La nueva legislación del aborto en Irlanda podría llamarse ley Savita
Carlos
Fresneda, El Mundo, 27 may. 2018 19:04
La onda
expansiva del referéndum ha llegado a Londres, donde arrecian las presiones
sobre la premier May para solucionar el anacronismo de Belfast
En mensajes en honor a Savita Halappanava, el día después del referéndum, en Dublín. REUTERS |
Savita
murió a los 31 años, en el hospital universitario de Galway, por un fallo
cardíaco después de que los médicos le dijeran que Irlanda era "un país
católico" y se negaran a inducirle un aborto, por considerar que la
septicemia que padecía no suponía un grave riesgo para su salud.
Cientos
de mujeres irlandesas rindieron un tributo especial a Savita en el mural
erigido en su honor y en la celebración multitudinaria en el castillo de Dublín,
en el momento de hacerse oficial la victoria del 'Sí' a la legalización del
aborto por un 66,4% frente a un 33,6% de los votos.
"Ahora
que los irlandeses han hecho justicia a mi hija, tengo una última petición que
hacer: que la nueva ley reciba su nombre y se llame ley Savita", declaró
desde India su padre, Andanappa Yalagi, en declaraciones al 'Irish Times'. La
campaña 'Together for Yes', que aglutinó a más de cien grupos, dio sobre la
marcha su apoyo a la propuesta, acogida positivamente por el Gobierno.
El
ministro de Sanidad, Simon Harris, confirmó que el gabinete se pondrá a
trabajar a partir de esta semana en un proyecto de ley que contemple la
posibilidad de la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras 12
semanas y hasta la semana número 23 "en circunstancias limitadas". El
primer ministro, Leo Varadkar,
que celebró el triunfo de la "revolución silenciosa" que ha cambiado
la faz de Irlanda, prometió que la ley entrará en vigor antes de fin de año.
Entre
tanto, dos destacados arzobispos irlandeses -Diarmuid Martin, en Dublín, y
Eamon Martin, en Armagh- aprovecharon sus homilías el domino para hacer acto de
contrición y reconocer la pérdida de influencia de la Iglesia Católica en
Irlanda, dos meses antes de la esperada llegada el Papa Francisco (que no hizo
ninguna mención al resultado del referéndum en su cuenta en Twitter).
"Hay
un amplio grupo de irlandeses que se definen como católicos que se han alejado
de la práctica regular", reconoció Eamon Diamond, que expresó su
"profunda tristeza" por el resultado del referéndum y constató que
Irlanda se ha convertido "una democracia liberal".
May, bajo
presión
La onda
expansiva del referéndum irlandés ha llegado hasta Londres, donde arrecian las
presiones sobre la primera ministra Theresa May para resolver
el anacronismo
de Irlanda del Norte, donde sigue vigor una de las leyes más
restrictivas de Europa, aprovechando el vacío de poder que existe desde hace 15
meses en Belfast (por la incapacidad del Partido Democrático Unionista, DUP, y
Sinn Féin de formar una coalición de Gobierno).
Un grupo
de 130 diputados de todas las fuerzas políticas, incluido el Partido
Conservador, ha reclamado a la "premier" que pemita un referéndum en
Irlanda del Norte para reformar la legislación sobre el aborto. Entre ellos, Penny
Mordaunt, secretaria de Cooperación Internacional, que aseguró que el viernes
fue "un día para la historia en Irlanda y para la esperanza en Irlanda del
Norte".
La
premier se resiste en principio a cualquier acción desde el Parlamento de
Westminster, atada de pies y manos por su pacto con los unionistas, contrarios
al aborto.
"El
referéndum en la República de Irlanda no tiene ningún impacto en las leyes de
Irlanda del Norte, aunque obviamente tomamos nota de lo que hagan nuestros
vecinos", declaró la líder del DUP Arlene Foster.
"La
legislación sobre el aborto figura dentro de las competencias que nos fueron
transferidas y será un asunto que tenga que debatir nuestra propia
Asamblea", declaró Foster.
Aunque el
Reino Unido aprobó su propia Ley del Aborto en 1967 (una de las primeras y más
permisivas de Europa), la descriminalización se hizo efectiva en Inglaterra,
Gales y Escocia, pero no así en Irlanda del Norte, donde sigue en vigor la Ley
de Protección Infantil de 1945 que sólo autoriza la interrupción del embarazo
en caso de grave peligro para la vida de la madre.
Como
sucedía hasta ahora en la República de Irlanda, ni en los casos de violación,
incesto o malformación del feto está permitido abortar. Tan solo 19 mujeres
abortaron legalmente el último año en Irlanda del Norte (con una población de
1,8 millones de habitantes), frente a más de 800 lo hicieron en clínicas de
otras partes del Reino Unido.