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Arde la Amazonia y con ella las democracias latinoamericanas

ACAF 31/08/2019
Las chocantes imagenes de la Amazonia en llamas muestran la catástrofe ecológica que se está produciendo que tiene claramente razones económicas y políticas.

Jair Bolsonaro llegó a la presidencia del Brasil luego de que su predecesora democráticamente electa, Dilma Rousseff, fuera destituida en forma ilegítima y tras el encarcelamiento arbitrario de su principal contrincante Luiz Ignacio “Lula” da Silva. Este militar retirado, sin ninguna vocación por la gestión pública, llega junto a una alianza con los grandes terratenientes, que se aseguran el ministerio de Agricultura y otros organismos públicos para favorecer negocios privados y un desprecio manifiesto por la preservación del medio ambiente.
Esta situación ha diseñado el escenario perfecto para el crecimiento descontrolado en menos de un año, del desmonte y la explotación agrícola intensiva que desde los años 70s corroe la selva amazónica.
La utilización intensiva del monocultivo y de agrotóxicos está llevando a el envenenamiento de suelos y poblaciones. Esta situación junto al el desmonte, con el avance de la frontera agropecuaria, produce el desalojo de habitantes nativos y particularmente de los pueblos originarios de la región.
Con la gestión Bolsonaro se acentuó la desregulación de la utilización de la tierra, la eliminación de mecanismos de control y de contención de daños llevando el aumento desproporcionado de focos de incendio como está ocurriendo en Brasil desde comienzos de este año, frente a la pasividad y complicidad de ese poder frente a esta situación.
Mientras el fuego consume la Amazonia y luego de las elecciones primarias en Argentina, que vislumbran la partida de Mauricio Macri del gobierno, Bolsonaro sale a tratar de rescatar a su principal socio en la región, lanzando una campaña de ataques insultantes contra el candidato con más chances de ganar, Alberto Fernandez. Esto ocurre pues Macri y Bolsonaro, aun con sus matices, comparten el modelo de negocios financieros, agronómicos o mineros sin condicionamientos ni frenos.
El respeto a las instituciones democráticas es el punto de partida imprescindible para la elaboración y gestión de formas de producción que respeten el medio ambiente y sean sostenibles en el tiempo. Por eso apoyamos la lucha del pueblo brasileño para parar la política de Bolsonaro, exigimos la libertad de Lula y participamos de la ola de recuperación popular que se avecina en Argentina A través de un proyecto democrático, más justo y solidario con la región.