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Estudiantes hipotecados de por vida por unos créditos trampa

Íñigo de
Barrón, Esperanza Codina, El Pais, 27 May 2018

Miles de
universitarios pidieron préstamos entre 2007 y 2011 para pagar sus máster y
ahora no los pueden devolver por la precariedad laboral
Idaira
Santana y Rayko Jiménez, endeudados con créditos universitarios, en las Palmas.
quique curbelo
Hace 11
años se creó un sistema de préstamos que parecía ideal para que ningún
estudiante se quedara sin un máster por no tener dinero, pero se convirtió en
una tragedia para miles de los que pidieron estos créditos. En 2007, el
Gobierno socialista creó unos préstamos al 0% que, en un principio, solo se
devolverían si el estudiante alcanzaba una renta de 22.000 euros a los 15 años
de acabar el postgrado. Sin embargo, los años siguientes se endurecieron las
condiciones de los créditos y, con la llegada de la recesión y el paro,
estudiantes como Idaira Santana, en paro y con un hijo discapacitado, quedaron
entrampados. De momento, el Gobierno no les ofrece una solución.

En junio
de 2007, el Ministerio de Educación, dirigido entonces por Mercedes Cabrera,
hizo público un plan de financiación del máster y postgrado, “experimentado con
éxito en algunos países de nuestro entorno”.
El
responsable de los créditos era, y sigue siendo según la normativa, el
Ministerio de Educación, que cedió los fondos al Instituto de Crédito Oficial
(ICO) para que los repartiera entre los bancos y que estos los hicieran llegar
a los estudiantes que los solicitaran. Hoy, el Ministerio niega tener
responsabilidades sobre los fondos repartidos e impagados en parte, mientras
que el ICO asegura que ellos no concedieron los créditos ni asumen la
morosidad.
Los
Préstamos Renta Universidad se concedían “sobre el honor” de los que lo
recibían, por lo que no se exigieron garantías. Tenían carencias de pago que
iban desde los dos a los cinco años, pagados al 0% de tipo de interés, con un
plazo de amortización de hasta 15 años y no se debían devolver hasta lograr una
renta de 22.000 euros. Si pasados 15 años no se alcanzaba este nivel económico,
la obligación de pago desaparecía.
A este
plan siguieron otros en 2008, 2009, 2010 y 2011, pero se fueron endureciendo
las condiciones: se acortó el plazo de devolución, se elevaron los interes
hasta el 5,4% y desapareció la condición de no devolver el dinero si no se
llegaba a los 22.000 euros de renta anual. A la vez, los jóvenes se enfrentaron
a una crisis de una virulencia desconocida, que disparó la tasa de paro juvenil
hasta el 44% en 2011. Los bonitos planes de los créditos universitarios
descarrilaron y se tornaron en tragedia en miles de casos. Algunos jóvenes
afectados aseguran que la web informativa no se actualizó y, aunque pasaron los
años, seguían apareciendo las idílicas condiciones de 2007; después,
descubrieron las reales.
En 2012,
ya con el PP en el Gobierno, se acabó con los programas “porque eran una trampa
para los estudiantes”, según explican fuentes del Ministerio de Educación. Pero
eso no evitó que los impagos siguieran creciendo y, con ellos, los problemas de
los afectados. Según los datos oficiales, se concedieron 15.628 préstamos por
unos 375 millones. Nadie reconoce cuántos impagos existen, pero los bancos
consultados —Santander, CaixaBank, Unicaja, Sabadell y Bankia—, admiten unos
1.500 casos (1.050 solo en el Santander). Sin embargo, la Plataforma de
Afectados por los Préstamos Renta Universidad eleva a unas 5.000 la cifra de
afectados.
El
miércoles pasado, el PSOE presentó una enmienda a los Presupuestos Generales
del Estado para reinstaurar las condiciones de 2007 y que ningún banco pueda
embargar a los estudiantes endeudados. Solo Unidos Podemos apoyó la enmienda.
El asunto había vuelto a la actualidad porque la semana pasada Unicaja embargó
a Marta S. G. por una deuda de 18.755 euros, que incluía 4.000 euros en costas.
Marta no tenía fondos, por lo que se le embargó todo lo que había en su cuenta,
800 euros, y le dejaron un descubierto de 200 euros. Todo ocurrió el mismo día
que nació su hijo. Tras las protestas de Miguel Ángel Llamas, abogado de la
Plataforma y de Marta S. G., la entidad admitió que no podía embargarle porque
el dinero procede de Educación y pidió el desistimiento del procedimiento;
además dice que le devolverá los 1.000 euros reclamados.
Situaciones
desesperadas
Pero hay
más situaciones desesperadas. Por ejemplo, la de Idaira, de 33 años, residente
en Las Palmas, a la que prestaron 14.000 euros en 2009 para cursar un máster de
Producción Artística en Valencia. Licenciada en Bellas Artes, asegura que vio
en la convocatoria las buenas condiciones de 2007, aunque ese año ya no estaban
en vigor. El año que empezó el máster tuvo a su hijo José, con trastorno
generalizado del desarrollo y una dependencia severa de grado 2 y una
minusvalía del 38%. El padre del niño murió en 2014. Idaira ahora cobra la
ayuda para parados de larga duración y la pensión de orfandad del niño, que
asciende a 198 euros; por la dependencia recibe algo más de 200 euros.
Pese a
que la ley se lo impide al banco, Idaira cuenta que empezó a recibir cartas del
Santander advirtiendo de que le iban a meter en el archivo de morosos. En 2017
dejó de recibir esos avisos, justo cuando la Plataforma de Afectados reclamó la
responsabilidad patrimonial de Educación tras admitir el Ministerio fallos en
el sistema de créditos.
Rayko
Jiménez, también canario, sí paga letras mensuales de más de 70 euros para
devolver el préstamo de 13.200 euros que el Banco Santander le concedió en 2008
para hacer un máster, aunque tampoco gana 22.000 euros al año. Está en paro,
tiene un hijo de un año y prepara oposiciones. Se siente engañado por el
Estado, al que acusa de haber cambiado las condiciones del préstamo. Todavía
debe 9.000 euros.
La cuota
mensual a la que hace frente Ismael, de Murcia y 41 años, es más elevada, de
220 euros. Separado y con una hija de nueve años, este licenciado en Historia y
con dos másteres, que hizo con los 14.000 euros del préstamo de 2010, trabaja
en una gasolinera y gana 895 euros. Entre el alquiler, la pensión alimenticia
de la niña y la letra del banco, el dinero se esfuma. “La publicidad del
Santander decía lo de la renta de 22.000 euros”, apunta, aunque admite su
“ingenuidad” por no leer detenidamente lo que firmó ante el notario.
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Unicaja y
el Santander admiten abusos y prometen subsanarlos

De los
15.628 créditos concedidos, el Santander otorgó 10.700 debido a su alta
presencia en las universidades. Según sus datos, han gestionado préstamos por
unos 120 millones, con una morosidad del 1%, es decir, 1,2 millones, en 1.030
expedientes. Fuentes de la entidad recuerdan que “los morosos no están en el
balance del banco ya que el riesgo pertenece a Educación, que concede el dinero
a través del ICO”.

En la
normativa de préstamos se establece que los bancos “no podrán cobrar ninguna
comisión al prestatario, salvo el 0,5% sobre el importe formalizado”. Además,
tampoco podían incluirles en ficheros de morosidad. Sin embargo, según
documentos de los clientes, el banco les cargó comisiones por reclamación de
deuda, por demoras y les amenazó con los ficheros de morosos. Fuentes de la
entidad apuntan que, en ocasiones, las comisiones se originaron en las cuentas
asociadas al crédito. No obstante, admiten que se han podido cobrar tasas
indebidas, “sobre todo en los primeros años de los créditos, pero se va a
retroceder”. Según los documentos, CajaSol también cobró estas comisiones en
2011.

Unicaja
es otro banco que admite haber incluido a dos clientes en los ficheros de
morosos. “El banco ha decidido sacarlos de esa lista”, afirmó una fuente de la
entidad, que tiene 222 créditos vivos por 2,3 millones “y solo 12 han
impagado”. CaixaBank prestó cinco millones a 500 estudiantes, con una morosidad
del 1,5%. El Sabadell tuvo unos 200 créditos colocados por 2,5 millones “sin
apenas impagos”.