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💥 SPECIAL SYRIA _ ¿Es el conflicto en Siria una guerra económica?

Autor
Nils Zimmermann, DW, 13.04.2018

Todas las
guerras tienen un impacto económico. El conflicto sirio tendrá consecuencias
para todos los actores involucrados. Un ejemplo podría ser el aumento de los
precios del petróleo.

En las
últimas semanas, una serie de acontecimientos ha sembrado la incertidumbre
entre los analistas del mercado de materias primas. Las crecientes tensiones
geopolíticas entre los bandos enfrentados en el complejo tablero de la guerra
de Siria amenazan con afectar a los precios del petróleo, el gas, el aluminio y
otros recursos primarios.
Estados
Unidos intenta aislar y debilitar a las economías de Rusia e Irán, dos países
considerados como enemigos por el establishment militar y de política exterior
estadounidense. La Estrategia Nacional de Defensa de 2018 define al primero
como “poder revisionista” y al segundo como “Estado villano”.
En ese
contexto, un instrumento clave es la ley aprobada en 2017 por el Congreso,
mayoritariamente republicano, conocida por el acrónimo CAASTA. Su objetivo es
encauzar las ofensivas económicas contra Rusia, Irán y Corea del Norte.
Apretando
los tuercas
El 6 de
abril, EE.UU. hizo uso de las disposiciones de esta ley para imponer a Rusia
las sanciones económicas más duras hasta el momento. Estas se dirigen a seis
importantes oligarcas rusos y a una docena de sus empresas, así como a 17 altos
cargos del Gobierno. Entre las empresas sancionadas se encuentra Rusal, firma
metalúrgica controlada por el oligarca Oleg Deripaska. Los analistas han dicho
que saldría de los mercados globales como consecuencia de la acción
estadounidense.
Un
lingote de aluminio ruso
Rusal es
la principal productora de aluminio rusa, con una cuota de mercado mundial del
9%. Las acciones de la empresa se desplomaron en la Bolsa de Moscú en el
momento de anunciarse las sanciones, como también lo hizo el valor del rublo.
Ante una posible crisis de suministro, el precio mundial del aluminio aumentó
más de un 10% a lo largo de la semana pasada.

Las
nuevas sanciones impuestas por Washington no están vinculadas a ninguna acción
específica rusa, sino que más bien parecen una condena general del liderazgo
del país. En un comunicado de prensa del 6 de abril, el Departamento del Tesoro
estadounidense indicó: “El Gobierno ruso está involucrado en actividades
malignas por todo el mundo, incluyendo el mantenimiento de la ocupación de
Crimea y la instigación de la violencia en el este de Ucrania; el suministro de
materiales y armamento al régimen de Assad mientras bombardea a sus propios
civiles; el intento de subvertir las democracias occidentales, y
ciberactividades maliciosas”.
No está
claro si hay una relación estratégica entre las sanciones a Rusal y la decisión
de Donald Trump el pasado 8 de marzo de imponer aranceles del 10% a las
importaciones de aluminio, así como tasas arancelarias del 25% a las
importaciones de acero, con el fin de impulsar los beneficios de la producción
local estadounidense de metales.
El iraní
Rohaní, el turco Erdogan y el ruso Putin, 
tres de los líderes mundiales que
dejan su huella en el conflicto sirio

¿Los
siguientes serán los mercados energéticos?
Las
sanciones también afectan a dos importantes ejecutivos de la industria
energética rusa: el director general de Gazprom, Alexei Miller, y Vladimir
Bogdanov, el jefe de Surgutneftegas, una petrolera responsable del 11% de la
producción de crudo en Rusia. En consecuencia, no podrán viajar o hacer
negocios en Occidente.
Sin
embargo, sus empresas, Gazprom y Surgutneftegas, no figuran en la lista de las
sanciones. Si EE.UU. impusiera sanciones a Gazprom, ello interferiría en el
suministro de gas a Europa. Una jugada como esta contaría sin suda con la
oposición de los aliados europeos de Washington.
Además,
las sanciones a los principales productores de combustibles fósiles rusos, como
Gazprom, Surgutneftegas o Rosneft, también presionaría al alza los precios del
petróleo y el gas. El precio del oro negro ya subió durante el año pasado como
resultado de las tensiones geopolíticas. Desde un mínimo de alrededor de 43
dólares por barril en junio de 2017, el crudo ronda los 67 dólares esta semana.
Ha subido cinco dólares desde el 7 de abril. Los precios están ahora mismo en
su nivel más alto desde 2014.
Columnas
de humo en Duma, Siria, tras los bombardeos del pasado 7 de abril

Creciente
fiebre de guerra
El
aumento del precio del petróleo de esta semana puede estar relacionado con la
intensificación del riesgo de una guerra regional amplificada en Siria. El
Gobierno de Trump, de cuyas advertencias se hicieron eco los líderes de Francia
y Reino Unido, dijo que está evaluando posibles ataques aéreos a objetivos
gubernamentales sirios. En Alemania, por el contrario, el Ejecutivo ha dejado
bien claro que Berlín no participará en una acción militar.
Los
ataques propuestos se enmarcan, según la narrativa de los gobiernos
occidentales, en una respuesta al supuesto uso por parte del régimen de Al
Assad de armas químicas en la localidad siria de Duma el sábado 7 de
abril. Decenas de civiles murieron como consecuencia del letal ataque y cientos
resultaron heridos. Esto ocurrió apenas unos días antes de que las tropas
leales al presidente sirio recapturasen Duma, antes en manos del Ejército del
Islam, un grupo suní armado que tiene el apoyo de Arabia Saudí.
El
Gobierno sirio niega de manera vehemente haber perpetrado dicho ataque. En un
comunicado de prensa hecho público el 8 de abril, el Ministerio de Exteriores
de Rusia dijo: “se está diseminando información falsa sobre el supuesto
uso de clorina y otros agentes tóxicos por parte de las fuerzas gubernamentales
sirias”. Moscú ha calificado estas informaciones sobre el uso de armas químicas
en Duma como “noticias falsas” y “mentiras absolutamente infundadas”.
Funcionarios
rusos también han sugerido que Rusia utilizará sus recursos de defensa aérea en
Siria para contrarrestar cualquier misil que pudiese lanzarse sobre el país
árabe. Un incidente así supondría un choque directo entre la maquinaria
bélica rusa, por un lado, y estadounidense, francesa o británica, por
otro.
Hace un
año tuvo lugar un letal ataque químico sobre la localidad siria
de Jan Sheijun
del cual EE.UU. responsabilizó al Ejército de Assad

Emmanuel
Macron, presidente de Francia, dijo este jueves (12.04.2018) que París tiene
pruebas del uso de armas químicas en Duma y decidiría si poner en marcha un
ataque contra el Ejército sirio “luego de haber recibido más información”.

El techo
de los precios del petróleo
Los
analistas del precio del petróleo afirman que es poco probable que el valor de
este aumente mucho por encima de los 65 dólares, con excepción de períodos
muy cortos. Por encima de ese precio hay incentivos financieros a favor de la
expansión del petróleo de esquisto en EE.UU., lo que resultaría en
sobreabundancia de suministro unos meses después.
En
efecto, la alternativa de estas perforaciones implica un límite en el rango de
los 60 a 70 dólares por barril. De acuerdo con Jim Williams, de WTRG Economics,
por encima de ese nivel solo se producirían subidas como consecuencia de la
eventos geopolíticos como guerras o revoluciones que interfieran en la
producción de los principales países que suministran este recurso, como Arabia
Saudí, Irán, Rusia, Venezuela, Irak o Kuwait.
El
ejemplo de Libia, dijo Williams a DW, muestra que los cambios de régimen
en países ricos en petróleo pueden tener efectos de larga duración: Libia
todavía no ha recuperado ni un gobierno estable ni su nivel de producción
previo al cambio de régimen.