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Oxfam denuncia abusos y devoluciones ilegales de menores en la frontera francoitaliana

El Mundo,
15 jun. 2018 10:59

Los
menores denuncian haber sufrido abusos físicos y verbales, y haber pasado
noches en celdas sin comida, agua o mantas. Al menos 16.500 migrantes -una
cuarta parte de los cuales son menores- han pasado la frontera por el pueblo
italiano de Ventimiglia
Migrantes
procedentes de Somalia, Sudán y Etiopía viven bajo un puente en Ventimiglia,
mientras esperan a cruzar a Francia. EL MUNDO

Niñas y
niños de tan solo 12 años sufren abusos, detenciones y devoluciones ilegales a
Italia por parte de la policía francesa, según un informe hecho público por
Oxfam (Oxfam Intermón en España).

El
informe, titulado ‘Fuera, en ningún sitio’, muestra según la ONG cómo “un
burocrático y asfixiante sistema de acogida en Italia que pone en peligro y
fuera del radar a personas refugiadas vulnerables y a otras personas
migrantes”.
En
Francia, según el informe, “la policía para de forma rutinaria a los
menores no acompañados y los mete en trenes de vuelta a Italia después de
modificar sus papeles para que parezcan mayores o para dar a entender que
quieren ser devueltos”.
Los niños
denuncian haber sufrido abusos físicos y verbales, y que han pasado la noche en
celdas sin comida, agua o mantas y sin acceso a un tutor oficial, lo que va
contra las leyes francesas y de la Unión Europea.
Personal
de Oxfam y de las organizaciones locales denuncia casos en los que la policía
de fronteras ha rajado las suelas de los zapatos a los menores migrantes o ha
robado las tarjetas SIM de sus teléfonos. En un caso, una menor eritrea fue
obligada a volver a cruzar la frontera por un camino sin asfaltar junto a su
bebé de 40 días, asegura.
El
informe indica que al menos 16.500 migrantes -una cuarta parte de los cuales
son menores- han pasado la frontera por el pueblo
italiano de Ventimiglia
(a siete kilómetros de la frontera) en los
nueve meses previos a abril de 2018, y es probable que la cifra crezca en los
meses de verano. La mayoría huye de la persecución y la guerra en países como
Sudán, Eritrea, Siria y Afganistán. Muchos de ellos están intentando llegar a
países como Francia, Reino Unido, Suecia o Alemania, donde esperan reunirse con
familiares o amigos.
Abandonados
y expulsados
Muchos
menores no acompañados han denunciado sentirse abandonados en los centros de
recepción, sin oportunidad para ir a la escuela o a formarse, y sin información
sobre cómo pedir asilo o reunirse con miembros de su familia en otros países
europeos. Después de meses o incluso años de espera, muchos deciden probar
suerte y continuar su viaje solos, mientras que otros son expulsados de los
centros en cuanto cumplen 18 años.
El único
centro de recepción de migrantes cercano a Ventimiglia, Campo Roja, ofrece
alojamiento básico hasta a 444 personas. “Pero la falta de información
clara, la fuerte presencia policial en el acceso y la obligación de dar las
huellas dactilares disuade a muchos de quedarse. Como consecuencia, mucha gente
duerme bajo una autopista a las afueras del pueblo, sin acceso a agua potable o
servicios. Sus tiendas o refugios de cartón son destruidos a menudo por las
autoridades locales y no existe seguridad”, añade.
Los
equipos de Oxfam en la zona se encuentran habitualmente con familias, mujeres
embarazadas y menores no acompañados viviendo en estas condiciones, entre los
que hay supervivientes de violaciones y torturas en Libia, por donde han pasado
en su camino a Italia.
Supervivientes
de violaciones y torturas
“Los
niños, niñas, mujeres y hombres que huyen de la persecución y la guerra no
deberían sufrir abuso ni abandono por parte de las autoridades francesas e
italianas”, indicó Elisa Bacciotti, directora de campañas de Oxfam Italia.
“En demasiados casos, las carencias en servicios básicos y de información
en el sistema de acogida italiano obligan a la gente a vivir situaciones precarias
y peligrosas. Son personas que sólo desean pedir asilo en un país donde ya
viven sus familiares y que se ven frustradas”.
“Europa
debe reformar su sistema de asilo, y compartir la responsabilidad de acoger a
aquellas personas que buscan refugio. Los gobiernos y el personal
administrativo de las fronteras deberían proteger las necesidades específicas y
los derechos de los niños y niñas en lugar de devolverlos ilegalmente a otros
países. Los menores nunca deberían ser retenidos en celdas carcelarias o ser
sometidos a abusos crueles”, añadió.
El
informe insta a los miembros de la UE a asegurarse de que la responsabilidad
con respecto a las personas refugiadas es compartida de manera más igualitaria
bajo el sistema de Dublín, la regulación de la UE que determina qué país es
responsable de procesar las solicitudes de asilo.
También
pide que la Unión Europea tenga en cuenta las necesidades legítimas de quienes
piden asilo y asegure procesos eficientes para reunir a las familias, evitando
los obstáculos burocráticos. Asimismo, exige al Gobierno francés que deje de
devolver ilegalmente menores a Italia y que ponga fin a las prácticas
ilegítimas de la policía francesa y de los guardas de la frontera.