cárceles como en las comisarías y en la misma calle, el panfleto se va por las ramas enumerando artículos de la constitución y ordenamientos jurídicos internacionales, pero no documenta ni cita ningún caso de tortura, cuando se sabe que al menos hay tres cárceles secretas en Marruecos y el mismo jefe de los servicios secretos marroquíes tiene causas pendientes en Francia por torturas, de donde tuvo que salir corriendo para no ser detenido.
El libelo dedica cuatro líneas insignificantes y que nada aportan a la huelga en los recintos carcelarios y a la pena de muerte en los que enaltece el comportamiento del Majzén una estructura anclada en la baja edad media.
El pasquín intenta camuflar detrás de artículos de no se que código la dramática y terrible situación que viven en Marruecos los homosexuales y las mujeres donde le son negados prácticamente todos sus derechos. Los Homosexuales, sufren la exclusión toral social y gubernamental y muchas veces acaban sus huesos en alguna cárcel, solo por ser homosexuales.
En cuanto a las mujeres, Marruecos es una sociedad patriarcal y machista 100% y aunque en algunas zonas urbanas las mismas mujeres han conquistado algunos derechos, la realidad es que son muy minoritarios y exclusivos por lo que no representan la situación real de la mujer en Marruecos, en que según algunas organizaciones, el analfabetismo y el paro de las mujeres superan el 60%.
El folleto, vuelve a las andadas cuando trata el tema de la libertad de prensa, preocupado más en los loas a la actitud gubernamental y a justificar y tapar las denuncias de la falta flagrante de la libertad de prensa en Marruecos. No rebatiremos el escrito recurriendo al puesto 140 donde Reporteros Sin Fronteras ubica a Marruecos en el ranking mundial del respeto a la libertad de prensa, tampoco presentaremos los cientos de informes independientes y de especialistas del mismo Marruecos que denuncian la falta de libertad de prensa y los abusos y la represión contra cualquiera que ose difundir algo no oficial.
El último de estos informes fue presentado en el pasado mes de diciembre de 2019, precisamente por RSF, titulado el Sahara Occidental; un desierto para el periodismo.
Nos remitiremos a la entrevista concedida hace seis días el pasado 20 de agosto al periódico Le Figaro, por alguien muy poco sospechoso Pierre Vermeren , profesor de historia contemporánea del Magreb en la Universidad de Paris I Sorbonne, a raíz de la difusión de un documento firmado por más de 400 intelectuales marroquíes, en el que denuncian el retroceso de la libertad de expresión y los trucos y artimañas que utiliza el Majkzen para coartar esa ansiada libertad de prensa, a través de la difamación de todos los opositores.
El Sr, Vermeren resalta las siguientes cuestiones que responden de forma clara y taxativa a la bazofia escrita en este informe de DHSF sobre la libertad de prensa en Marruecos:
– Cualquier titular de un periódico que no consienta en transmitir los mensajes del poder o que tenga el descaro de criticar las “líneas rojas” definidas por el régimen entra en dificultades insuperables.
– La policía política, en Marruecos o en la gran diáspora marroquí en el extranjero, ha logrado controlar casi todos los sitios de noticias en línea marroquíes.
– Cuando quiere lanzar una campaña de difamación contra uno de sus adversarios (o supuestos adversarios), solo tiene que desencadenar una ofensiva concertada. La campaña de difamación, dirigida a un individuo expuesto, se refiere muy a menudo a casos de moralidad reales, inventados o embotados, lo que permite evitar juicios políticos como en los años ochenta. El Estado puede entonces refugiarse detrás del respeto a la moral islámica supuestamente ofendida, y la justicia sancionará la ofensa contra la buena moral.
Además en el manifiesto, que precedió a esta entrevista, firmado por más de 400 intelectuales y artistas marroquíes, dibujaban un panorama más parecido a la Alemania nazi que a un país del siglo XXI, que señalaban lo siguiente: “Bajo la constante amenaza del poder que puede potencialmente encarcelarnos, hacernos sufrir y aniquilarnos” y pese a ello, los artistas reclamaban su “derecho a discutir, analizar, criticar, contradecir, sin ser criminalizados, culpados, insultados, intimidados o acosados”.
El desperdicio presentado por DHSF sobre los derechos humanos en Marruecos, concluye atacando a organizaciones de defensa de los DDHH, como Amnistía Internacional y HRW, con argumentos nada sólidos ni verificables, como por ejemplo el caso del espionaje al teléfono del periodista Radi a través del programa de espionaje Pagasus y acusa a Amnistía de no demostrar pruebas, cuando esta si aporto pruebas fehacientes del citado espionaje y fue el Majzén, quien primero exigió pruebas y amenazo con expulsar a la organización, fue entonces cuando amnistía presento las pruebas del espionaje de Pegasus y el Majzén reculó y zanjó el asunto al verse descubierto [escogiendo otro camino: Omar Radi fue inculpado por “financiación del extranjero poniendo en riesgo la seguridad interior” y “violación de una colega”, y está encarcelado desde el 29 de julio, NdE].
Amnistía y HRW tienen un historial fuera de dudas, más que reconocido y su contribución ha permitido cambiar y mejorar el respeto de los derechos de las personas en casi todos los rincones del mundo. Pero queda claro que DHSF, quizás por gratitud, debido a alguna contribución generosa, ha preferido anclarse en la baja edad media con la única compañía del Majzen, que alentar y apoyar a las organizaciones que verdaderamente defienden los DDHH.
Finalmente, DHSF, presenta un informe vomitivo de un presunto observador independiente, que más que eso, es un estomago agradecido y un adulador que vivió las mil y una noche y se olvidó del uso y desuso que realiza el Majzén de la inmigración ilegal. su estancia fue tan gratificante y tan placentera que se le nubló la vista y no consiguió ver el sufrimiento al que somete el Majzén los inmigrantes procedentes del África Subsahriana, lo tejes manejes que se traen con la inmigración cobrando millonadas a la UE para presuntamente controlar dicha inmigración, tampoco se enteró el observador de que los inmigrantes mayoritariamente los trae de sus países el propio Majzén para presionar a la UE, vendiendo la presión migratoria a cambio de millones de Euros.
Así mismo, no pudo ver las condiciones infrahumanas en las que viven estos inmigrantes y el trato vejatorio que reciben en Marruecos, tampoco pudo ver cuando el Majzén cobra las partidas concedidas por la UE, y para justificar el cobro realiza redadas de caza del inmigrante y los transportan al medio del desierto donde muchos mueren de sed.
En realidad, es un escrito servil, obediente y sumiso con las autoridades del Majzén y no tiene ningún interés ni aporta el más mínimo detalle útil o clarificador sobre la situación de los derechos humanos.
Es francamente desalentador y desmoralizador toparse con organizaciones que dicen defender los DDHH y que a las primeras de cambio se venden al mejor postor.