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48.000 mujeres rohinyá darán a luz este año por las violaciones de soldados birmanos

El Español, 18 mayo, 2018

El agosto
pasado la represión del Ejército forzó a 700.000 refugiados a desplazarse.
Entre ellos, mujeres a las que los voluntarios intentan ayudar de cara a que no
abandonen a recién nacidos.
Refugiados
rohinyá esperando ayudas en el campo de refugiados de Kutupalong. Reuters

Tosminara,
una rohinyá en el mayor campo de refugiados del mundo, lleva meses
trabajando con mujeres que el agosto pasado sufrieron
un “frenesí de violencia sexual” de las fuerzas birmanas, en
palabras del subsecretario general de la ONU para los Derechos Humanos, Andrew
Gilmour.  

Según cuenta Sout
China Morning Post los voluntarios trabajan contra el tiempo para
encontrar a estas mujeres antes de la oleada de nacimientos. Su objetivo es
sacarlas de las sombras, prometiendo discreción, para que la vergüenza
que soportan no provoque que abandonen a los futuros recién nacidos.
“Les
decimos una contraseña que pueden usar cuando llegan al hospital o al puesto de
salud.”, cuenta Tosminara, que dice que desde allí se les indica el lugar
correcto.
700.000
refugiados se trasladaron a Bangladesh huyendo de la represión del ejército
birmano el año pasado. Se calcula que fueron violadas 48.000 mujeres.
Dentro de
poco tiempo muchas de estas mujeres darán a luz en cabañas de bambú en la
frontera entre Bangladesh y Birmania. Estos nacimientos tendrán lugar en
secreto y sin atención médica.
“El
ejército de Myanmar los violó. Estos bebés son … evidencia de sus crímenes”,
relata Abdur Rahim, lider de la comunidad rohinyá, sobre dos casos
que conocía personalmente, asegurando que había muchas más en una posición
similar.
El
estigma ha llevado a muchas mujeres a no contar su experiencia. Gran parte de
ellas ha optado por interrumpir sus embarazos antes de las 12 semanas. Otras
han optado por “abortos complicados e incompletos”, según cuenta
la comadrona de Médicos Sin Fronteras, Daniela Sofia.