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Emmanuel Macron pide a Benjamin Netanyahu que congele la colonización como gesto para la paz

SAL EMERGUI 10/12/2017
La estación central de autobuses de Jerusalén fue el escenario del primer atentado desde que las facciones palestinas declarasen días de ira y protesta contra el reconocimiento de la ciudad como capital de Israel por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El palestino Yassin Abu Qara (24), natural de Nablús, llegó al mediodía a la entrada principal de la concurrida estación. Tras quitarse la chaqueta ante el detector de metales, sacó un cuchillo y apuñaló al vigilante. Su huida no duró mucho. El taxista Yosef Ben Amo le persiguió hasta detenerle con ayuda de un policía. Al cierre de esta edición, el guarda, de 40 años, seguía en el hospital en estado crítico dado que el puñal alcanzó el corazón.
“Por Alá nos levantamos. La sangre correrá en defensa de la patria. Al Quds (Jerusalén) está en nuestro corazón y nuestra sangre. Hay que defenderla”, escribió Abu Qara, simpatizante de Al Fatah, en Facebook. Cuando alguien le preguntó a qué se refería, contestó: “Pronto lo verás en las noticias”.
En esos momentos, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente francés Emmanuel Macron, desayunaban en París separados por el elefante en la sala: Trump.
“París es la capital de Francia como Jerusalén de Israel. Cuanto antes lo reconozcan los palestinos, más rápido llegará la paz”, dijo el israelí. “He dicho a Netanyahu que el anuncio de Trump pone en peligro el proceso de paz y viola la ley internacional. El estatus de Jerusalén debe ser negociado. La única solución es dos Estados”, comentó Macron que le pidió gestos hacia los palestinos, como el cese de la construcción en colonias,”para dar una oportunidad a la paz”.
Macron condenó el apuñalamiento de Jerusalén afirmando que siempre censura los ataques. Respondía así a Netanyahu que antes de aterrizar en París señaló “oír voces que condenan el histórico anuncio del presidente Trump pero no condenan los proyectiles disparados desde Gaza o la terrible incitación a la violencia contra nosotros de la Autoridad Palestina”.
Netanyahu desayuna mañana en Bruselas con los cancilleres de los 28 de la UE. Con quien no tiene previsto tomar un café pronto es con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Tras criticar el anuncio de Trump avisando que podría llevarle a romper las relaciones con Israel, Erdogan elevó ayer su tono: “Israel es un estado terrorista, ¡Sí, terrorista! No abandonaremos Jerusalén a un Estado que asesina niños”.
La respuesta de Netanyahu no se hizo esperar: “No nos dará ninguna lección de ética alguien que bombardea aldeas kurdas en Turquía, encarcela periodistas y ayuda a terroristas de Gaza atacar civiles”.
Los efectos de la bomba de Trump sobre la disputada Ciudad Santa se sintieron hoy domingo con más disturbios -menos intensos que otros días- en Cisjordania y protestas que unieron al dividido mundo árabe y musulmán. Marruecos, Argelia o Pakistán, entre otros, albergaron manifestaciones. La más agitada tuvo lugar en Beirut donde manifestantes lanzaron piedras y quemaron neumáticos frente a la embajada estadounidense en el norte de Beirut. Los agentes emplearon material antidisturbios evitando que llegaran a la embajada.
El presidente palestino Abu Mazen coordina con Egipto y Jordania la reacción ante Trump. El rais aspira que la capital del futuro Estado palestino sea la zona oriental de Jerusalén ocupada por Israel en la guerra del 67.
Tras la muerte de dos miembros suyos en un ataque israelí en represalia por el lanzamiento de proyectiles contra la ciudad de Sderot, el brazo armado de Hamas advirtió: “Los días demostrarán el tamaño de su error y su valoración equivocada sobre la voluntad de la resistencia (…) Hay que seguir la Intifada y emplear todos los medios de resistencia en la lucha contra la ocupación”.
El movimiento islamista sufrió un golpe en lo que se considera su arma estratégica: los túneles. Por segunda vez en mes y medio, Israel anunció la detección y destrucción en su territorio de un túnel iniciado en Gaza, bajo control de Hamas. En conversación telefónica con periodistas, el teniente coronel Jonathan Conricus afirmó: “Detectamos y destruimos este importante túnel de terror gracias a una nuevas tecnología”. Es la guerra de cerebros ente Hamas e Israel por encima y por debajo de la tierra.