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Estudiantes chilenas ocupan las universidades para exigir el fin de la violencia machista

El Mundo,
13 may. 2018

La
movilización surge tras una denuncia de abuso sexual en contra del profesor
Carlos Carmona, ex presidente del Tribunal Constitucional.
Miles de
mujeres participan en una manifestación por los derechos de las mujeres en
Santiago de Chile. Mario RuizEFE
Estudiantes
de todo Chile han ocupado sus universidades y colegios para por primera vez
exigir el fin de la violencia machista y abogar por una “educación no
sexista”, en un movimiento feminista que gana fuerza día a día.
“Hermana,
yo sí te creo”. Un enorme cartel en el frontis de la facultad de Derecho
de la Universidad de Chile en Santiago da la bienvenida a la inédita ocupación
de la escuela de abogacía más antigua e importante del país, donde el machismo,
según denuncian sus estudiantes, está arraigado desde hace décadas.
Desde
hace dos semanas, sus estudiantes han tomado las dependencias de esta facultad,
formadora de los juristas más prestigiosos del país, alegando la dilación en la
resolución de una denuncia de acoso sexual contra uno de sus profesores.
Siguiendo
una “ocupación” similar en la Universidad Austral que arrancó una
semana antes, una multitud principalmente de estudiantes mujeres bloqueó con
sillas los accesos a la facultad, paralizaron las clases, restringieron el
libre acceso a la escuela y organizan cada día una serie de actividades para
reflexionar sobre los alcances del feminismo.
“Esto
es algo que alguna vez iba a explotar”, dice Nelly Díaz, una de las
portavoces de la ocupación, que entre sus actividades tenía planificado
talleres de “Expresión corporal para una autonomía feminista” o
“Retrato feminista”, junto a un “Conversatorio
‘antiespecista'” y cursos de “Autodefensa feminista” y
“Ginecología natural”.
Una de
las participantes en las marchas feministas. Ivan Alvaradoreuters
Abuso sexual
por parte de un profesor y jurista.

El caso
que cristalizó esta campaña es una denuncia de abuso sexual en contra del
profesor Carlos Carmona, ex presidente del Tribunal Constitucional. La denuncia
fue presentada en agosto del año pasado por una alumna que trabajaba con él en
su estudio privado, sin que hasta ahora la universidad haya adoptado algún tipo
de sanción. En este tiempo, el profesor siguió dando charlas y se le asignaron
cátedras, según denuncias de alumnas.
La
Comisión de Educación y Cultura del Senado convocó para el 16 de mayo a representantes
de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), del Consejo de Rectores
de Chile (Cruch) y de universidades regionales y privadas para analizar
“qué está pasando y cómo podemos contribuir a resolver este clima de
inseguridad”.
Una multitudinaria
manifestación en contra de “la cultura de la violación” tuvo lugar el
pasado viernes con pancartas y antorchas en Santiago en contra de esta y otras
denuncias de abuso durante un recorrido que al pasar frente al Palacio de La
Moneda, miles de gargantas gritaron: “¡Piñera machista te va a derrotar
una ola feminista!”
“Vemos
con estupor e indignación como las demandas de igualdad de las mujeres se ven
frustradas. Estamos cansadas del abuso”, dijo Elena Detoni, dirigente del
movimiento Ni Una Menos.
Un
movimiento en ascenso
Junto a
varias facultades de la Universidad de Chile y de la Austral se han adherido
también universidades como la de Concepción, Diego Portales, Andrés Bello,
Católica de Valparaíso, Católica de Temuco y la Universidad Tecnológica
Metropolitana.
La
principal demanda es poner fin a la violencia machista, pero las reclamaciones
van mucho más allá. “Que estemos poniendo en la palestra todas estas
cuestiones es fundamental para que cambiemos todo el sistema”, dice Nelly
Díaz.
Las
estudiantes demandan la instauración de un protocolo único, expedito y
eficiente de atención de denuncias de abuso sexual en el ámbito educacional,
que creen es terreno fértil para este tipo de abusos.
Dentro de
las peticiones esta también la “capacitación ‘triestamental’ (profesores,
alumnos y personal administrativo), de carácter obligatorio y en horario de
trabajo” en temas de feminismo e igualdad de género, junto a cambios en
las mallas curriculares para incluir una mayor cantidad de mujeres tanto en las
nóminas de académicos como en las bibliografías de estudios.
“Nuestras
instituciones no han logrado hacerse cargo en serio de la violencia de género,
de abordarla y entenderla como un fenómeno estructural”, dijo Emilia
Schneider, otra portavoz.
Al movimiento
se han sumado también los estudiantes de Secundaria, que el miércoles
protestaron por las calles de Santiago, exigiendo ahora “Educación sexual,
pública, feminista y no sexista”.