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Padres, chicos y refugiados entre las víctimas de las mezquitas en Christchurch

La Nacion – 15 de marzo de 2019
Entre las 49 víctimas del ataque a las mezquitas de Nueva Zelanda hay personas de todas las edades y varias nacionalidades, incluyendo una nena de 5 años, asesinada junto a su padre.

Carl Pomare, un gerente de la empresa de trabajo temporario Naki Labour Hire, conducía ayer su camioneta circunstancialmente frente a la mezquita Masjid Al Noor de Christchurch, cuando vio a un hombre gravemente herido que sostenía en sus brazos a su hija de 5 años. Los subió a ambos a bordo de su vehículo 4WD y los llevó al hospital.”Confiaba en que iban a sobrevivir, pero no estaban bien”, recordó luego al diario New Zealand Herald.
Abdulrahman Hashi, de 60 años, predicador en la mezquita Dar Al Hijrah en Minneapolis, Estados Unidos, le dijo a The Washington Post que su sobrino de 4 años también estaba entre las víctimas fatales. El viernes por la mañana recibió una llamada telefónica de su cuñado Adan Ibrahin Dirie, quien estaba en el hospital de Christchurch con heridas de bala. Dirie estaba en la mezquita esa mañana con sus cinco hijos cuando el pistolero abrió fuego. Cuatro de sus hijos escaparon ilesos, pero el más joven, Abdullahi, de 6 años, fue asesinado.
La familia había huido de Somalia a mediados de la década de 1990 como refugiados y se había radicado en Nueva Zelanda.
“No te puedes imaginar cómo me siento”, dijo Abdulrahman. “Era el más joven de la familia”. Dijo que durante las oraciones del viernes en su mezquita de Minneapolis predicaría contra la islamofobia. “Este es un problema de extremismo. Algunas personas piensan que los musulmanes son parte de eso, pero estas son personas inocentes “.
En el video que el atacante Brenton Tarrant subió a Facebook se ve cómo se acerca a la entrada de la mezquita y levanta su arma. Un hombre intenta saludarlo con calma, gritando “Hola, hermano”. Entonces el pistolero abre fuego. Además de las víctimas fatales en las dos mezquitas, decenas de personas resultaron heridas o están desaparecidas.
Haji Daoud Nabi, de 71 años, que dirigía la Asociación Afgana en Christchurch, fue la primera víctima fatal identificada en la masacre. Los sobrevivientes recordaron que Nabi se arrojó sobre otros feligreses islámicos en la mezquita para protegerlos del ataque.
Para Adeeb Sami, que reside en Dubái, se suponía que su viaje a Nueva Zelanda era una buena oportunidad para estar con sus hijos gemelos el día de su cumpleaños.
En cambio, el hombre de 52 años terminó en un quirófano donde le salvaron la vida pero le tuvieron que quitar una bala de la columna vertebral luego de que se lanzara sobre sus dos hijos para protegerlos del atacante de la mezquita.
“Mi papá es un verdadero héroe”, dijo la hija de Sami, Heba, a Gulf News. “Le dispararon en la espalda cerca de su columna vertebral cuando cubrió con su cuerpo a mis hermanos, pero no dejó que nada les pasara”, afirmó.
Yasmin Ali dijo a New Zealand 1 News que perdió en la masacre a un amigo cercano de su familia a quien amaba como a un abuelo y ahora teme ser atacada simplemente por llevar su pañuelo islámico en público.
“Hay amigos de la familia que conocemos desde hace 19 años y están muertos. Gente que estuvo en mi fiesta de casamiento, muerta “, dijo Ali al medio de noticias. “Uno no cree que algo como esto pueda suceder en Nueva Zelanda, en Christchurch, con una comunidad tan pequeña, amable y amorosa”.