Entre los senadores elegidos por el Polo Democrático Alternativo -PDA- está Alberto Castilla, dirigente campesino oriundo de Convención, Norte de Santander, que obtuvo una votación superior a los 20.000 votos en todo el territorio nacional.

Su puesto en la política ya no estará en la presidencia del Coordinador Nacional Agrario -CNA- ni en la vocería del Congreso de los Pueblos, aunque amplios sectores de izquierda, sociales y populares, guardan expectativas por lo que el ahora senador puede llegar a lograr en los intensos debates que se avecinan, pues ha sido un referente de opinión en las luchas sociales de los últimos años, pasando por los paros agropecuarios y la Cumbre Agraria. Debido a su relación con el movimiento social, también ha sido entrevistado últimamente por importantes medios de comunicación y programas de televisión para hablar sobre las diversas posturas del movimiento social frente a la paz y la solución política al conflicto armado.
 

Castilla está en la Comisión Séptima, que estudia y debate los asuntos relacionados con el Estatuto del Servidor Público, el régimen salarial y prestacional del servicio público, las organizaciones sindicales y la seguridad social. También se encarga de revisar las cajas de previsión, fondos prestacionales, carrera administrativa, recreación, deportes, salud, vivienda, economía solidaria y asuntos de la mujer y la familia. De seguro no la tendrá fácil, pues a muchos tomó por sorpresa que el senador y expresidente Álvaro Uribe no vaya a estar en la comisión donde se debaten las políticas criminales y la legislación para la paz, sino que precisamente es en esta comisión donde tiene su función pública en medio de tantas diferencias ideológicas y políticas.

Son nueve los puntos que proyectó para estar en el Congreso, entre los que se destacan la paz con vida digna, afirmando que una paz real se da cuando se solucionen los problemas que dieron origen al alzamiento armado y ésta debe incluir el diálogo con la sociedad civil y las víctimas que han sufrido el conflicto; la defensa de lo público; reformas a las políticas minero-energéticas y el reconocimiento del campesinado como sujetos de derechos. Igualmente la defensa de los trabajadores, la soberanía y la defensa del territorio, son banderas que defenderá desde su curul.

Alberto Castilla se inició como líder comunitario en el Comité de Integración Social del Catatumbo -CISCA-, particularmente en una región petrolera y agraria históricamente olvidada por el Estado que resultó ser un seno importante de la lucha guerrillera, una región que ha sufrido masacres paramilitares donde se calculan que hay hasta la actualidad alrededor de 15.000 víctimas.