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Los niños ‘robados’ de Israel

31 Enero 2017

Entre 5.000 y 10.000 niños habrían desaparecido misteriosamente en los años 50. Una ONG ha documentado 800 casos y tres comisiones creadas por el Gobierno identificaron otros 1.200


Sara Benguigui tenía sólo 20 años cuando se puso de parto de su cuarto hijo. Era 1956 y hacía ocho años que había dejado Melilla, su ciudad natal, para vivir con sus padres, ambos judíos mizrajíes (procedentes de países árabes), en el recién creado Estado de Israel. Al romper aguas acudió al mismo hospital en el que habían nacido sin problema sus tres primeros hijos, un centro médico gestionado por religiosos escoceses en la ciudad de Tiberiades, al norte de Israel, donde vivía con su familia.
“Lo primero que me extrañó fue que no me llevaron al paritorio sino al sótano”, explica esta mujer de 80 años a El Confidencial. “Pregunté qué hacía allá y por qué no estaba con otras mujeres que estaban dando a luz pero no me respondieron. El médico que me atendió me preguntó la edad y si ya tenía otros hijos. Y me dijo: ‘bueno, si tienes ya otros tres hijos y solamente 20 años, aún puedes tener muchos más’”, agrega.

Sara Benguigui, Sarita, como la llaman todos desde hace décadas, dio a luz a un bebé vivo. Un varón. Lo escuchó llorar y lo vio unos segundos pero no lo pudo coger en brazos porque se lo llevaron enseguida. Horas después y aún sola en aquel sótano del hospital, una enfermera vino a darle unas pastillas para impedir la subida de la leche. “Yo le dije que quería amamantar a mi hijo y que no las tomaría. Pregunté dónde estaba mi bebé, pedí que lo trajeran conmigo pero aquella enfermera me dijo sin ningún miramiento: ‘tu hijo está muerto’”, recuerda.
Sarita Benguigui tiene hoy 80 años. El médico que la asistió en aquel parto tenía razón y tuvo cinco hijos más, pero el sufrimiento de aquella desaparición sigue presente. Nunca obtuvo un certificado de defunción ni jamás le dejaron ver el cadáver de su hijo. Se marchó a su casa rota de dolor y con la impotencia de no haber podido abrazarlo.