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Tres palestinos muertos y 250 heridos en nuevas protestas en la frontera de Gaza con Israel

Juan
Carlos Sanz, El Pa
ís, 6 abril 2018

Miles de
manifestantes queman neumáticos. Las tropas responden con medios antidistubios
y disparos de munición real

Un
palestino herido durante los choques con el Ejército israelí. 
Mohammed Salem REUTERS

En una
nueva jornada de multitudinarias protestas convocadas este viernes por
organizaciones palestinas, miles de manifestantes han quemado centenares de
neumáticos para impedir la visión de las tropas de Israel, que han respondido desde
el otro lado de la frontera de Gaza con disparos de munición real y el
lanzamiento de granadas de gases lacrimógenos. Dos palestinos, uno de ellos de
16 años, han muerto por impactos de bala al este de la capital del
enclave; otro más, en la zona de Jan Yunes, en el sureste de la Franja, y
al menos 250 personas han resultado heridas, según fuentes sanitarias palestinas.
Israel ha enviado batallones de refuerzo con francotiradores experimentados a la
frontera del enclave a lo largo de los 40 kilómetros de valla de separación.

El
despliegue militar se concentra en los cinco puntos donde se han levantado
campamentos de protesta. Ambos bandos se han fortificado con terraplenes
durante la semana pasada en previsión de una temida batalla campal. Las tropas
cuentan con gases lacrimógenos, balas recubiertas de goma y munición real. Tienen orden
de abrir fuego contra todo aquel que se aproxime a menos de 300 metros

de verja. Además de piedras, los manifestantes han acumulado neumáticos viejos
y espejos para deslumbrar a los tiradores de élite.
El ministro de
Defensa, Avigdor Lieberman
, y el jefe del Estado Mayor, general Gadi
Eisenkot, ultimaron el jueves los preparativos militares frente a unos
“disturbios violentos” que Israel contempla como una amenaza a su soberanía
territorial. Lieberman —colono en un asentamiento en Cisjordania y encuadrado
en el ala más nacionalista del Gobierno— ha ordenado mantener las reglas de
enfrentamiento aprobadas hace una semana ante el temor a un ataque armado
contra las tropas que defienden la valla. “Si hay provocaciones, reaccionaremos
de forma contundente, como la semana pasada. Cualquiera que atente contra
nuestra soberanía estará poniendo en peligro su vida”, advirtió el ministro, en
referencia a los 21 muertos contabilizados y a los 1.500 heridos registrados
hasta ahora entre los manifestantes, de los que 800 presentaban impactos de
bala.
Los
organizadores de la protesta—secundada por los principales partidos y por la
sociedad civil en defensa del derecho al regreso de los refugiados palestinos—
han anunciado que impedirán que grupos de jóvenes incontrolados se aproximen
demasiado a la frontera para lanzar piedras o cócteles molotov. Prevén mantener
las llamadas Marchas del Retorno hasta mediados de mayo, coincidiendo con el
70º aniversario de la creación del Estado de Israel y que el pueblo palestino
conmemora como Naqba o catástrofe al forzar al exilio a 700.000 civiles, cuyos
descendientes suman hoy más de seis millones, según Naciones Unidas.
El
secretario genera de la ONU, António Guterres, ha pedido a Israel que actúe en
Gaza con “extrema prudencia en
el uso de la fuerza para evitar bajas
” para que los civiles
palestinos “puedan ejercer su derecho a manifestarse pacíficamente”. “Llamo a
todas las partes sobre el terreno a actuar con la máxima contención”, ha urgido
en un comunicado. Estados Unidos también ha reclamado por boca por del mediador
para Oriente Próximo Jason Greenblatt, que los manifestantes “no se acerquen a
la barrera de la frontera bajo ningún concepto”, informa France Presse.
El
enclave costero palestino está sufriendo en los últimos días los incidentes más
trágicos desde la guerra con Israel del verano de 2014. Los responsables
palestinos insisten en calificar de marchas civiles y pacíficas las protestas
que se están produciendo en el límite territorial con Israel. Centenares de
gazatíes vieron el martes el partido de la Champions League Real Madrid-Juventus
en la pantalla gigante instalada en uno de los campamentos de protesta situado
a apenas 700 metros de la frontera con Israel, según constató un reportero de
Reuters. Pero el ministro de Defensa considera que las manifestaciones encubren
“una operación terrorista”. Lieberman también ha arremetido contra los miembros
del grupo
pacifista israelí B´Tselem
—a quienes ha tachado de “quintacolumnistas”—que
han publicado anuncios en la prensa para invitar a los soldados a desobedecer
la orden de disparar contra palestinos desarmados. “Lo siento, mi comandante,
pero yo no disparo”, es el lema difundido por la ONG
Hamás no
parecía tener afán de protagonismo en los campamentos que ha visitado EL PAÍS
en los tres primeros días de esta semana en la Franja. Cientos de jóvenes
desempleados se han dedicado a transportar neumáticos viejos mientras
profesores y dirigentes locales imparten charlas sobre la causa palestina. El
movimiento islamista ha anunciado que indemnizará con 3.000 dólares a las
familias de cada unos de los fallecidos en las protestas y con 500 dólares a
los heridos más graves. La oficina del portavoz de las Fuerzas Armadas ha
respondido finalmente a la pregunta planteada por este periódico sobre el tipo
de munición
empleada por los francotiradores el viernes pasado.
Médicos y
familiares de los heridos aseguraron que habían sufrido el impacto de balas de
gran calibre o “explosivas”, a la vista de los graves daños causados. “Las
Fuerzas de Defensa de Israel solo usan armas y municiones que están amparadas
por la legislación internacional”, rezaba la respuesta oficial.
Amos
Harel, corresponsal de Defensa de Haaretz, considera que las órdenes dadas a
los francotiradores el pasado viernes fueron “muy permisivas”, tras el
resultado de 800 heridos por munición real. “La situación de dispersión sobre
el terreno dejó un amplio margen de discreción a soldados relativamente
jóvenes”, argumentaba Harel el jueves en un análisis publicado por el diario
israelí. El elevado número de muertos y heridos también revela, en su opinión,
la grave carencia en las Fuerzas Armadas de “medios no letales que sean
efectivos para disolver marchas desde una relativa gran distancia”.