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¿Cómo contribuyó Cuba al fin del apartheid en Sudáfrica?

teleSUR 16 junio 2019
Bajo los preceptos internacionalistas de solidaridad, y con la dirección estratégica de Fidel Castro, las tropas cubanas asestaron un golpe definitivo a las fuerzas segregacionistas en África.

Tal como había hecho en Argelia, Congo, Guinea Bissau, Cabo Verde y Etiopía, contribuyendo a la lucha anticolonial en África, la Revolución Cubana jugó un rol fundamental en la preservación de la independencia de Angola y la derrota final del apartheid en Sudáfrica.
En octubre de 1975 el régimen supremacista de Pretoria invadió Angola con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) para derrocar al izquierdista Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) e imponer una administración títere. Bajo los preceptos internacionalistas de solidaridad, Cuba envió 36.000 soldados y logró frenar el ataque de Sudáfrica que momentáneamente retiró sus tropas en marzo de 1976.
Sin embargo, poco más de una década después, en noviembre de 1987, el ejército segregacionista pasó nuevamente a la ofensiva en respaldo de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), que también contaba con el apoyo de Washington.
El MPLA resistió inicialmente la avanzada de la coalición dirigida por EE.UU. pero la arremetida de la aviación surafricana con masivos bombardeos obligó a las fuerzas angoleñas a replegarse hacia el pueblo de Cuito Cuanavale, en una zona estratégica del sureste del país. En este marco, el Gobierno de Angola solicitó la ayuda de Cuba, que todavía conservaba alrededor de 20.000 soldados permanentes en el territorio.
En el transcurso de pocas semanas llegaron las tropas de apoyo desde La Habana elevando a 55.000 la cifra de combatientes internacionalistas. Bajo la dirección estratégica de Fidel Castro, los cubanos lanzaron una contraofensiva a gran escala en marzo de 1988 rechazando en varias oportunidades los intentos surafricanos por tomar el control de Cuito Cuanavale.
Con el vital aporte del poderío de fuego antiaéreo cubano, al cabo de unas semanas de intensos combates las tropas de Cuba y Angola obligaron al ejército del apartheid a retirarse más allá de la frontera, infligiéndole una derrota definitiva.
La emblemática Batalla de Cuito Cuanavale abrió el camino para la caída del régimen racista de la minoría blanca en Sudáfrica, que poco después se vio obligado a legalizar e iniciar negociaciones con el Congreso Nacional Africano (ANC por sus siglas en inglés), y liberar a su líder, Nelson Mandela, en febrero de 1990. Las leyes segregacionistas serían finalmente derogadas el 17 de junio de 1991, aboliendo definitivamente el sistema opresor del pueblo sudafricano.