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Detección preventiva de posibles terroristas: Alemania prueba su “Minority report”

2 Marzo 2017

Las fuerzas de seguridad testan un nuevo instrumento desarrollado por psicólogos y criminalistas para impedir otro atentado como el del mercadillo navideño de Berlín

RADAR-iTE. Éste es el nombre en clave de la nueva arma secreta de las fuerzas de seguridad alemanas en su lucha contra el terrorismo islamista. Un instrumento desarrollado por psicólogos y expertos criminalistas que persigue detectar de forma preventiva a los salafistas radicalizados potencialmente dispuestos a perpetrar un atentado. Trata de subsanar los errores humanos y cubrir las lagunas que inevitablemente -y con mortales consecuencias- tiene la lucha antiterrorista. La amenaza yihadista persiste y Berlín no quiere tropezar por segunda vez en la misma piedra. Sobre todo en año electoral.
El atentado del 19 de diciembre en el mercadillo navideño de Berlín lo cambió todo. El primer gran atentado yihadista en suelo alemán, en el que murieron doce personas, fue el aldabonazo definitivo para las fuerzas de seguridad alemanas. Y no sólo porque hacía realidad sus temores y materializaba sus repetidas advertencias sobre el elevado nivel de amenaza sobre el país. El caso de Anis Amri evidenció también las fallas en el trabajo combinado de policía y servicios secretos. A este tunecino de 24 años se le había seguido de forma intermitente durante más de un año -incluso con seguimientos continuos durante meses- pero no se supo entrever qué preparaba.

“Lo valoramos de forma errónea”, reconoció esta semana el responsable de Interior del Land de Berlín, Andreas Geisel. El Centro Conjunto de la Lucha Antiterrorista (GTAZ) abordó en varias ocasiones entre junio de 2015 y noviembre de 2016 el caso de Anis Amri y nunca llegó a considerarlo una verdadera amenaza, pese a saber que frecuentaba círculos salafistas. Geisel indicó que se le tenía por un “pequeño criminal” dispuesto a la violencia, pero no por un potencial terrorista.