General

El Tribunal Supremo británico rechaza pronunciarse sobre el aborto en Irlanda del Norte

Carlos
Fresneda, El Mundo, 7 jun. 2018

Cuatro
jueces aseguran que la ley es incompatible con los DDHH. Irlanda del Norte es
el único territorio en Reino Unido que quedó exento de la ley del aborto del
1967

Activistas
pro-vida a las puertas del Tribunal Supremo británico en Londres.
Ben Stansall,
AFP

La
Comisión de Derechos Humanos de Irlanda del Norte (NIHRC) ha encajado una
derrota en el Tribunal Supremo británico, que ha rechazado la apelación que
reclamaba el derecho de las noirlandesas a abortar en casos de violación,
incesto o malformación del feto.

La
mayoría de los jueces (por cuatro a tres) ha reconocido sin embargo que las
leyes de Irlanda del Norte -que permiten solo el aborto en caso de riesgo para
la salud de la madre- son incompatibles con los derechos humanos, lo cual añade
una presión extra a los políticos.
Aun así,
el alto tribunal ha desestimado en ultima instancia el recurso por problemas
técnicos (la demanda debería haber sido interpuesta por una mujer a la que se
le hubiera impedido abortar) y ha evitado una “declaración de
incompatibilidad” unánime que podría haber forzado una cambio en las
leyes.
Irlanda
del Norte es el único territorio en Reino Unido que quedó exento de la ley del
aborto del 1967, una de las leyes pioneras y más permisivas de Europa, en vigor
en Inglaterra, Gales y Escocia.
El voto
masivo a favor de la descriminalización del aborto en la vecina República de
Irlanda (con el 66% de los votos)
ha dejado al Ulster en un especie
de limbo legal, agravado por el hecho de la falta de Gobierno en Belfast desde
hace 15 meses, por la imposibilidad del Partido Democrático Unionista (DUP) y
Sinn Féin de formar una coalición.
La líder
el DUP, Arlene Foster, ha reiterado esta semana su oposición a la
descriminalización del aborto y ha advertido en cualquier caso que se trata de
una cuestión que “debe ser decidida por los norirlandeses”.
El Parlamento
de Westminster celebró esta semana un debate de emergencia para estudiar la
posibilidad de extender la ley de 1967 a Irlanda del Norte. El Gobierno de Theresa May, condicionado
por el acuerdo con el DUP para lograr una mayoría parlamentaria, se ha mostrado
hasta ahora contrario a una “interferencia” en la cuestión del
aborto.