General

“Enfrentar la guerra todos juntos”: Marichuy, vocera del Concejo Indígena de Gobierno

21 Junio 2017

En 1999 los zapatistas advertían sobre la IV Guerra Mundial: el neoliberalismo, que ya entonces amenazaba con destruir todo lo que obstaculizara al mercado. Diecisiete años después, en octubre de 2016, el V Congreso Nacional Indígena, que cumplía 20 años de haber sido creado, comenzó con una declaración en la que se anunciaba que era el momento de los pueblos, el momento de pasar a la ofensiva y hacerlo por la vía pacífica.

En los sueños de María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, se anunciaba la llegada del tiempo de los pueblos. Hace meses, esta mujer de origen nahua (1) comenzó a soñar que una delegación de zapatistas e integrantes del pueblo wixárika llegaban a Tuxpan (ubicado en el sur de Jalisco) en tiempos de fiesta. Ahí se reunían con ella y con nahuas de la región. Sentados en círculo, discutían asuntos en común mientras en las calles continuaba el jolgorio. En ese entonces, Marichuy aún no sabía que iba a ser elegida como vocera del Concejo Indígena de Gobierno —emanado del Congreso Nacional Indígena (CNI) y con respaldo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)—, ni tampoco que se buscaría inscribir su nombre como candidata independiente en las boletas electorales para la presidencia de México en 2018. Aquellos sueños con los zapatistas fueron una revelación, una suerte de premonición, que Marichuy tuvo mucho en cuenta al momento de aceptar ser la portadora de la palabra de los pueblos indígenas: los interpretó como una señal de que ya era el tiempo de convocar a una gran organización nacional.