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De cómo la ciencia ha cambiado nuestro sentido de identidad

Nathaniel Comfort 03/11/2019
Los avances biológicos han cambiado repetidamente la percepción que tenemos de nosotros mismos, escribe Nathaniel Comfort, en el tercer ensayo de una serie, en conmemoración del aniversario de Nature, sobre cómo los últimos 150 años han ido moldeando la ciencia actual.

Tradotto da Sinfo Fernández
En el icónico frontispicio de Evidence as to Man’s Place in Nature [Evidencias sobre el lugar que ocupa el hombre en la naturaleza] de Thomas Henry Huxley (1863), esqueletos de primates caminan a través de la página, presumiblemente hacia el futuro: “Gibón, orang, chimpancé, gorila, hombre”. Pruebas recientes de anatomía y paleontología habían situado el lugar de los humanos en la escala natural de forma científicamente irrefutable. Vamos inequívocamente en compañía de los animales, aunque encabecemos la fila.

Nicolás Copérnico nos había desplazado del centro del universo; ahora Charles Darwin nos desplazaba del centro del mundo vivo. Independientemente de cómo se tomara uno esta degradación (Huxley no estaba preocupado; Darwin sí), no había duda del mensaje más amplio de Huxley respecto a que la ciencia por sí sola puede responder a lo que él llamaba la “pregunta de las preguntas”: “El lugar del hombre en la naturaleza y sus relaciones con el universo de cosas”.

La pregunta de Huxley ocupó un lugar destacado en los primeros números de la revista Nature. Ingenioso y provocativo, el “Bulldog de Darwin” era uno de los ensayistas más solicitados de la época. Norman Lockyer, editor-fundador de la revista, se anotó un buen tanto cuando persuadió a su amigo para que se convirtiera en colaborador habitual. Y Huxley reconocía una tribuna en cuanto la veía. Dio el salto y utilizó las páginas de Nature para defender el darwinismo y la utilidad pública de la ciencia.