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Sistema educativo en México fomenta la desigualdad

por Desinformémonos, 28-10-2016

Exponen en la IBERO un análisis crítico de la reforma educativa: primero el pavimento y después el drenaje. De forma simplista, la reforma educativa acusó al magisterio de ser el único responsable.

El sistema educativo en México impulsa la desigualdad, porque a los que más necesitan se les da la peor educación, es decir, las condiciones de enseñanza, aprendizaje e infraestructura para las personas pobres del país son las peores, dijo en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México el doctor Manuel Gil Antón, académico de El Colegio de México (Colmex).

Por ejemplo, mientras en los colegios urbanos hay varios grupos de cada grado, con diversos profesores, canchas de futbol, etcétera; en las zonas rurales el 43 por ciento de las escuelas son multigrado y las clases se imparten en pequeñas cabañas sin luz ni agua.

“Al darle el servicio educativo aparente a todos, estás en la lógica de la igualdad, y la igualdad en la desigualdad genera mayor desigualdad. Por eso la equidad, que es darle más al que menos tiene, es lo que es justo”.

En su conferencia Un análisis crítico de la reforma educativa: primero el pavimento y después el drenaje, Gil enunció que de acuerdo con datos del Censo 2010 en México hay 74 millones de personas con edades entre los 15 y 64 años, de las cuales 5.4 millones son analfabetas (un sector donde hay indigencia con cara de mujer e indígena), 10.1 millones no cuentan con estudios de primaria (gente que vive en pobreza extrema) y 16.4 millones carecen de secundaria (personas en pobreza).

Esto significa que no terminaron la educación obligatoria (como establece la Constitución) 31.9 millones de mexicanos, que están en rezago escolar, y quienes representan el 43 por ciento del grupo de 15 a 64 años de edad.

Sin embargo, quienes lograron quedarse en la escuela tienen deficiencias en el aprendizaje, como refleja, por dar un dato, el hecho que después de nueve años de escuela entre el 40 y 42 por ciento de los estudiantes no tienen capacidad de comprensión de lectura, de acuerdo con el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés).

Gil Antón, profesor del Centro de Estudios Sociológicos del Colmex, agregó:

“El rezago escolar nos indica hasta qué grado escolar llegaron (los estudiantes), pero no nos habla de cuánto aprendieron en esos años… Si suponemos que el rezago escolar en general produce falta de aprendizaje, pero también sabemos que el no rezago escolar, es decir, terminar la escuela, tampoco genera con seguridad el aprendizaje, la suma de ambas da el rezago educativo”.

Las causas de este rezago educativo en México son múltiples, mencionó el sociólogo: es la confluencia entre programas de estudio inmanejables, una noción de que la educación es responder y no preguntar, el impacto brutal de la desigualdad sobre las escuelas y el estudiantado, y sobre todo, una noción de la relación pedagógica unilateral en la cual hay un sector, los estudiantes, que no saben nada; y un señor que les vierte información (el profesor).

No son ninis, son “sinsin”

Por otra parte, el también Director Académico de Educación Futura (portal de difusión de temas educativos) señaló en cuanto al abandono escolar, que en México cada año un millón de estudiantes entre los seis y 17 años de edad dejan la escuela.

“El abandono escolar tiene mucho que ver con pobreza; y sobre todo algo que no hemos visto, que es con que no tiene sentido para los muchachos la escuela, estamos dando la escuela del siglo XIX o XX a chavos del XXI; entonces la escuela es el sitio más aburrido de su experiencia de aprendizaje. Una escuela sin baile, una escuela sin deporte, una escuela sin cine, una escuela sin teatro, una escuela sin literatura, no es escuela ya; y sin embargo, seguimos nosotros enseñando por pedacitos”.

Por ese abandono escolar, los jóvenes han sido llamados “ninis” (porque ni estudian ni trabajan); mas el profesor Gil considera injusto el término, y que en contrario se les debiera llamar “sinsin”, pues son personas sin escuela y sin trabajo porque quedaron excluidas de ambas.

“Las personas que no tienen trabajo ni están en la escuela, debiendo estarlo, no lo han hecho no porque no quieren, sino porque la situación no se los ha permitido. Es más justo decir que están sin escuela y sin trabajo por una deficiencia del sistema, que culpabilizar a los que están en esa condición”.

Magisterio, sin voz en la reforma educativa

Sobre la reforma educativa, tema central de la ponencia que impartió en la IBERO por invitación de la Asociación de Egresados de Psicología, dijo que por un acto de simplificación se acusó al magisterio de ser el único responsable de los problemas educativos de México.

La reforma tuvo como solución fácil modificar a ese factor, el magisterio, a través del remedio de evaluar a los docentes, para normalizarlos y hacer a todos iguales. Además, la reforma partió de la idea de que los miembros del magisterio son delincuentes, por lo que puso en entredicho su palabra, y se consideró a los profesores personas sin voz ni palabra.

Asimismo, opinó que la evaluación del magisterio hoy se está convirtiendo en algo no para mejorar la práctica, sino para conservar el empleo; y la  pedagogía del terror no produce avances, ya que se va a estudiar mucho para aprobar los exámenes, sin que se cambien las condiciones en las aulas.

Una reforma educativa tiene que recuperar la voz del magisterio, y la presencia y palabra de los estudiantes para que ocurra la relación pedagógica. Pero no habrá reforma educativa si no se invierte la forma de pensar, y se comienza a considerar que los intelectuales más importantes de México son quienes enseñan a la población a leer y a escribir, los que construyen las estructuras cognitivas, concluyó.

foto: Edgar de Jesús Espinoza