Hinchas homosexuales, preocupados por amenazas antes de Rusia 2018
El Universo, 6 de Junio, 2018
Rusia
asegura que los aficionados homosexuales se sentirán a gusto en el país durante
el Mundial de fútbol, pero las amenazas que recibieron algunos de ellos
sugieren que no siempre serán bienvenidos.
Muchos
miembros de la comunidad LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) se
preocupan por su seguridad durante la competición, en un país conocido por
tener una legislación que condena la "propaganda homosexual" y donde varios casos
de secuestros y torturas de homosexuales fueron denunciados en la república
rusa de Chechenia.
Di
Cunningham, presidente de Pride in Football, una organización que reúne a
varios grupos de hinchas homosexuales en Reino Unido, afirma que, tras haber
dado una entrevista a medios rusos, recibió correos electrónicos anónimos en
los que se le avisaba de no viajar a Rusia durante el Mundial.
En uno de
ellos, al que tuvo acceso la AFP, un mensaje con amenazas de atacar a los
seguidores gays que vayan a Rusia viene acompañado de una foto en la que
aparece un hombre tatuado que sujeta un cuchillo.
En otro
correo, el autor, que dice ser un abogado, afirma que la organización
"sodomita" está en el punto de mira de la policía y no debe viajar al
país.
Esas
amenazas no desanimaron, sin embargo, a Di Cunningham ni a Joe Wright, un
estudiante de Derecho que trabaja para la organización.
"Quiero
apoyar a mi equipo y garantizar una presencia LGTB, aunque sea mínima, en un
país hostil a esta comunidad", explica Di Cunningham.
Wright
dice que sus amigos y su familia preferirían que se quedara en casa y se
preocupan por su seguridad en Rusia ya que, además de ser gay, es originario de
Reino Unido, un país con el que Moscú mantiene tensas relaciones diplomáticas
desde el envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal en marzo en
Inglaterra.
"Quiero
sentir la atmósfera, la excitación de ir a un Mundial y, por supuesto, quiero
animar a Inglaterra", asegura el hincha de 25 años.
Pride in
Football informó de las amenazas recibidas a la FIFA, y las autoridades rusas
abrieron una investigación para encontrar a los autores de esos correos.
"Cálida
acogida"
Aunque
las grandes ciudades rusas tienen comunidades LGTB activas, los casos de
violencia contra homosexuales son a menudo noticia en el país, donde la
homosexualidad se consideraba un delito hasta 1993, y una enfermedad mental
hasta 1999.
En 2013,
el Parlamento aprobó una ley que castiga con multas y penas de cárcel la
"propaganda homosexual" dirigida a menores, una expresión confusa que
prohíbe de hecho el activismo a favor de los derechos de la comunidad LGTB.
Algunos
militantes fueron acosados por haber compartido información sobre los derechos
LGTB en las redes sociales o detenidos por haber exhibido banderas arcoíris
durante manifestaciones.
El año
pasado, homosexuales originarios de Chechenia, una república rusa de mayoría
musulmana situada en el Cáucaso, informaron de casos de secuestros y torturas
por parte de las fuerzas de seguridad.
Alexéi
Smertin, el responsable de la lucha contra las discriminaciones en el Mundial,
afirma sin embargo que los aficionados homosexuales debe sentirse "seguros
y cómodos" durante la competición.
"Todas
las personas que visiten Rusia en 2018, sea cual sea su origen, religión,
posible discapacidad u orientación sexual, pueden esperar una cálida acogida,
una gran hospitalidad y una experiencia inolvidable", indicó a la AFP el
comité de organización local de la FIFA, que añadió que se permitirán las
banderas LGTB en los estadios y los acontecimientos públicos.
Casas de
la diversidad
Alexandre
Agapov, el presidente de la Federación Deportiva LGTB rusa, saludó esas
declaraciones, aunque duda que este movimiento de tolerancia dure más allá del
torneo. "El campeonato terminará, pero la ley contra la propaganda
homosexual seguirá".
La
Federación Deportiva LGTB rusa colabora con la organización
antidiscriminaciones internacional FARE para crear "casas de la
diversidad" en Moscú y San Petersburgo durante el Mundial.
Esos
espacios protegidos albergará exposiciones, y los hinchas homosexuales podrán
reunirse allí para ver juntos los partidos.
Los
intentos rusos de tranquilizar a los seguidores homosexuales no bastan, sin
embargo, para convencer a algunos de ellos.
Klaus
Heusslein, un homosexual alemán de 57 años que asistió a las dos últimas
Eurocopas, no viajará a Rusia y dice que no conoce a ningún miembro de la
comunidad LGTB que esté dispuesto a hacerlo. "Será seguramente más
agradable ver [el Mundial] por la tele en un país seguro que estar allí",
dice. (D)