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¿A qué se debe el silencio de Cisjordania?

Abdul
Sattar Qasem, Monitor De Oriente, May 30, 2018

Recibí
una llamada telefónica de una mujer muy culta y cualificada que me preguntó
sobre el silencio de Cisjordania respecto al Derecho al Retorno y las marchas
que se están produciendo en la Franja de Gaza. 
Nablus,
Cisjordania (Wikipedia)

Dijo que
Gaza sufre unas condiciones horribles impuestas por el asedio, mientras que
Cisjordania sufre de un modo distinto, a pesar de contar con unas mejores
condiciones de vida comparadas con Gaza. Así que me preguntaba, ¿por qué Gaza
toma medidas con firmeza, determinación y compromiso, mientras que Cisjordania
apenas actúa? Ella argumenta que hay razones de sobra para que el pueblo de
Cisjordania actúe en defensa de los derechos del pueblo palestino, y quería una
respuesta concisa.

La
respuesta es que, desde el nacimiento de la Autoridad Palestina (AP), muchas
partes interesadas, empezando por la AP, Israel y Estados Unidos, han intentado
destruir la cultura nacionalista palestina y el sistema de valores morales del
pueblo palestino en la Franja de Gaza y Cisjordania. Lo han conseguido en
Cisjordania, pero la pérdida de poder de la AP en la Franja de Gaza ha evitado
el sabotaje de la zona.
El
sentimiento nacionalista sigue muy presente en Gaza, junto a un sentido de
responsabilidad y compromiso nacionales, pero esta cultura se ha perdido casi
por completo en Cisjordania. Se han producido tres guerras sucesivas en Gaza,
acompañadas de asesinatos masivos y una destrucción inmensa, pero la
interacción de otros pueblos con Gaza ha sido mayor que con Cisjordania. Gaza lleva
años bajo asedio, y su pueblo sufre grandes dificultades, pero Cisjordania es
cómplice del asedio.
Estos
factores antes mencionados han intentado por varios medios destruir la psique
nacional del pueblo, sobre todo en Cisjordania, y alejarlo de las preocupaciones
nacionales. Uno de estos mecanismos es la política de corrupción adoptada por
la Autoridad Palestina, que ha sido sujeta a críticas constantes. Cualquiera
que quiera destruir una sociedad tan sólo necesita destruir sus tejido social.
La misión
de la corrupción es llevar al pueblo a violar los valores, las leyes y las
costumbres nacionales, y desarrollar una cultura de picaresca, que pretende
ganar injustamente todo lo posible quitándoselo  a otros, sin tener que
rendir cuentas legalmente. Si el jefe es corrupto, es de esperar que los demás
se inclinen hacia la corrupción. La gente se pregunta, si el mundo está lleno
de ladrones, ¿por qué no me convierto yo en ladrón y me libro de trabajar?
La
corrupción se ha extendido a nivel oficial, y el nivel popular empezó a imitar
a sus líderes, que afirmaban ser patriotas. La cultura del matón, que incluye
intimidar, aterrorizar y extorsionar a otros, se ha extendido por varios
pueblos y ciudades, y continúa a día de hoy. Debido a sus repetidos ataques contra
el pueblo, muchos matones se han enriquecido y han adquirido influencia en la
sociedad y en el mundo de la economía nacional.
El
sistema educativo también ha sido atacado, con el objetivo de eliminar el
aspecto nacional de la educación y la enseñanza y distorsionar la historia y la
ideología religiosa para complacer a los sionistas y cumplir con las
condiciones de los europeos y los estadounidenses. El pueblo de Occidente, que
estableció Israel y desalojó a nuestro pueblo, es el que ha dictado nuestro
currículum educativo, nuestros programas mediáticos e incluso varias de
nuestras leyes a lo largo de los años. Han intentado excluir las ideas  y
deberes patriotas y nacionales y la afiliación a estas plataformas.
El
mecanismo más efectivo para quitarle la voluntad al pueblo es asestar un golpe
a la seguridad de la gente respecto a sus condiciones de vida y su situación
financiera. Con el estímulo de los sionistas y los estadounidenses, la AP ha
vinculado el sustento de muchas personas a sus ingresos, cuyo dinero
inicialmente provenía del extranjero. Esto obligó a los empleados a fijarse en
lo que decían y hacían para no participar en la oposición o en activismo
respecto a temas que no aprueban los israelíes. Por lo tanto, todos los empleados
tenían cuidado, sabiendo que eran palestinos y que las agencias de seguridad
israelíes les tenían vigilados. Las instituciones bancarias pasaron a estar
disponibles para la gente, muchas personas se endeudaron y se vieron obligadas
a pensar en cómo pagar las deudas y en cómo administrar sus gastos mensuales
para poder comprar una barra de pan. ¿Qué podemos esperar cuando la vida de la
gente está ligada a la voluntad del enemigo?
Por otro
lado, era necesario que el pueblo se sintiera con un cierto lujo comparándose
con Gaza. Los países europeos tendieron la mano a las ONGs y dieron trabajo a
miles de personas. También financiaron varios proyectos, incluidos proyectos de
servicios y producción. Los americanos hicieron lo mismo mediante USAID.
La gente
de Cisjordania comía Kit Kats mientras que la de Gaza no tenía acceso ni a unas
aceitunas. ¿Recuperará el pueblo de Cisjordania sus responsabilidades patriotas
y nacionales, sacrificando la cultura consumista que ha desarrollado? Esta
cultura se ha tragado a la cultura nacional, reemplazando las preocupaciones
nacionales por preocupaciones personales. Es cierto que el pueblo de
Cisjordania conoce la dificultad de la situación en la Franja de Gaza, pero la
mayoría de la gente se conforma con expresar su tristeza por ello.
A eso se
debe el silencio de Cisjordania, y estoy seguro de que otras personas
plantearían otras razones que complementan a las que he mencionado. Cisjordania
vive una tragedia nacional, pero la cultura del consumo que prevalece acabará
cambiando. Sin embargo, no hay ninguna esperanza de cambio mientras que los
líderes de Oslo sean quienes controlan al pueblo.