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Brasil también enfrenta llegada masiva de venezolanos

Voz de América, abril 06, 2018

La crisis
en Venezuela está obligando a sus ciudadanos cada vez más a abandonar su país
en busca de mejores oportunidades.

Según
datos gubernamentales, más de 800 venezolanos ingresan al país todos los días,
reportó ACNUR y son ubicados en centros de refugio.
Los
afectados son los países fronterizos que deben enfrentar el ingreso masivo de
venezolanos haciendo colapsar la oferta de servicios y ayuda para este grupo
humano.

En un
primer momento fue Colombia y ahora Brasil está tomando medidas para poderlos
recibir.
El Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó el viernes
que más de 800 venezolanos ingresan al país todos los días, según datos
gubernamentales.
“Mientras
la complicada situación política y socioeconómica en su país sigue empeorando,
los venezolanos necesitan desesperadamente comida, refugio y tratamiento
médico. Muchos necesitan protección internacional, indicó en una rueda de
prensa el portavoz de ACNUR, William Spindler.
El
portavoz de ACNUR explicó que los venezolanos huyen de su país por diferentes
razones, entre las que citó la “inseguridad, incapacidad de encontrar
comida y medicinas, y falta de medios de vida a causa de la crisis económica”.
Desde
2017 más de 52.000 venezolanos han llegado a Brasil y 40.000 de ellos lo
hicieron a través del estado de Roraima, en el norte de ese país y fronterizo
con Venezuela, y la mayoría vive en la capital, Boa Vista.
La
presión sobre la población local y los servicios públicos ha sido tal que el
gobierno de Brasil declaró el estado de emergencia en la ciudad y ofreció 58
millones de dólares para asistir a los venezolanos.
Spindler
explicó que ACNUR está trabajando con el gobierno brasileño para asegurarse de
que todos los que cruzan la frontera son registrados y tienen toda la
documentación necesaria.
“Una
vez los solicitantes de asilo, así como los que tienen permisos especiales para
quedarse, son documentados tienen el derecho a trabajar, cuentan con acceso al
sistema de salud, educación y otros servicios básicos”, especificó.
De estos
52.000 venezolanos que viven en Brasil, 25.000 son solicitantes de asilo,
10.000 tiene visados temporales, mientras que el resto está intentando
regularizar su situación.
Spindler
subrayó que las autoridades brasileñas y ACNUR están cada vez más preocupadas
por los “crecientes riesgos que enfrentan los venezolanos que están
viviendo en las calles, incluyendo explotación sexual y violencia”.
Los
recién llegados están alojados en diez centros de acogida, donde se vacuna a
los niños.
En
paralelo, ACNUR trabaja junto a las autoridades para identificar a venezolanos
que quieran ser reubicados en otras zonas de Brasil, algo que, según una
encuesta, desea el 77 % de los acogidos.
Las
Fuerzas Armadas brasileñas van a realizar dos vuelos esta semana para trasladar
a casi 380 venezolanos hacia Sao Paulo y Cuaibá (estado de Mato Grosso).
Hasta la
fecha otros 600 venezolanos han sido reubicados en otras ciudades brasileñas.
El primer
vuelo despegó con 116 venezolanos con destino a Sao Paulo, donde serán acogidos
en refugios temporales. Otros 69 ciudadanos llegarán a Cuiabá este viernes.
El
proceso de interiorzación fue una estrategia adoptada para proporcionar mejores
condiciones a los inmigrantes venezolanos que quieren vivir y trabajar en
Brasil.
Recientemente
el candidato presidencial brasileño Jair Bolsonaro sugirió la posibilidad de
construir campos de refugiados para acoger a los venezolanos que lleguen al
país.
Preguntado
Spindler sobre si esto es una posibilidad, respondió que no, y recordó que la
tradición en Sudamérica ha sido siempre acoger a los refugiados en comunidades,
como fue el caso de cientos de miles de colombianos durante décadas.