General

Un año de Duterte: récord de popularidad tras la muerte de 7.000 personas

30 Junio 2017

Pese a los miles de muertos y la insurrección yihadista en Marawi, Duterte registra récords de popularidad. Más de ocho de cada diez filipinos apoyan la “guerra contra las drogas”

Miles de muertos y un enorme respaldo ciudadano. Entre el 75 y el 85% de los filipinos está satisfecho o muy satisfecho con la gestión de Rodrigo Duterte, quien celebra este viernes su primer año en la presidencia con un récord de popularidad, según las encuestas publicadas por las consultoras SWS y Pulse Asia con motivo del aniversario de su llegada al poder. Doce meses turbulentos marcados por una brutal “guerra contra las drogas” en la que han muerto más de 7.000 personas y la lucha contra una filial del Estado Islámico en el sur de Mindanao, donde desde el mes pasado rige la ley marcial. Doce meses calificados como una “calamidad” para los derechos humanos según la organización Human Rights Watch (HRW), que hoy reiteró su petición de llevar a Duterte ante la Corte Penal Internacional.
El presidente no solo goza de un amplio respaldo popular, también conserva un importante apoyo en la Cámara de Representantes, donde la mayoría de los 297 diputados suelen dar luz verde a sus heterodoxas iniciativas políticas, en las que se incluye un giro radical en política exterior para acercarse a Rusia y China y alejarse de Estados Unidos, tradicional aliado de Filipinas.

Si algo se puede conceder a Duterte es que se ha empleado a fondo para cumplir con la ‘promesa estrella’ de su campaña electoral: limpiar las calles de criminales y librar al país de las drogas ilegales en un plazo de entre tres y seis meses. Hasta la fecha han muerto miles de sospechosos, incluidos 3.151 en enfrentamientos armados con las fuerzas de seguridad y 1.847 muertos en ataques supuestamente relacionados con el tráfico de drogas, protagonizados en ocasiones por pistoleros enmascarados. El presidente ha potenciado explícitamente una campaña antidroga que ha provocado miles de ejecuciones extrajudiciales cometidas por policías o patrullas vecinales en un ambiente de absoluta impunidad.