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Las 14 muertes sospechosas que Reino Unido relaciona con el Kremlin

Joana Rei,
El Español, 15 marzo, 2018

El
Gobierno de Theresa May ha abierto una investigación sobre la muerte de 14
personas vinculadas a Rusia en los últimos 15 años.
El
presidente ruso, Vladimir Putin.
Mientras Sergei
Skripal
, el exespía ruso envenenado el pasado 4 de marzo en Reino
Unido sigue ingresado en estado crítico, otro ciudadano ruso, Nikolai
Glushkov,
fue hallado muerto este martes en su casa por causas aún
sin identificar. Dos episodios sospechosos en menos de un mes, que
han hecho saltar las alarmas en Reino Unido que ya ha pedido
explicaciones a Rusia
sobre lo sucedido y ha expulsado a
23 diplomáticos rusos
del país. Además, ha anunciado una investigación
sobre las muertes de 14 personas conectadas de alguna manera con Rusia, que han
tenido lugar en suelo británico en los últimos 15 años.
En su
día, la policía británica cerró, caso tras caso, cada uno de los fallecimientos
ocurridos en Reino Unido. Suicidios, accidentes, paros cardíacos y muertes
naturales, fueron las causas apuntadas en cada una de las muertes, pese a los
avisos de la inteligencia estadounidense de que podrían tratarse de asesinatos
ordenados por el Kremlin.
May
insinúa que el envenenamiento del antiguo espía es un ataque de Rusia
En una carta enviada
estos días a la ministra de Interior, Amby Rudd, la presidenta de la Comisión
de Inteligencia de la Cámara de los Comunes, Yvette Cooper, instaba a
investigar estos casos. “El Gobierno está al tanto y se toma en serio cualquier
sospecha de que una nación extranjera pueda estar detrás de asesinatos
perpetrados en suelo británico”, ha contestado Rudd. “Mi prioridad en las
próximas semanas será cerciorarme de que estas sospechas no son más que eso”,
ha concluido.
Así, la
policía británica y el servicio secreto del MI5, han reabierto los casos para
investigar las posibles conexiones con Moscú. En 2017, una
investigación de BuzzFeed
había destapado todo un entramado ruso detrás
de los fallecimientos. Las víctimas no sólo eran ciudadanos rusos, sino también
ciudadanos británicos conectados con Moscú por sus negocios o incluso
especialistas involucrados en las investigaciones de los hechos y hasta
periodistas.
Una lista
de 14 nombres a los que habría que añadir los de las dos últimas víctimas y
también el de Alexander Litvinenko, envenenado en 2006.
Boris
Berezovsky, 67 años, muerto en 2013
Era un
oligarca influyente en el Kremlin hasta que se transformó en enemigo de Rusia
después de criticar a Valdimir Putin en su cadena de televisión y huyó a
Londres temiendo las represalias del Gobierno. Siguió siendo una figura activa
llamando a la revolución armada contra el Kremlin. Sobrevivió a varios intentos
de asesinato en Rusia y en Reino Unido pero fue encontrado muerto en su casa en
marzo de 2013, ahorcado, colgando del borde de la ducha de un pañuelo de
cachemira negro. El caso fue cerrado como si de un suicidio se tratara, pese a
que un especialista forense dijera que las marcas en su cuello no eran
consistentes con una muerte por ahorcamiento y que probablemente fuese
estrangulado por un asesino.
Badri
Patarkatsishvili, 52 años, muerto en 2008
Socio
comercial de Berezovsky y su confidente, huyó a Londres al mismo tiempo que su
amigo y murió en 2008, aparentemente por ataque cardíaco, dos meses después de
que hubiera informado a la Scotland Yard de la existencia de un plan para
asesinarle. Le encontraron en su habitación, tumbado en la cama, después de
haber cenado con su familia. Al principio, la policía trató su muerte como
algo “sospechoso”, pero el caso se cerró después de que la autopsia no revelara
cualquier indicio de crimen.
Yuri
Golubev, 64 años, muerto en 2007
Conocido
de Berezovsky, fue cofundador del gigante petrolero ruso Yukos junto con
Mikhail Khodorkovsky, quien fue arrestado en 2003 y encarcelado en Siberia por
sus movilizaciones políticas contra Vladimir Putin. Murió en su piso, en 2007,
sentado en su sofá. Poco antes, había volado a China para una cirugía de
rodilla, pero regresó a Londres vía Moscú antes de lo planeado, diciendo que no
se sentía bien. Scotland Yard dijo que la muerte se había dado por causas
naturales.
Scot
Young, 52 años, muerto en 2014
Era el
centro de una red que ayudaba a lavar dinero a Berezovsky, después de que
hubiese huido a Londres. Representó al oligarca en una serie de acuerdos que
irritaron al gobierno ruso, incluido un proyecto inmobiliario llamado Proyecto
Moscú en el corazón de la capital rusa. Murió en 2014 en lo que pareció un
suicidio: se habría tirado por la ventana de su ático. Días antes les había
dicho a sus allegados que estaba siendo perseguido por un grupo de sicarios
rusos.
Paul
Castle, 54 años, muerto en 2010
Amigo de
Scot Young y Berezovsky con los que fue visto cenando en varias ocasiones. Se
tiró a las vías del metro londinense en 2010. Después de su muerte, varios
amigos informaron de que había sido llevado al límite por la mafia rusa y turca
que lo amenazó con matarlo lenta y dolorosamente si no terminaba con su vida.
El forense consideró su muerte como un suicidio.
Robbie
Curtis, 47 años, muerto en 2012
Tal y
como Castle, también cenaba habitualmente con Scot Young y Berezovsky con los
que tenía negocios. Murió tras caer a las vías del metro de Londres, en la
estación de Kingsbury. Fuentes que pidieron el anonimato dijeron que es un
“hecho conocido” que Curtis fue asesinado.
Johnny
Elichaoff, 55 años, muerto en 2014
También
era parte del club de cenas de Scot Young y Berezovsky. Elichaoff fue visto cayendo
desde el techo de un centro comercial de Londres en 2014 después de perder todo
su dinero en un negocio petrolero.
Stephen
Moss, 46 años, muerto en 2003
Fue
abogado de varios oligarcas en el exilio, incluido Berezovsky. Estuvo
involucrado en una de las transacciones comerciales más controvertidas y de
alto perfil de Berezovsky: un plan para canalizar un pago de 1.300 millones de
dólares del propietario del Chelsea, Roman Abramovich a Reino unido a
través de los Emiratos Árabes. Moss aconsejó al socio de Berezovsky, Badri
Patarkatsishvili (muerto en 2008), sobre el acuerdo, conocido como el Acuerdo
de Devonia, que más tarde se convirtió en el centro de una disputa legal entre
Berezovsky y Abramovich. Moss, murió de un ataque cardíaco justo después de que
se completara el acuerdo en septiembre de 2003, fue uno de varios testigos
clave que no vivió lo suficiente como para testificar sobre la transacción.
Stephen
Curtis, 45 años, muerto en 2004
Fue el
abogado que ideó el Acuerdo de Devonia. Curtis empezó a recibir amenazas de
muerte y se lo comunicó a la familia: “Si algo me pasa en las
próximas semanas, no será un accidente”. Una semana más tarde, en marzo de
2004, su helicóptero cayó en un campo cuando se acercaba al aeropuerto de
Bournemouth. 
Alexander
Litvinenko, 44 años, muerto en 2006
El
exespía ruso y desertor de la KGB, huyó a Reino Unido después de acusar de
corrupción a sus colegas del servicio secreto. Fue envenenado en 2006 en el
hotel Milenium de Londres, después de beber una taza de té que contenía polonio
radiactivo que le habían ofrecido dos ciudadanos rusos. Litvinenko terminaría
muriéndose tras 23 días de agonía. La investigación oficial en Reino Unido
concluyó que el Kremlin estuvo detrás del asesinato aunque Putin siempre lo ha
negado. Los dos sospechosos -Andrei Lugovoi y Dimitry Kovtum- no han sido
extraditados y el primero tiene, incluso, asiento en la Duma rusa. Berezovsky
había ayudado a organizar su escape de Rusia.
Alexander
Perepilichnyy, 44 años, muerto en 2012
Era un
financiero ruso que huyó al Reino Unido para destapar una operación de lavado
de dinero por parte de jefes de la mafia y funcionarios del gobierno ruso.
Recibió amenazas de muerte, incluidas advertencias sobre el dinero que le debía
a Dmitry Kovtun, uno de los dos sicarios rusos que según la investigación había
asesinado a Litvinenko. Se desplomó y murió repentinamente mientras corría cerca
de su casa en noviembre de 2012. La policía británica dijo que había muerto de
un ataque al corazón, pero un experto encontró en su cuerpo restos de la planta
gelsemium elegans del Himalaya, capaz de desencadenar paros cardíacos.
Matthew
Puncher, 46 años, muerto en 2016
Es el
científico que midió la dosis fatal de polonio radioactivo utilizado para
asesinar a Litvinenko. Le encontraron apuñalado en su casa. El forense
dictaminó que se había apuñalado a sí mismo hasta la muerte en los brazos, el
cuello, el pecho y el abdomen, con dos cuchillos.
Daniel
McGrory, 54 años, muerto en 2007
El
periodista de The Times murió de una hemorragia repentina cinco días antes de
la emisión de un documental de NBC en el que fue entrevistado sobre su
investigación sobre el envenenamiento por polonio de Litvinenko.
Igor
Ponomarev, 41 años, muerto en 2006
Era
embajador de Rusia ante la Organización Marítima Internacional de las Naciones
Unidas y murió repentinamente después de una noche en la ópera en Londres en
octubre de 2006. Al día siguiente pretendía reunirse con Mario Scaramella, un
asesor de seguridad con el que se reunió con Litvinenko poco antes de haber
sido envenenado.
Gareth
Williams, 31 años, muerto en 2010
El
cadáver del espía del MI6 Gareth Williams fue encontrado en una bolsa de
deporte en la bañera de su apartamento en agosto de 2010. Su familia dijo que
el MI6 había destruido pruebas deliberadamente. La Policía Metropolitana
anunció que la muerte fue “probablemente un accidente” y cerró su
investigación. Se cree que Williams había estado investigando formas en que la
mafia rusa movió sus ganancias ilícitas alrededor del mundo antes de su muerte.