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Enrique Barón, el contacto clave con Marruecos en la lucha contra el terrorismo

PABLO HERRAIZ 30.12.2017
La nueva estructura de mando en Interior ha decidido destituir al jefe de la lucha antiterrorista de la Policía Nacional, Enrique Barón.

Llevaba cinco años como comisario general de Información, en el organismo de la Policía que se centra en la lucha contra el yihadismo, y anteriormente contra ETA. En los últimos tiempos también estaban involucrados en el caso catalán, por ejemplo, con la investigación sobre el presunto intento de los Mossos de destruir documentos del 1-O.

Durante estos años, el comisario Barón, de 58 años, se había convertido en una persona clave en las relaciones con Marruecos para la lucha contra los islamistas radicales. Su contacto con la Dirección de Seguridad Interior de Marruecos, los servicios secretos, ha sido fundamental para que el país vecino colabore en las operaciones policiales. De hecho, en estos años tanto la CGI como los servicios marroquíes han realizado numerosas investigaciones conjuntas.
La estrategia de estrechar lazos con Marruecos es clave, pues de allí llega la mejor información sobre radicales yihadistas, que usan este país como puerta de entrada a Europa y como base para planificar sus operaciones. Incluso, en muchos casos, los propios implicados son marroquíes.
Un ejemplo de la importancia de esta relación se puede ver en Francia: hace cuatro años, el jefe de los servicios secretos tuvo un problema con la Justicia francesa, que le acusaba de torturar a varios de sus ciudadanos. Eso provocó que el rey de Marruecos, Mohamed VI, decidiera cortar las colaboraciones policiales con Francia. Tras ello, llegó la peor ola de atentados islámicos que ha tenido ese país. En 2015, el gobierno francés intentó enmendar su relación al condecorar al mismo jefe de los servicios secretos al que acusaba su Justicia.
El cese de Barón fue publicado en el BOE de ayer, apenas un mes después de que juraran su cargo los nuevos jefes centrales de la Policía Nacional, cuatro mandos que formarán una cúpula transversal dependiente del director general.
Durante sus años al frente de la Comisaría General de Información se han estrechado lazos con servicios de información de todo el mundo, se han realizado numerosas detenciones de radicales por captación de yihadistas, se han desarticulado comandos latentes o se ha arrestado a personas que iban a Siria a luchar con Daesh, así como a grupos que financiaban a la organización terrorista.
Anteriormente, Enrique Barón fue jefe superior de Policía de Madrid, hasta 2007, cuando abandonó ese cargo para pasar un tiempo como director general de Seguridad de la Comunidad de Madrid, durante el Gobierno de Esperanza Aguirre. En 2012 volvió a la Policía para hacerse cargo de Información, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. También fue jefe de la Brigada de Información en Navarra y jefe superior del País Vasco. En ambos destinos luchó contra ETA y la kale borroka, bajo amenazas. Después de abandonar la jefatura de Madrid, rememoraba constantemente que en el País Vasco tuvo la fortuna de no haber perdido a ningún agente en un atentado.