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La tolerancia cero al abuso sexual tiene excepciones en la ONU

Por Thalif
Deen, IPS, 11 jun 2018

Cuando se
presentaron acusaciones de acoso sexual contra un secretario general adjunto en
la Comisión Internacional de Servicio Civil, la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) reconoció que el secretario general António Guterres no tenía
jurisdicción sobre un órgano creado por la Asamblea General, que solo responde
a los estados miembro.
La
Asamblea General de la ONU, el máximo órgano de decisión y con la potestad de
erradicar el abuso sexual en el foro mundial. Crédito: Manuel Elias/UN photo.

NACIONES
UNIDAS – Pero la flagrante excepción a la tan publicitada “política de
tolerancia cero al abuso y la explotación sexual” también se aplica a muchos
otros órganos de la ONU creados por el máximo órgano de decisión del foro
mundial.

Entre
ellos se destaca la Comisión Consultiva en Asuntos Administrativos y de
Presupuesto (ACABQ) y la Unidad de Inspección Conjunta, lo que constituye una
burla a la lucha contra el acoso en el foro mundial.
Las
excepciones también abarcarían a algunas comisiones, juntas, consejos y
paneles, todos órganos subsidiarios de la Asamblea General.
“Me
parece espantoso que tres entidades de la ONU que tienen la responsabilidad de
garantizar el efectivo funcionamiento del sistema de la ONU pisoteen ellas
mismas normas básicas, aprovechándose de una laguna legal sin supervisión del
secretario general”, opinó el embajador Anwarul K. Chowdhury, ex secretario
general adjunto, alto representante de la ONU y presidente de ACABQ
(1997-1998), al ser consultado por IPS.
Es
“extremadamente urgente” que la Asamblea General, de 193 miembros, atienda esa
situación sin demora.
“Al
sentirse impotente frente a es abuso y mal uso a la luz de pasadas
resoluciones, la Asamblea rehuye su responsabilidad en tanto que mayor órgano
de decisión intergubernamental”, añadió Chowdhury.
La
política de tolerancia cero no es un adicional optativo que algunos empleadores
pueden aplicar o no, puntualizó la directora de política de ONU Mujeres, Purna
Sen, coordinadora ejecutiva y flamante portavoz para Discriminación y Acoso
Sexual.
“Tienen
que tener un alcance universal para que todo el personal pueda tener seguridad
y respeto”, apuntó.
Primero
cabe destacar que abuso sexual, acoso, explotación y agresión son todas formas
de violencia sexual. Hay leyes contra la violencia sexual y todos los estados
se comprometieron a ponerle fin para 2030 (en la Agenda para 2030 y los
Objetivos de Desarrollo Sostenible).
“La
obligación de poner fin a la violencia sexual depende de los estados, pero
todos los actores, el sector privado, las universidades tienen la
responsabilidad de que eso ocurra”, explicó.
“La
Comisión Internacional de Servicio Civil (ICSC) no puede ser una excepción a la
hora de hacer ese trabajo: la independencia no debe conceder impunidad”,
añadió.
Segundo,
la idea de que puede haber lugares donde no llegue la responsabilidad no es
sostenible.
“Con un
gran respeto por las mujeres que gritaron hasta que las escucharon, quisiera
señalar el clamor internacional por las mujeres que señalaron a los
abusadores”, apuntó.
Campañas
en las redes como la de MeToo y otros reclamos de cambios promovidos por las
mujeres por fin concentran la atención de todos. La responsabilidad debe ser
real, tanto en la ICSC como en otros ámbitos, indicó Sen.
Por
último, parece que toda excepción a las políticas de la ONU existe debido a
resoluciones de la Asamblea General.
“Le
corresponde, por cierto, a la Asamblea General revisar y cambiar la situación”,
acotó.
La
necesidad de independencia no puede triunfar sobre la necesidad de seguridad y
respeto en el ámbito laboral, donde el abuso de poder y la desigualdad de
género se vuelven obsoletas, apuntó.
“Creo que
el presidente de la Asamblea General, con su liderazgo confiable, debe tomar medidas
en consulta con el secretario general, para presentar una resolución que supere
la falta de jurisdicción y de control que genera ese abuso sin ninguna
supervisión superior”, explicó Chowdhury.
“La
independencia de una entidad de la ONU no debe significar impunidad para
menospreciar normas que representan valores centrales de la ONU”, subrayó.
Por su
parte, Ian Richards, presidente del Comité Coordinador de los Sindicatos y
Asociaciones de Funcionarios Internacionales del Sistema de la ONU (CCISUA), con
60.000 miembros, dijo a IPS: “Esperamos que todas las partes del sistema de la
ONU tengan políticas y estructuras implementadas para evitar el acoso sexual,
de acuerdo con la promesa de tolerancia cero del secretario general”.
“Eso
permite que nuestros sindicatos ayuden a las víctimas a defender sus derechos
individuales a tener un lugar de trabajo sin acoso y a lograr justicia cuando
se violan sus derechos”, añadió.
“Pero
actualmente no podemos asistir al personal que trabaja en organismos como el ICSC,
el ACABQ y la Unidad de Inspección Conjunta, a pesar de que también tienen
contratos con la ONU y son designados por el secretario general”, apuntó.
El ICSC
tratará el tema en su 87 sesión, que tendrá lugar en julio, en Bonn, donde
discutirá la diversidad en el lugar de trabajo, acotó.
La
portavoz del presidente de la Asamblea General, Brenden Varma, dijo a IPS: “Le
corresponde a los estados miembro tomar la iniciativa, no al presidente. De su
parte, mantiene su posición firme contra todas las formas de acoso y abuso
sexual”.
El
portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, informó el 1 de mayo que en los tres
primeros meses del año, hubo 54 denuncias procedentes de todas las entidades de
la ONU y sus asociados.
Pero
muchas no se pudieron verificar y están en la etapa de evaluación preliminar,
apuntó.
De esas
54, 14 proceden de las operaciones de mantenimiento de la paz y 18 de agencias,
fondos y programas; 21 se relacionan con asociados y una con un integrante de
una fuerza ajena al foro mundial.
Y de esas
54, 14 son por abuso sexual, 34 por explotación sexual y tres de naturaleza
desconocida.
Las
denuncias afectan a 66 víctimas, 13 niñas menores y 16 de edades desconocidas.
Dos
acusaciones fueron corroboradas por una investigación, dos no fueron corroboradas,
21 están en distintas etapas de investigación, 27 en evaluación preliminar y se
revisa el resultado de otra más.
Con más
de 95.000 civiles y 90.000 oficiales uniformados en la ONU, el abuso y la
explotación sexual no reflejan la conducta de la mayoría de las mujeres y
hombres que trabajan para la organización, puntualizó Dujarric.
“Pero
cada acusación que involucra a nuestro personal socava nuestros valores y
principios, y el sacrificio de quienes sirven con orgullo y profesionalismo en
algunos de los lugares más peligrosos del mundo”, reconoció.
“Por esa
razón, combatir este flagelo y ayudar y empoderar a quienes se vieron afectados
por esos actos atroces, siguen siendo prioridades para el secretario general en
2018”, subrayó.
En una
reunión con el secretario general, el 3 de mayo en Londres, los directores
ejecutivos de agencias de la ONU, reiteraron su “firme compromiso de defender
la tolerancia cero al acoso sexual, fortalecer los esfuerzos de prevención y
respuesta centrados en las víctimas y promover un ambiente laboral seguro e
inclusivo”.
Además,
se comprometieron a ofrecer mecanismos como líneas telefónicas de ayuda para
que el personal denuncie hechos de acoso y reciba apoyo y a crear una base de
datos para no recontratar a personas que cometieron abusos.
Y también
se comprometieron a implementar procedimientos acelerados para recibir,
procesar y atender las denuncias, contratar investigadores especializados,
incluidas mujeres, aplicar una capacitación obligatoria, ofrecer pautas para
directivos, armonizar las políticas e implementar encuestas de percepción entre
el personal para conocer sus experiencias.